Viernes 29 de abril de 2022
Sala Luxua, BEC, Barakaldo, Bizkaia.

El pasado viernes 29 de abril tuvimos la suerte de asistir al concierto por el 20 aniversario de los heavys Barakaldeses, Vhäldemar, una fiesta a lo grande en la sala Luxua, una de las tantas salas del BEC (Bilbao Exhibition Center). Cuando lo anunciaron, muchos pensaron que era tirar demasiado por lo alto, en un recinto como este. Pues bien, fue todo un acierto. Hubo una buena asistencia y el sitio era ideal para este tipo de concierto.

La cita sería grabada en video para un lanzamiento en vivo. No todos los días se cumplen 20 años con una banda, y ellos han sabido crecer con cada álbum, y con el directo que es su fuerte. Inolvidables veladas heavys nos han regalado en estos más de 20 años de carrera. Una banda formada por grandes músicos que ponen sus talentos al servicio del heavy más tradicional y con un sonido muy puesto al día. Un grupo que ha ido siempre a más y del cual me alegra mucho les vayan bien las cosas. Todo lo que tienen se lo han ganado a pulso. Cuentan con una legión de seguidores que esta vez acudieron a la llamada una vez más para celebrar como se merecían estos 20 primeros años.

Para esta cita se hicieron acompañar de los veteranos Leize, con los que ya habían anunciado una presentación en Bilbao que fue pospuesta por culpa de la pandemia y sus restricciones. Esa presentación se convirtió en esta y vaya si ganamos con el cambio. La sala es impresionante, muy cómodo todo. Se estuvo muy a gusto todo el rato. Reinó el buen ambiente de grandes citas y la organización fue impecable. Gozaron de buen sonido y la iluminación bastante bien, aunque nos impedía ver a los baterías muy retirados para atrás en el escenario y rodeados de humos casi todo el rato.

A la hora anunciada salían a escena, Leize. El cuarteto de Zarautz, salió a por todas desde el inicio. Aprovecharon a tope los 45 minutos de los que dispusieron. Tocaron 8 canciones mezclando algunos clásicos y otras más recientes. Aunque curiosamente no tocaron ninguno de su más reciente álbum homónimo que salió en 2021 y que tan buenas críticas ha conseguido.

Liderados por el cantante y guitarrista Félix Lasa, despacharon sus temas con rotundidad y dinamismo. El bajista Toño fue sin dudas el más activo. Menudo derroche el de este hombre. Ya quisieran muchos jóvenes tener la mitad de ganas de comerse el escenario como lo hace Toño. El momento sentido de la noche llego cuando Félix dedicó el tema “Hundiéndome En La Noche”, del disco 'Cuando Te Muerden' de 2015, a su amigo Diego, que falleció hace muy poco víctima de un terrible cáncer. Un gesto que fue muy aplaudido ya que Diego era una persona muy conocida y querida en Bilbao.

Mucha soltura y grandes solos de guitarra a cargo de Mikel Lazkano, eficaz y directo. Se nota que disfruta un mundo. Una pena no ver ni un segundo al batería Ibi Sagarna, pero sí que se le escuchó certero tras los parches. En general sonaron muy bien y se les vio muy a gusto sobre las tablas. Nos hicieron pasar un buen rato.

Tocaba el plato fuerte. Era el momento de ver a los Vhäldemar en esta noche tan especial. Sonaba la intro y salían con toda la fuerza con "Black Beast" que revolvió a los ansiosos fans. Y sin apenas tiempo para asimilar el primer hachazo, tocaron “Death To The Wizard” y “1366”. El frontman Carlos Escudero imponente desde el inicio en su papel de agitador de masas. Y qué decir del maestro Pedro J. Monge, pues una locura verle tocar con tanta habilidad esos solos marca de la casa.

La primera de las colaboraciones llegaba en "Fear" y se trataba de otro virtuoso hacha, Dann Hoyos de The Space Octopus y Rise To Fall. Quien movió sus dreadlocks casi a la misma velocidad que sus dedos. Vaya par de bestias repartiéndose solos. Un par de himnos heavys: la que da título a su más reciente LP, "Straight To Hell" y "Metalizaer", ambas fueron recibidas y disfrutadas como se merecían.

La siguiente colaboración era un poco más "lógica". El vocalista Rubén Miranda, actual miembro de After Lapse y ex Krait, Iron Beast subió para interpretar "Howling At The Moon", que ya cantó para los Vhäldemar en el álbum 'Against All Kings' de 2017. Por supuesto que no faltó cachondeo de Carlos mientras nos presentaba "Bastards", uno de los temas más coreados de la noche. Carlos no dudó en bajar del escenario y recorrerse el recinto abrazando y saludado a la peña. Llegaba más hierro: "River Of Blood" y otra de las "nuevas": "Hell Is On Fire". Sonidazo aplastante. Enorme la sección rítmica formada por el sonriente Raúl al bajo y Jandro a la batería, sin olvidar los colchones de teclados de "Jonkol".

Momento para otra colaboración, esta vez Asier Roma, el voceras de los Evil Seeds, para meter sus agudos en “I Made My Own Hell”, el tema título de su segundo álbum de 2003. Les quedó genial. Carlos se quedaba embobado mirando cómo Asier enfrentaba el tema en su estilo vocal. No recuerdo si antes o después de "The Old Man", que el inquieto frontman aprovechó para presentarnos la banda. Tras "Old King's Visions (Part IV)" se marcharon del escenario dejando solos a Pedro y "Jonkol", que se marcaron un imponente duelo de guitarra y teclados. Menudos máquinas.

Tras el despliegue instrumental tocaron el épico “Metal Of The World” otra que fue muy bien recibida y luego llegaba la no menos hímnica, “Dusty Road". Habían reservado "Breaking All The Rules" para su ex batería, Edu Martínez, quien tocó en los dos primeros álbumes, pero que por un tema de salud no pudo acudir, aunque tuvieron a Jorge Cobelo como invitado. El inquieto percusionista le puso lo suyo a este temazo.

El final estaba cerca, pero aún quedaban un par de balas. Visitaban su primer disco con "Lost World". Pedro con la acústica y bueno, no podía faltar el cierre de fiesta con “Energy”, y vaya si hubo energía sobre y frente al escenario. Menuda vorágine heavy. La última colaboración de la noche, el guitarrista Hugo Markaida de Rise To Fall, y los dos cantantes invitados, Rubén Miranda y Asier Roma, tres vocalistas, dos guitarras y una locura contagiosa.

Agitando banderas y lanzándolas al público que las ondeaba con ímpetu, mientras Pedro y Hugo intercambiaban solos como si les fuese la vida en ello. Los tres cantantes abrazados y sobre el final Pedro se hizo con el bajo de Raúl y este pilló la guitarra. El público aclamando a la banda y todos contentos de lo que habíamos vivido.

Una auténtica demostración de poderío, excelente técnica, buen gusto, camaradería y comunión total con su público.

A Muerte. No os perdáis el DVD cuando salga Bastards.

Muchas gracias a la banda y a Izkar Producciones por dejarnos ser parte de esta enorme velada. 

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