La banda ofreció un concierto como parte de la presentación de Backstage Madrid en la Sala El Sol. No los conocía, y me gustó mucho estar allí, porque tuve la oportunidad de ver de primera mano a una banda que lo tiene todo para estar en primera línea.

Desde el inicio con “A Good Day” nos tomó de sorpresa pues aunque ya Chema Gallego nos había comentado que estaría presente una banda de blues rock, no calculábamos hasta que punto y pensamos que sería un grupo aburrido tirando de canciones antiguas de tres acordes básicos del blues.

“Alone” nos acabó de sacar del letargo (y uso está palabra recordando que en la revista Backstage Madrid numero 3 se entrevista a Sober a propósito de su nuevo disco o gira presentando disco de idéntico título. “Touché” nos descubrió a una vocalista, Raquel Mañoso, con un amplio registro vocal y un carisma extraordinario, ratificado en la versión que hicieron del tema de The Animals, ese famoso que se llama “The House of Rising Sun” y no “The Sun of Rising Sun” como alguien en la sala cerca de mi comentaba, donde Raquel bajó su timbre para adaptarlo a una vocalización típicamente masculina, aunque saliendo de ella no perdió su feminidad.

Con “Maybe” ya comenzamos a prestarle más atención al resto de los músicos.  Llamó la atención el desempeño del tecladista Álvaro L. de Frutos, capaz de hacer solos de su instrumento en cuerda de blues y por momentos hasta jazzear un poco, demostrando que es un músico de amplia formación. Por momentos, Raquel usa algo asi como una voz en falsete, que no se si a propósito o por su timbre suena algo infantil, tambien en la dicción. Manera peculiar de cantar.

No todo fue blues, también hubo bastante de soul. Raquel anuncio la presencia de la banda en las redes sociales y que tienen disco. Me hubiera gustado obtenerlo pero no lo encontré en la Sala, posiblemente por ser una fiesta donde la banda estaba invitada y no precisamente un concierto de ellos, no llevaron el CD, pero para la próxima de seguro lo compró. Su titulo es Blowing Roads.

Mientras sonaba “Clean Up my Dirty Job” que como su nombre indica, es una canción de profundas raíces negras y donde Raquel una vez más se destaco con su poderosa garganta y su sentida interpretación de las canciones. El guitarrista Tito Pérez si bien hace por momentos rápidos fraseos, destaca por su interesante concepto de la melodía y el riff, poniendo buen gusto a cada nota.

“Along the Road” se escuchaba y mientras el baterista Fouad Dakhouch y el bajista Sergio acompañaban de manera muy cálida pasaron a “I Feeling Good”, una canción que hizo popular Nina Simone en los años 60 pero que la banda hizo al estilo de otro de los grupos que la tocan: Muse. ¿Por qué Muse se han hecho tan famosos? No lo entiendo, pero como tantas personas no pueden estar equivocadas lo estudiaremos. Esta noche a versión hecha por The Mother Wits Band no me pareció que agregara algo especial a lo ya conseguido con los temas propios del grupo.

Raquel explicó que Sergio les estaba echando una mano esa noche pues el bajista oficial, Paco López, se partió una mano ese mismo día. ¡Qué desgracia! Sin embargo Paco estuvo dispuesto y en media hora se aprendió el repertorio para estar con la banda. A partir de esta afirmación le comencé a prestar más atención, y ¡vaya como está Sergio! No solo se aprende un repertorio rápidamente sino que es incapaz de perder el ritmo y tampoco las notas, al menos no de forma apreciable. Un músico magnifico.

Con “Trust in You” y “Catching a Star” terminaba básicamente la actuación de The Mother Wit´s Band. Raquel nos había comentado antes que en las actuaciones de hoy en día ya hay que venir calentados de la casa, que si esperas a llegar al concierto par air cogiendo calor, se acaba y te dejan a medias. También que era el momento de saber si la audiencia quería mas y como por supuesto queríamos mas, continuaron con “Try Again”.

Terminaron, ahora sí, con “Catching a Star” con coro del publico incluido. The Mother Wit´s Band, con alguna que otra versión y composiciones propias dieron un repaso a la eterna música negra de raíces norteamericanas. Blues blanco, eso sí; soul, jazz, ciertos toques de funk y ligeros aromas rockeros y latinos, para crear una amalgama agradable y fácil de desgustar.

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