Nuevo disco de Yes con material fresco y una música igualmente agradable como nos ha acostumbrado la banda en los últimos 10 años. Al final de los videos puedes escuchar el disco completo.

Los que hayan seguido a Yes desde el principio de su carrera quizás este tipo de disco ya no les guste, sin embargo, habrá muchos otros a los que sí les atraerá este tipo de música. Yes es un grupo que tiene cincuenta y cinco años de carrera y si escuchaste su disco autotitulado o el "Time & a Word" sabrás que a partir de ahí con el 'The Yes Album' la banda comenzaba a cambiar.

No fue la única transformación. Para el año ochenta con el "Drama" daban una vuelta radical a su sonido y el "90125" los llevó por un camino más comercial que es el que han ido manteniendo con sus altas y sus bajas hasta el momento. “Mirror to the Sky” sigue por la senda que adoptaron a partir de este siglo y no te vas a encontrar nada novedoso si lo comparas con los últimos 23 años.  Este es su disco de estudio número 23 editado en el año 2023, así que hay más de una coincidencia.

Aun así, adivinamos en canciones como "All Connected" elementos de la guitarra de Steve Howe que recordarán a aquel legendario y espectacular "Going for the One", pero no será la norma, aunque en este disco es Howe quien más se destaca musicalmente hablando. Vocalmente, a Joe Davison no se le exige demasiado y él sigue manteniendo el tipo de armonías que nos recuerda a Jon Anderson, y que se aprecian fácilmente en una canción como "Luminosity".

Llama la atención las armonías vocales. En estos momentos la banda tiene cuatro músicos que pueden hacer voces. Tres de ellos no tienen una garganta prodigiosa, aunque hay quien piense que en Geoff Downes era un buen cantante, pero yo creo que no. Es por eso que las armonías son agradables, pero no atrevidas, de buen gusto y elegantes, pero no fuerzan a los músicos a realizar malabares.

Por su parte, canciones como "Living out Their Dreams" destacan la parte más comercial de la banda que no recuerdan a momentos del "90125".  Cuando esta canción comienza podemos llegar a pensar que no es Joe Davison el vocalista, por el cambio de timbre. El resto de los músicos no se destaca por un virtuosismo, por algún solo de teclados imponente (un solo algo discreto en "Unknown Place"), por un ritmo de bajo complicado o por una batería que esté trabajando la síncopa. Todo muy suave, todo muy tranquilo, todo muy amable, todo muy adulto.

Es un disco de escucha muy agradable, las canciones muy amables y positivistas y hay poco más que decir.  A los que siguen a Yes desde hace cincuenta y cinco años, o desde la edad que tengan, y aun los consideran un buen grupo, que puedo asegurar que lo son, este disco les va a gustar. No da sorpresas, no presenta nada asombroso, pero sigue siendo el Yes de los últimos veinte años, y veinte años para cualquier grupo es toda una vida.  Los que quieren quedarse con el material clásico de la banda los entiendo.  Es mucho mejor, es más arriesgado e interesante, y todos sabemos que no se le puede pedir a una banda como Yes mucho más de lo que está dando en estos momentos.