Un año más los organizadores del Hellfest me invitaban a cubrir el evento como parte de nuestro sitio web. Y allí estábamos el viernes a las nueve de la mañana dispuestos a acampar y disfrutar de los conciertos. Después de un pequeño inconveniente con las zonas de acampada y una rápida acreditación me encamine hacia The Temple, uno de los seis escenarios del festival para ver a Belenos, un grupo influenciado por el black metal noruego que lo estaba entregando todo sobre el escenario a pesar de la hora 12:30 de la mañana. The Temple presentaba una cruz invertida en la zona superior diseñada con materiales de iluminación.
Aunque realmente lo que yo estaba esperando era ver a Benediction, una banda de death metal de la vieja escuela, cuyos primeros discos siempre fueron muy valorados en Cuba donde aún tiene bastantes seguidores. Desde el primer momento nos ofrecieron una actuación escénica de alto voltaje, furiosa y violenta, donde no pude identificar a los músicos que salían en aquellos interesantes discos como fueron Trascend the Rubicon o el Organized Chaos. Es algo muy común y que también nos sucede cuando estamos por mucho tiempo viviendo en otro país y al regresar esperamos encontrarnos las cosas tal y como las dejamos y a las personas tal y como las dejamos de ver. Entre los cambios de alineación y el paso del tiempo, las caras han cambiado, pero la música se mantiene intacta.
Yo jamás me imaginé que podría haber algún día a Lizzy Borden. The Murderess Metal Road Show, fue uno de los primeros conciertos que vi en video y quedé muy impresionado más por el trabajo de los dos guitarristas de la banda que por el show heredero del de Alice Cooper. Con un traje que le cubría totalmente el rostro inició el concierto con “Tomorrow never comes”, y a partir de ahí fue desarrollando su show el cual incluía cambios de vestuario o de máscara según la canción y dos chicas bailarinas come candelas, una de las cuales también fue mordida por el vampiro en el tema “Never too Young”, que terminó con el cantante bajando las primeras filas y embadurnando de "sangre" a las primeras filas. El público estuvo muy involucrado y ya desde el segundo tema, “Redrum”, Lizzy Borden puso a cantar a todo el mundo. Siendo la primera vez que venían a Francia, celebraron el momento con los acordes de La Marsellesa, que fue muy coreada por el público y seguida del tema “Me against the world”, mientras para el último tema, “American metal”, Lizzy Borden salía a escena con la bandera francesa y americana sobre su cuerpo. Un concierto donde mucha entrega por parte de la banda y del público. Horas después el grupo hizo una sesión de firmar autógrafos y se le dio también muy amistoso con todos los que acudieron a solicitar un recuerdo.
Continuaba la banda Street Dogs en el Mainstage 02. Son un grupo de Boston liderados por Mike McColgan, quien fuera el primer vocalista de Dropkick Murphys, y que lleva 10 años de carreteras, con un estilo de punk callejero con algunas influencias célticas, o sea, un tipo de música muy particular que los ha definido con la diferencia repletos de buen humor. Música hecha para ser disfrutada con una cerveza en la mano.
Mientras ellos tocaban, yo estaba muy cerca en el otro escenario para no perderme ni un segundo de la actuación de Molly Hatchet, otra banda sureña de la cual nunca ni siquiera soñé que podría ver en directo. Cuando vea las fotos ya te darás cuenta de que son los típicos americanos del sur de los Estados Unidos que venía a celebrar sus más de 30 años de carrera con un concierto que también fue muy seguido y apoyado por los veteranos dentro del público y también por muchos jóvenes a pesar de la diferencia de edad. Comenzaron con “Whiskey man”, y durante 40 minutos no pararon de desgranar muchos de sus éxitos los cuales recordaba haber escuchado sin llegar a definir los títulos de las canciones.
Salí corriendo a ver The Atomic Bitchwax en The Valley y no me arrepiento, un grupo que difícilmente volveré a ver en corto plazo, un trio poderoso, heredero del doom , el stoner y la psicodelia, con tremendos discos o conciertos pletóricos de energía. Directos, sencillos y contundentes, intensa actuación.
Me fui a entrevistar a Luca Turilli, guitarrista de Rhapsody, y luego a comer algo y buscar algo de abrigo regresando a tiempo para ver la actuación final de Turbonegro, a pesar de que su cantante de toda la vida, Hank Von Helvete, se ha marchado, el grupo no ha perdido su sello con la acertada inclusión de Tony Sylvester, vocalista de Dukes of Nothing, que intenta mantener el carisma y el sentido de las canciones de esta banda Noruega que han calificado como la mezcla entre Motorhead y Village People.
Obviamente yo estaba allí para ver a Lynyrd Skynyrd, ¿quién me lo iba a decir a mi?, abrieron con “Working from MCA”, e hicieron lo que estoy seguro que, con ligeras variaciones es el mismo show de los últimos 10,15, o 20 años, pero por una parte yo nunca lo había visto y por la otra las personas que los han visto en los últimos 10, 15, o 20 años, seguro que quieren seguir escuchando esos temas antológicos que han marcado la vida de millones de personas en todo el mundo como “That´s smell”, “What´s your name”, “Saturday night special”, “I ain´t the one”, “Simple man”, “Call me the breeze”, “Gimme back my bullet”, “Needle and the spoon” y luego de mucho hacerse rogar, “Sweet home Alabama”. Después de haber terminado esta y hacer un amargo de marcharse, momento en que me imaginé que me iba a perder “Free bird”, el grupo regresa y la interpreta de la misma manera mágica que se puede ver en los videos y escuchar en los conciertos en directos que han grabado.
Mientras tocaban los Dropkick Murphys, con su punk callejero versión celtica, me fui a beber algo para estar listo para el concierto de Megadeth. Hay quien dice por ahí que Mustaine tiene mal carácter, pues estoy seguro de que hoy no fue uno de sus días, porque el concierto estuvo magnífico y maravilloso, destacándose “Hangar 18”, donde Chris Broderick no se apega por completo a los solos originales, pero aún así suenan muy bien ya que es un espectacular guitarrista. Rescataron “In my darkest hours”, que esta noche se escuchó de forma suprema, y otros temas geniales fueron “Sweating bullets” y “Symphony of destruction”. Mustaine invitó al público a cantar dando inicio a los primeros acordes de “A tout le monde”, que fue muy bien recibida. En “Peace sells… ”, entró al escenario un hombre disfrazado de Vic Rattlehead, y en uno de los momentos finales del concierto, Mustaine invitó a un camarógrafo a que se concentrará en sus manos, en una muestra de buen carácter que me recordó a aquel Ritchie Blackmore que en el California Jam 83 le sonó tres o cuatro guitarrazos a una cámara que según él, parece lo estaba importunando.
Fue un magnífico concierto detrás del cual venía la única actuación de King Diamond en Europa durante este año. Otra de las bandas que jamás pensé ver y que ahora tenía aquí ante mis ojos. Después de haber pasado muchos años escuchando los discos de King Diamond, tuve una decepción al ver sus videos y algún que otro concierto pirata filmado con una cámara del público porque me chocaba mucho el tipo de voz a la hora de asociarla con la persona. Sin embargo, no sé si ha sido por el paso de los años el caso es que en este concierto en directo todas aquellas reservas desaparecieron ante la magnífica actuación. Comenzaron con “The candle”, en lo que al principio pensé que eran teclados grabados, pero después me di cuenta que tenían un tecladista escondido al costado derecho. Después de hacer las primeras fotos caí delante de un fanático al grupo que además de gritar cada uno de los títulos de las canciones, cantaba los estribillos con los timbres de voz tan agudos como los del propio King, y cada dos o tres minutos lanzaba una risa demoniaca. Así fue que me enteré de que venían temas como “Voodoo”, “At the graves”, y algunos otros, antes de que el King clon desapareciera tragado por la marea de público, y me dejara solo escuchando el concierto que terminó con “Halloween” y, después de hacer la ya conocida maniobra de retirarse del escenario, regresar para tocar la magnífica “The four horsemen”. Ya a estas alturas de concierto la voz de King Diamond se resintió ligeramente, pero debemos considerarnos afortunados de haberlo visto en concierto ya que el pasó por una peligrosa enfermedad de la cual no creo que esté del todo recuperado.
Al finalizar los conciertos y cuando ya pensaba que todo había terminado, una banda tomó el escenario en lo que al parecer era la filmación de un video clip. Eran los Cooper, de estilo glam setentero, y doblaron el mismo tema una tres o cuatro veces mientras el público los arropaba con su entusiasmo. Y yo fui a arroparme con mi entusiasmo a mi casa de campaña, preparándome para los conciertos del sábado 16 de junio.
Nos despedimos de este dia con una galería del público asistente. Si quieres leer lo que ocurrió el sabado 16 de junio en el Hellfest, pincha aqui
Los hermanos punkies | parejas | estilo unico | parejas | |
Todavía hay seguidores de
los Motley Crue ochenteros
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Y también seguidores
del Che Guevara
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