Century Media

Tracklisting:
01.- Timewave Zero
02.- Heedless
03.- Losing Ground
04.- 68
05.- All Work And No Play Makes Jack a Dull Boy
06.- Yellow And Green
07.- Nerve Of A Sinister Killer
08.- Fences
09.- The Silence
10.- Lost In Proximity
11.- Featherweight

7/10

FEED THE RHINO es una banda hardcore / metal procedente de la localidad de Kent, Reino Unido formada en 2008 por la formación original y actual, James Colley (guitarras), Chris Kybert (batería), Oz Craggs (bajo), Sam Colley (guitarras) y Lee Tobin (voz). El sonido del quinteto procede de las bandas con las que crecieron escuchando en los 90 y principios de los 2000, incluso algo de sonido de los 70. Esas diferentes influencias son las que integran el brutal sonido de los británicos que logra un nuevo nivel con este último trabajo "The Silence", cuarto de su carrera.

El disco lo abren con “Timewave Zero”. Tras una breve intro, un riff de guitarra nos taladra la cabeza y da paso a un Tobin gritón que cambiará de registro en los coros para darnos unos buenos melódicos. “Heedless” sigue una línea muy parecida al anterior. Estrofas potentes enlazadas con grandes melodías en los coros. Con “Losing Ground” Feed The Rhino nos obsequia con un baladón de escándalo. Tras unos momentos de relajación la cera vuelve con “68” un corte de un estilo más dirigido al post-hardcore con unos grandes cambios de ritmo por parte de Kybert. “All Work And No Play Makes Jack a Dull Boy” es un tema para prestar atención en cuanto a técnica. Tiene múltiples registros a nivel instrumental, sobre todo, en lo respectivo a guitarras. “Yellow and Green” me ha parecido de lo mejorcito de este disco. La fuerza que imprime a la composición cada uno de los miembros de la banda en su campo, es espectacular.

La tralla nos viene de la mano de “Nerve of a Sinister Killer”. El tema nos va a volar la cabeza. Riffs potentísimos unidos a un ritmo demoledor y unas partes vocales salvajes, hacen de este corte, otro de los buenos momentos de este “The Silence”. “Fences” lleva ese sello noisecore de la banda con cambios de ritmo y esas voces rasgadas compartiendo momentos con tonos más melódicos. Hay momentos en que Tobin parece que se le va a salir la garganta por la boca. Es el turno ahora para el corte que da título al disco. “The Silence” es brutal. Tras un comienzo a medio tiempo, la banda rompe con una fuerza brutal al llegar al estribillo. Esa combinación entre oscuridad y brutalidad que aporta el tema, me ha parecido de lo mejorcito del disco. “Lost in Proximity” es un escaparate para lucimiento de Chris Kybert tras la batería. El trabajo que hace con su instrumento me ha parecido sensacional. Los cambios de ritmo son vertiginosos con el resto de la banda apoyando perfectamente y con unos coros en el estribillo realmente grandes. El álbum lo van a cerrar con otro trallazo como es “Featherweight”, muy en la línea a temas anteriores.

En conclusión, un buen trabajo con una gran producción que habrá que terminar de valorar con la propuesta de la banda en directo.

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