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Tracklist:
01. Somebody (3:04)
02. La Peregrina (11:42)
03. Falling (3:08)
04. Feathers And Tar (3:14)
05. Walk Through Fire (10:23)
06. Ripples On The Water (3:40)
07. All That I Want (3:47)
08. X Marks The Spot (1:58)
09. God On Our Side (3:30)
10. Love, Sail Away (3:12)
11. Cracks (8:50)
12. To An End (3:32)

Desde el año 1973 los progresivos Kayak están lanzando discos, y para este, su obra número 17, que mejor título.  Han ido cultivando fans por todo el mundo. Entre 1981 y el 2000 estuvieron sin hacer nada, pero con el nuevo siglo han tratado de mantener su posición como una de las mejores bandas del progresivo en su tierra natal.

Solo queda el teclista Ton Scherpenzeel. Hubo muchos cambios de alineación e incluso músicos que renunciaron en los momentos más inoportunos. Por ello Ton decidió buscar mentes frescas, nueva inspiración, nuevas energías y motivaciones.  Lo que no cabe duda es que estas canciones se han compuesto desde los teclados y su preponderancia en este CD es casi absoluta.

El vocalista Bart Schwertmann hizo una audición para el puesto, pero no fue seleccionado en primera instancia.  Otros vocalistas fueron escogidos, pero luego Ton recapacitó y volvió a llamar a Bart.  Otro de los músicos con pedigrí que acudió fue el bajista Kristoffer Gildenlöw (ex-Pain of Salvation, Neal Morse Band), pero solo aparece en una canción porque Ton Scherpenzeel es el bajista también. Con estas historias ya deben imaginarse que Ton es algo difícil.

Volviendo al disco, si eres fan de Kayak, no te decepcionaras. No importa que los músicos sean nuevos, hay mucho del Kayak de siempre en este disco.  Scherpenzeel trabajó en tres piezas extensas, que son “La Peregrina”, “Cracks” y “Walk through Fire”, en las que dejó que tanto las fantasías de su mente como los teclados bajo sus dedos corrieran libremente.

El resto son piezas más cortas, algunas de ellas con gancho incluso para ser radiadas, como lo pudiera ser “Feathers And Tar” con ese ritmo cercano al pop.

Andy Latimer de Camel está invitado en 'Seventeen’, haciendo un brillante trabajo en el único tema instrumental del disco, “Ripples on the Water”, que Ton escribió especialmente para él. Indiscutiblemente es la pieza donde se refleja el buen gusto con excelencia.  Una composición que trasciende géneros y épocas. Igualmente en este sentido es “To an End”, la balada que cierra el CD, excelente aunque no llega a los sublime de “Ripples on the Water”.

Buena salud a sus cuarenta y cinco años de carrera hay en Kayak, y esperamos que aun sean capaces de hacer algunos discos más.

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