He visto y seguido el desarrollo musicald e Abel Oliva a través de los años para llegar a la conclusión que es del tipo de persona que logra lo que se propone, y  cuyas inquietudes musicales escapan a cualquier atadura en cuanto a concepto, si bien no es del tipo de músico interesado en mezclar estilos y géneros, sino que sus intenciones son las de andar por varios de esos estilos en la medida que va creciendo como músico.

Desde sus inicios death/black metaleros con  Sectarium, los punks con Eskoria o los alternativosgrunge con C-Men; para presentarnos ahora Naurea, un capitulo que estaba pendiente desde hace años y que ha retomado, aunque con seguridad casi total, les digo que disfruten de este disco, que el próximo disco de Naurea tomará tiempo, aunque no tanto como el transcurrido entre el primero y este al parecer segundo.

Naurea es su proyecto unipersonal, una introspección dentro de la electrónica y el rock industrial, muy centrado en el trabajo de guitarras distorsionadas y sonidos percutivos logrados con el teclado, que imitan lo mismo baterías que golpeteos metálicos, martillazos, y cosas similares.

Solo hay un tema cantado, “Maquina”, donde la voz la hizo Pedro Javier, el vocalista de su antigua banda C-Men, con la que logró una magnifica compenetración musical.

Hay canciones más agresivas en cuanto al sonido de la guitarra, a veces muy sucio y cargado de efectos, donde se destacan temas como “Infernauta”, “Hot” y “Crazy” mientras que en otros, si hay algo de guitarra, esta se esconde muy bien, como es el caso de la machacona “Cacique” . Hay momentos muy rítmicos, “Maquina” es uno de ellos, que se acerca un poco más a la concepción del metal que, por ejemplo “Punto”. Vamos, que hay de todo.

Dentro de lo limitado de este estilo musical, Abel intenta alcanzar la mayor variedad posible, y el resultado es un disco cuando menos interesante. Les propongo su escucha, pueden descargarlo libremente pinchando aquí y estoy seguro que a algún que otro DJ le interesará, asi como a oyentes en general.