De la mano del archiconocido Derek Sherinian viene este nuevo material discográfico, titulado Oceana. Derek Sherinian, al que la gran mayoría conoce por ser el ex-tecladista de los gigantes del metal-progresivo Dream Theater, tiene muchísimo más en su haber que esa simple referencia. Derek fue un niño musicalmente prodigioso, que aprendió a tocar el piano a la edad de 5 años en su natal Santa Cruz (California) y su talento musical se desarrolló de tal manera que le fue ofrecida una beca en el prestigioso Berklee School of Music en Boston cuando todavía cursaba estudios preuniversitarios. Después de tres semestres en dicha institución Derek participó en una audición para escoger un candidato para una banda que el famosísimo Buddy Miles estaba emsamblando para su gira. Derek fue el elegido, y desde ese mismísimo momento comenzó su carrera meteórica, desfilando entre otros por Alice Cooper (el cual lo apodó "El Calígula de los teclados"), KISS, Dream Theater, Planet X y más recientemente Black Country Communion, además de decenas de colaboraciones con otras bandas / proyectos.

 Derek tiene ya varios discos editados bajo su nombre (Inertia, Utopia, Blood Of The Snake, Mythology, Molecular Heinosity, etc) y todos ellos se han caracterizado por el hecho de que el tecladista se rodea de músicos de primera línea para conformar sus composiciones, y cada CD resulta un verdadero all-star, en el cual se aprecian no solo las virtudes de Sherinian en los teclados, sino que también se pueden disfrutar de performances de primera línea en el orden de la guitarra. Algunos de sus invitados anteriores han sido Al DiMeola, Zakk Wylde, Steve Morse, John Petrucci, Steve Lukather, Yngwie Malmsteen, Slash, John Petrucci. Y este nuevo material no es la excepción, que sin embargo viene caracterizado por un enfoque diferente.

 Su anterior trabajo Molecular Heinosity fue a mi modo de ver no muy satisfactorio. El disco estaba demasiado "diseñado", por llamarlo de alguna manera, para resaltar el sonido preponderante de los guitarristas invitados y la calidad de las composiciones no era la mejor ni la más coherente. Sin embargo Oceana es una oferta bien diferente, donde todo ha sido tomado en cuenta de manera detallista, incluso la producción del disco, que ha sido hecha por Simon Phillips, que además toca todas las pistas de batería del álbum, es excelente. Aquí las canciones no "saltan" de complejas estructuras de metal a sonidos de fusión y enseguida a partes de hard-rock. En este caso cada tema tiene su feeling específico y hace que el disco brille de manera especial y que fluya armoniosamente, algo muy importante cuando hablamos de un álbum instrumental.

 Los dos primeros temas del CD son "Five Elements" y "Mercury 7", en los cuales las guitarras son conducidas por el extraordinario (y viejo compañero de Derek en Planet X) Tony MacAlpine. Ambas tienen un sonido que recuerda mucho al último disco de MacAlpine y están de alguna manera relacionadas, pues repiten la misma melodía tocada en una nota diferente, lo cual le proporciona al oyente una sensación de "unidad". Sin embargo son dos temas estructuralmente diferentes: La primera es mucho más intensa en plan "shred" y "Mercury 7" es mucho más jazzística contando con unas típicas líneas de bajo tocadas por Jimmy Johnson. En ambos temas Sherinian rápidamente se une a MacAlpine con extensos solos en los cuales dejan claras las virtudes de ambos.

 Los temas 3 y 4 nos ofrecen el estilo inconfundible de otro monstruo de la guitarra: Steve Lukather. En el primero, llamado "Mulholland", el sonido de drums golpeados a contratiempo se yuxtapone con unas guitarras suaves y que desfilan de manera líquida por encima de los sonidos del sintetizador de Derek con un marcado toque jazz. El siguiente corte "Euphoria" es un tema lento, lleno del distintivo, característico y en ocasiones tibio sonido de la guitarra de Lukather, que nos ofrece un hermoso solo que se mezcla perfectamente con el sonido central del tema.

"Ghost Runner" ataca inmediatamente después con las guitarras conducidas por otro gigante: Steve Stevens. En mi opinión personal el tema es demasiado ecléptico y no muestra verdaderamente las extraordinarias habilidades de Stevens, siendo un poquitín repetitivo el riff. Sin embargo el tema es enérgico, con un mid-tempo semi-arábigo alrededor del minuto 3 y que también me recuerda, sin que para nada sea un plagio, a una de las pistas iniciales del "Suspended Animation" de John Petrucci. A continuación llega "Camino Diablo", un tema muy a lo Deep Purple con la presentación por primera vez junto a Derek de Doug Aldrich. La guitarra de Aldrich con un riff muy "groove" y pegajoso se une a la batería de Phillips, que suena perfectamente y en su justo lugar, mezclada con los solos de Derek usando un timbre Hammond antiguo que también me recuerda a Uriah Heep. Es una pista excelente donde Aldrich demuestra que puede tocar con los grandes.

 Traída de la mano de su actual compañero en Black Country Communion Joe Bonamassa nos llega "I Heard That". Es una canción con un marcado toque bluesy, como se puede esperar de Bonamassa (que ha sido llamado por Eric Clapton como el más grande guitarrista de blues del momento, dado su edad), y fue el primer tema que me hizo remitirme al booklet del CD para chequear quién era el guitarrista cuando escuché el álbum por primera vez. El modo de Bonamassa es diferente al resto, él opta por un sonido suave y melancólico, el cual le trasmite a la canción un marcado tinte de lamento y permite disfrutar de la genialidad de Bonamassa a las seis cuerdas.

 "Seven Sins" es mi canción preferida del CD, nuevamente con la presencia de Steve Lukather. Comienza con un sonido cursi de teclados muy a los 80 pero rápidamente desarrolla una melodía punzante con alucinantes rellenos de batería y un solo de bajo extendido, que finalmente se concluye con un arreglo de de teclados flotantes y un solo de adicción. Derek es especialmente expresivo en esta pista. "Oceana" es la pista que concluye el disco, nuevamente con Steve Stevens en la guitarra. Es una hermosa canción, con un sonido de teclado ensoñador y unos solos de guitarra maravillosos, un tema lento e inspirador, que termina dejando al oyente con deseos de más.

 El disco de manera general me recuerda mucho, considerando el sonido jazz-rock de muchos temas, a álbumes de Jeff Beck como "Wired" o "There And Back", lo cual hasta cierto punto es explicable por el hecho de que tanto Simon Phillips como Steve Lukather han contribuido con Beck en dicho álbum. En última instancia, Oceana es un gran retorno a la forma, muchísimo mejor que los álbumes anteriores Sherinian. Aunque es principalmente un disco de fusión, hay explosivos riffs, barrido de sintetizadores con múltiples tonos, y una sección rítmica perfecta. Tanto fans de la guitarra de rock como fans de la fusión o del rock progresivo verán sus expectativas cubiertas en Oceana. Una vez más, Derek te lleva en un viaje a través de una magnífica muralla llena de sonidos con el toque de virtuosos. No lo pienses más. ¡Cómpralo!