El sábado 7 julio Earth Wind and Fire Experience estuvo en el Circo Price. Siempre ha sido tan grande mi deseo de ver a Earth Wind and Fire que no reparé a la hora de ver que estaba el agregado de Experience, ni solicite información adicional a través de Internet para no prejuiciarme.
Efectivamente, Earth Wind and Fire Experience es la banda de Al McKay quien durante ocho años formará parte de los originales Earth Wind and Fire, y luego se ha dedicado a tocar la música de ellos con otro grupo. De esta manera sería como ver a un grupo casi original, sin poder ver a Maurice White (que no se ha muerto), a Verdine White, uno de los hombres más bellamente feos e intranquilos que ha pisado un escenario, o a Philip Bailey, pero esperaba poder ver a una banda tan profesional como la que siempre aprecié en la televisión y nunca había podido ver en directo.
Y evidentemente, a pesar de no poder reconocer que casi ninguno los músicos, me encontré a un grupo que llenó el circo Price y que puso a todo el público en pie, bailando y cantando sus canciones. Desde el comienzo del espectáculo con “Serpentine Fire” las dudas comenzaron a disiparse y aunque el segundo tema fue “Got to get you into my life”, una canción que estoy seguro que se hizo por encargo o por la invitación que recibió la banda para grabar aquel dichoso Sgt Pepper inventado por los Bee Gees o por Casablanca, no sé bien, y que no me llena mucho, yo esperaba muchas otras canciones. Hubo momentos de improvisación jazzística para destaque del saxofonista y tecladistas.
Y éstas llegaron a través de casi dos horas de concierto y tres vocalistas que repiten los registros que siempre ha tenido este grupo. Sobre todo el que hace las partes de Bailey continúa teniendo una intensa voz y hace un magnífico uso del falsete. La felicitación a España por haber ganado la Eurocopa, cayó muy bien.
“September”, “In the stone”, “Shinning star”, “That´s the way of the world”,”Can´t hide love”, “Brazilian rhyme”, “After the love has gone” y muchas otras sonaron espectacularmente bien. Los momentos cumbres del concierto en relación con mi vida personal estuvieron cuando enlazaron “After the love has gone” con “Reasons”, que me sacaron las lagrimas, no solo por el sentimiento único que se logra con esta canción, con un espectacular solo de saxo, que hizo pensar mucho al cantante antes de pasar a la parte donde voz e instrumento se unen en la melodía, sino a los recuerdos de todos mis hermanos negros, algunos de los cuales estudiaron conmigo en el Destacamento Pedagógico y otros formaron parte de mi vida cotidiana.
Otro momento especial y lacrimoso llegó con “Fantasy”. Estoy hecho un llorón. Cientos de personas bailaban, cantaban, saltaban, coreaban y disfrutaban, y les juro que yo también disfruté, y que han pasado los días y todavía tengo un recuerdo vívido de la experiencia única de ver tanto profesionalismo, dándole alma a canciones que solo se morirán cuando el último de nosotros deje de recordar los momentos vividos mientras escuchábamos algunas de estas melodías.
Para los bises, Al McKay quiso dejarnos unas palabras de agradecimiento, pero las lágrimas no lo dejaron continuar. Había vibraciones intensas esa noche. Cerraron con “Boogie wonderland” y “Let´s Groove”.
Fue un concierto alegre, donde me sentí muy bien, y donde las lagrimas no me trajeron tristeza, sino la alegría de tener amigos que recuerdo con alegría, y otros que lo serán por siempre. No estaremos juntos hoy, pero si en cualquier momento. Me hubiera gustado compartir la experiencia con ellos, pero será en otro momento.