Escrito por Tony González
Me acerqué a la Sala But para disfrutar de un concierto muy peculiar y que me parecía único. Mientras estaba en la pequeña fila, Juan Antonio de Madness puso un cartel en la puerta que decía que Graham Bonnet no actuaria esa noche por enfermedad. Esto creó un malestar generalizado entre el público que esperaba, con comentarios que iban desde “entonces a quien vamos a ver”, hasta “estos sinvergüenzas pusieron el nombre de Bonnet para atraer público, pero sabían que no iba a venir”.
Ya antes se habían caído del cartel Joe Lynn Turner y Jimi Jamison, y habían tenido que cambiar el concierto de día y lugar. Con el anuncio de estos cambios y sin disculparse por las molestias, informaban que las entradas compradas para la sala Joy Eslava servirían para entrar a But, pero para los que les fuera imposible asistir debido al cambio de día, no se les ofrecía la posibilidad de devolvérseles su dinero.
A los que habían ido a ver al antiguo vocalista de Rainbow, MSG y Alcatrazz y no les interesaban lo demás, (recordemos que en España el AOR no es un estilo mayoritario, por lo que nombres como Bill Champlin o Steve Augeri no representan mucho al lado de Joe Lynn Turner o Graham Bonnet), la organización tampoco les ofreció la alternativa de devolverles su dinero. Muy fea situación. Alguno trató de vender su entrada allí mismo con escaso resultado. De haber existido algún tipo de decoro por parte de los organizadores, además de devolver el dinero a los que no quisieron entrar, deberían rebajar el costo de la entrada al ofrecer un espectáculo incompleto en su concepción y que ya costaba bastante caro (entre 35 y 42 euros). Pero nada, la posición de los involucrados: But, Festimad y Madness Live fue la de o lo tomas o lo dejas y si no te gustó puedes marcharte (pero sin tu dinero).
N del E. La productora Madness Live! Prods se sintió molesta por estas y otras opiniones y envió un texto solicitando se publicara. El mismo lo puedes ver al final de este artículo.
Pero vamos al concierto, este comenzó con cierto retraso, al parecer para terminar más tarde y que pareciera que había durado más. El primero al salir a escena fue Steve Augeri con “Separate Ways”, seguida de “Don´t Stop Believin’” y un sonido deprimente para su casi inaudible voz. Llegamos a pensar que estaba mal de la garganta, pero al terminar su tercer tema, la aburrida pero muy gustada “Faithfully”, ya el sonido de sala iba mejorando.
La
audiencia, unas 400 personas en una sala con capacidad para novecientas, se la pasaba muy bien. Augeri anunció la entrada de Bill Champlin, quien acompañado de guitarra acústica comenzó con un tema que no ubiqué. Luego de hacer una broma que nadie entendió (por el poco dominio del idioma) interpretó uno de sus buenos temas de una etapa posterior a Chicago, antes de pasar a los teclados, donde se mantuvo el resto de la noche, para interpretar “After the love has Gone”, uno de los temas compuestos por el junto a David Foster e interpretada originalmente por Earth, Wind and Fire.
Volviendo a la etapa de Chicago, Champlin interpretó “Look Away” y “Hard Habit to Break”, haciendo la primera voz y dando la segunda a Steve Augeri, quien se ajustó inmediatamente al tono apropiado. Continuaron con “Satisfaction” del álbum Runaway.
A continuación el guitarrista sueco Tommy Denander ofreció una extensa disculpa por la ausencia de Graham Bonnet, explicó cómo fue que se fueron cayendo del cartel Joe Lynn Turner y Jimi Jamison respectivamente, y muy apenado comunicó a la audiencia que al otro día estarían en el hotel a partir de las 12 para atender a todo el que quisiera ir, algo que me pareció muy loable y me hizo sentir bastante menos defraudado, aunque llegué a pensar que ahí mismo se acababa el concierto por la forma en que se expresaba.
“Goodbye Girl” marcó la entrada de Bobby Kimball, quien ofreció el show más extenso y fue el más aplaudido de todos, ya por su carisma, ya porque interpretó canciones de Toto que aun se escuchan en las emisoras de radio de toda España. Su segundo tema fue “Gift With a Golden Gun”, también de Toto (disco Turn Back) pero mucho menos conocida.
Anunciando una canción muy popular, pasaron a “Africa”, haciendo la voz más grave el tecladista de la banda acompañante P. O. Nilsson. Finalizando el tema con un extenso e interesante solo de guitarra a cargo de Tommy Denander, dieron paso a “A Million Miles Away” también del Turn Back.
Tras otra canción de las menos conocidas, KImball comentó que en el año 1982 Toto recibió siete nominaciones a los Grammy, ganando seis con “Roxanna” y el disco Toto IV. Esta vez fue el turno del guitarrista sueco Sayit Dölen de demostrar por qué había sido uno de los elegidos. ¡Genial músico!
Luego de un amago de retirada, la banda regresó para hacer “Georgy Porgy”. Bobby Kimball presentó a la banda por completo donde destaco al baterista sueco Pontus Engborn, quien es también el actual baterista de Glenn Hughes, y sin muchos aspavientos mantuvo el reto de tocar canciones de diferentes estilos agregándoles al mismo tiempo el suyo propio.
El bajista Ken Sandin, rapado y con una larga coleta, mantuvo la energía durante todo el concierto con sus líneas de bajo y algunos coros, mientras el tecladista P. O. Nilsson hizo coros y cantó en más de una oportunidad haciendo muy buen papel. Son todos ellos músicos que arropan a las estrellas, siendo ellos mismos unos intérpretes de lujo.
Para el final se guardaron una canción que se compuso hace nada menos que 35 años y aun sigue estremeciendo a millones de personas. Ni que decir que fue “Hold the Line” con lo que calentaron la sala al rojo vivo, finalizando con ella esta agradable actuación donde los músicos dieron lo mejor de sí y mucho más, y el publico lo agradeció con muchas muestras de cariño y apoyo.
Al finalizar el concierto, Tommy Denander anunció que todos los músicos bajarían a mezclarse con el público que durante toda la noche los habían apoyado y disfrutado con el show. Al parecer, con esto quería suplir el hecho de que habían tocado poco tiempo a pesar de que la propia entrada afirmaba que el espectáculo sería “un impresionante set de más de dos horas”.
Esperando estaba a que salieran los músicos para conversar con ellos cuando los representantes de Madness Live nos echaron del local con una fría e imperativa descortesía, pues tenían programado un Meet and Greet por el que les habían cobrado a los interesados unos 75 euros. ¿Dónde quedó la promesa de los músicos? Cuando salimos la gente estaba en la calle esperando al parecer por ellos. ¿Salieron? No sabemos.
Al día siguiente en el hotel, puntual a las 12, estaba el grupo casi al completo, incluido Grahan Bonnet, quien se mostró muy cortés y amistoso, sabiendo que tiene en España a muchos que lo admiran, y se disculpó por no haber podido actuar ante cada uno de los presentes. Todos ellos esperaron a quienes quisieron ir a verles y conversar, hacerse fotos, firmar autógrafos y compartir un buen tiempo con los fans.
Al cabo de una hora me retiré dejándolos allí sin la más mínimas muestras de cansancio, y dispuestos a seguir. Aunque consideramos que el concierto fue corto (por ejemplo, Steve Augeri muy bien pudo tocar mas canciones de Journey, -que tantos éxitos tienen- no solo tres), no brindó todo lo esperado, y por consiguiente fue excesivamente caro, la atención de los músicos en el hotel y su desempeño por que los presentes nos sintiéramos bien, borró en gran medida la parte negativa. Como comentaron allí algunos de los presentes, todo lo contrario a los promotores y lo que como mínimo se entendió como falta de seriedad y afán por el dinero.
Nota
A solicitud de Madness Live publicamos esta nota donde expresan su inconformidad relacionada con algunos criterios de la reseña que puedes leer aquí.
“De: Madness Live! Prods.
Para: Tony Gonzalez
Duras y falsas declaraciones las que has realizado, además de ERRÓNEAS.
Las entradas se podían devolver desde el 12 de Abril hasta el 5 de Mayo (sí, hasta el CINCO DE MAYO DE DOS MIL TRECE) de modo que estás muy equivocado.
Por otro lado, te eché de la sala por respeto a las personas que pagaron 75€ por conocer a los artistas? no te pareció justo, tú que tanto alardeas de justiciero en tu crónica?
GRACIAS.
(haz público éste email para quedar tan ridículo como me pareces por favor)”
Cuando fui a escribir el artículo, busqué en Internet varios sitios que dieran la noticia sobre este concierto. Ninguno de ellos, los primeros que aparecen cuando los buscas en Google y por tanto los más visitados entre las webs de información sobre rock comunicaba la posibilidad de solicitar la devolución del precio de la entrada. Solo que las entradas compradas para Joy Eslava seguían valiendo para But.
Después de recibida esta nota, hice una búsqueda ampliada y encontré que otros sitios web si anunciaban esa posibilidad. Por esta razón pido mil disculpas tanto a los lectores como a los organizadores. Reitero que el día del concierto no había (no al menos en un lugar visible) en la Sala But ninguna información relativa a la devolución del precio de la entrada, teniendo en cuenta la repentina enfermedad del cantante Graham Bonnet. Había personas intentando vender sus entradas en la fila lo que sumado a la falta de información existente sobre este delicado tema, me llevaron a escribir el texto de esta manera.
Confirman los organizadores que realmente me echaron de la sala. No solo a mí, sino a los otros 400 que estaban allí esperando por los músicos. Fue el guitarrista Tommy Denander quien, de manera general y a micrófono abierto comunicó que estarían con todos los que quisieran una vez finalizado el concierto. “Mucho respeto” por parte de la organización hacia los que pagaron 75€ por un Meet and Greet, pero muy poco por el resto de los asistentes que también pagaron lo que la organización les pidió.