Rockshots Records © 2017

Tracklist:

1. Hands of Fire
2. Angels in the Shadow
3. Fight of the Bumblebee
4. Moonlight Sonata
5. Air "The Day After"
6. Devil's Steps
7. Prayer to God
8. Prog-Fantasy
9. Falling Stars
10. My Dear Chopin
11. Asturias (Leyenda)
12. Adagio in G minor
13. Metal Piano Sonata, op. 13

Desde que conocimos al maestro Mistheria, que fue gracias al virtuosos bajista Alberto Rigoni con quien colabora en alguno de sus discos y también en el Vivaldi Metal Project, seguimos con interés la carrera de este imponente tecladista, herederos de los más grandes pianistas de todos los tiempos y los grandes de los teclados de los setenta, Keith Emerson y Rick Wakeman. 

Gemini es un disco instrumental con trece canciones compuestas o arregladas por Mistheria e la cuerda del metal, el neo-clásico y el prog-metal. Igualmente interesante es la alineación que lo acompaña, que asombrará a algunos por ser músicos habitualmente alejados del estilo que ahora escuchamos.

Mistheria ha tocado o grabado con Bruce Dickinson (Iron Maiden), Roy Z (Rob Halford), Rob Rock (Chris Impellitteri), Mark Boals (Ring of Fire), Edu Falaschi (Angra, Almah), Neil Zaza, John West (Artension, Royal Hunt), John Macaluso (TNT, ARK, Y. Malmsteen), para nombrar a unos pocos.

El disco tiene una amplia visión musical, que por momentos nos recordará a algunas de las composiciones primigenias de Yngwie Malmsteen. Si comienzas a escuchar el disco sin conocer quiénes son los músicos que participan, te asombrara escuchar que en el mismo se ha dado un gran espacio a la guitarra. Tres guitarristas llenan esto de locura, sus nombres son poco conocidos para el consumidor medio, pero muy valorados por el conocedor: Roger Staffelbach (Artension, Artlantica), Leonardo Porcheddu (Vitalij Kuprij) y Ivan Mihaljevic (Side Effects). Se unen dos guitarristas mucho más conocidos para hacer solos, Chris Caffery (Trans-Siberian Orchestra, Savatage) y Roy Z (Bruce Dickinson, Halford). El solo de Caffery en “Angels in the Shadow” te dejará sin aliento.
 
Si nos vamos a los baterías, resulta que el famoso John Macaluso fue el primer músico al entrar al estudio, y grabó su instrumento ¡en solo un día! Si bien todos sabemos que es un maestro, su proyección en “Fight of the Bumblebee” es sencillamente de otro mundo.

A quien nunca nos esperamos encontrar tocando material de este tipo es a Steve Di Giorgio. Su trabajo en Death y Testament es destacado. ¿Quién se lo iba a imaginar envuelto en una canción de corte neoclásico como  “Moonlight Sonata”, compuesta originalmente por Beethoven. Si alguna vez puedes ver a este animal de las tres cuerdas (a veces toca con solo tres cuerdas en su bajo) en directo, no pierdas la oportunidad. Cuando estuvo con Death en el Leyendas del Rock sonó impresionante.

Otro monstruo de las cuatro cuerdas es Dino Fiorenza, de Metatrone, Steve Vai y Paul Gilbert, quien tiene una mayor participación en las canciones que ha compuesto Mistheria, más que en las que ha arreglado y pertenecen a compositores clásicos.

Aquí podrás escuchar arreglos de piezas de Beethoven, Chopin, Albeniz y Rimsky-Korsakov y también piezas originales del propio Mistheria. No vamos a negar que se nota la difere

ncia entra los clásicos y las composiciones del siglo XX y XXI, pero aun así el disco suena con un espíritu de unidad que demuestra cuán elegante es el maestro italiano.

“My dear Chopin” fue la primera composición que hizo Mistheria, hace muchos años y también encontramos composiciones que hizo por encargo, como “Angels in the Shadow” que fue hecha para el  ProgHead festival 2008 (Budapest) o “Hands of Fire” que casi siempre es la intro de sus conciertos en directo. ¿Significa esto que se trata de un álbum recopilatorio? No del todo, sino más bien es una colección de canciones instrumentales que el músico ha compuesto a lo largo de su carrera. Sin embargo, no se incluye nada del Vivaldi Metal Project.

La producción la realizó el propio Mistheria. El disco fue mezclado y masterizado por Ivan Moni Bidin en los Artesonika Recording Studio de Pordenone, Italia.  El diseño de portada lo hizo Alexis Van Houcke.

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