Breve Crónica Emotiva De Un Concierto Muy Intenso.

28, Febrero, 2015
Salón Rosado de La Tropical, La Habana, Cuba.

Fotos tomadas del sitio web de la banda: www.thedeaddaisies.com

Siempre he pensado que hay cosas en la vida que no tienen una explicación lógica, aunque a otros les parezca que esta afirmación es solo válida hasta cierto punto: La presencia de agrupaciones rockeras internacionales en Cuba, algunas de ellas muy importantes, siempre ha estado marcada por una muy positiva respuesta de público, algo que (seguro estoy) les debe haber resultado muy curioso a todas ellas, pues han estado en un país donde no se distribuye oficialmente ni su música ni su merchandise, no se ponen con sistematicidad en radio y TV, además de que en la gran mayoría de las ocasiones la promoción ha funcionado con solo unos días de antelación, a diferencia de cómo funciona ésta en buena parte del mundo actual.

La visita de la banda internacional THE DEAD DAISIES ha representado otro ladrillo en esa pared que aún no termina de construirse el rock + metal en Cuba. Contando con una promoción inusitada en los principales medios de difusión nacionales y auspiciada por el Ministerio de Cultura, el Instituto Cubano de la Música, la Agencia Cubana de Rock (ACR) y la Red en Defensa de la Humanidad, esta gira incluyó una rueda de prensa y un set acústico en la Fábrica de Arte (lunes 23), un primer concierto en el “Maxim Rock” (sede de la ACR), donde además, intercambiaron con músicos cubanos, se hicieron fotos y firmaron memorabilia (miércoles 25), visitas a Escuelas de Música, sesiones de ensayo en los Estudios Abdala y un concierto final en el Salón Rosado de La Tropical, en la noche del sábado 28 de Febrero.

Yo, avisado desde el primer día que se difundió la noticia, no hice más que seguir el periplo de este tándem all-stars por Internet, incluyendo una visita diaria al propio website de la banda, alistándome para la fiesta final y lanzándome en la mañana sabatina a la carretera otra vez, en esta ocasión junto a mi amigo “El Lile”, un personaje de mucha carretera en el rock nacional. On the road again, como reza el viejo clásico… Ya a mediodía habían varias personas merodeando el céntrico recinto de la Avenida 41 en Playa, al oeste de la capital cubana, mientras que cuando arribamos definitivamente al lugar, pasadas las 6 pm… la enorme multitud presente en las afueras presagiaba un lleno total. Las entradas comenzarían a venderse después de las 7 pm, y ya adentro además de saludar a algunos amigos, intentamos colocarnos lo más cerca posible del escenario mientras la música grabada sonaba a todo volumen y la gente (mucha gente joven) comenzaba a hacer su propio concierto…

Justo a las 9.00 pm salía a escena Juanito Camacho (conocido realizador radial y vocalista de varias bandas cubanas) a presentar el opening-act, que como en el concierto del “Maxim Rock” correspondía a una agrupación nacional. En tanto nos comentaba de la muy buena presentación de ANIMA MUNDI (quinteto cubano de prog rock encargado de abrir el primer concierto), anunciaba a David Blanco y su banda, un músico todo terreno que mayoritariamente se mueve por los derroteros del pop/rock, lo cual de seguro debe haberle quitado el sueño a muchos por aquella eterna discusión entre los rockeros cubanos de quien debe codearse en directo con los grupos extranjeros que nos han visitado…

Creo que estos fueron los treinta minutos de concierto más intensos que haya tenido David en toda su trayectoria, que roza ya las dos décadas. Obligado por el tiempo y las circunstancias a aprovechar cada segundo, apeló a varios sus temas más rockeros rompiendo con “La tierra prometida” (con ese aroma a lo AC/DC) y “Parar el tiempo”, y generando desde el primer acorde una respuesta unánime y apoteósica a la potente sonoridad bien eléctrica (arropada por un diseño de luces espectacular) que emanaba de un formato con tres guitarras (incluyendo a su hermano Ernesto, que lleva ya una carrera en solitario), bajo, drums + percussion (con la explosiva Yaimi Karell), que me hizo recordar como sonaban durante el período 2004-2007 aproximadamente. Otros temas suyos conocidos (la stoniana “Ella tiene una pistola” entre ellos) y un par de estrenos (uno de los cuales utiliza fragmentos de esa belleza llamada “De mí”, original de Charly García) estuvieron en el set presentado, el cual concluyó presentando al bajista Darryl Jones para tocar juntos ese clásico maravilloso llamado “Gimme Shelter”, evocando a la banda de Jagger & Richards entre el delirio general y yo comenzando a perder la voz gritando aquello de “¡War, children, it's just a shot away, It's just a shot away!”. ¡Oh, Dios!

Un impasse de una media hora nos vendría encima, ambientado con música grabada y muchas voces coreando tal o más cual tema. ¿Estarían listos para las 10 pm, tal como me habían comentado? Mis dudas se disiparon cuando, un par de minutos antes de lo pactado retornó Juanito Camacho al stage para presentarnos el plato fuerte del banquete, mencionando en síntesis a los ilustres visitantes y algunas de las formaciones más famosas en las cuales han militado. “Démosle la bienvenida a THE DEAD DAISIES!, gritó, y justo a las hora señalada… se hizo el milagro.

Quizás no tenga palabras yo para intentar expresar lo que sentí (lo que sentimos…) justo en el mismo comienzo del concierto: Una potencia explosiva, un feeling desmesurado, una imagen deslumbrante… o quizás eran tantas las ansias y tantas las ilusiones que caímos todos rendidos ante tanta dosis de adrenalina generada en solo segundos. ¡El griterío generalizado debió escucharse a varios kilómetros de distancia! Básicamente como sexteto (John Corabi en la voz, Richard Fortus y David Lowy en guitarras y voces, Dizzy Reed en los teclados, Marco Mendoza al bajo y coros, y Brian Tichy en la batería), THE DEAD DAISIES llegó a Cuba para mostrarnos como se cuece en directo el mainstream rock de altos quilates en el mundo. Ya con la referencia que tenía de varios amigos acerca del primer concierto en el “Maxim Rock”, estaba yo preparado para recibir una “dosis musical del Primer Mundo”… pero lo que vimos ¡superó mis propias expectativas!

De hecho la presencia de Darryl Jones y el vocalista Bernard Fowler (ambos asociados a THE ROLLING STONES desde hace más de veinte años) hay que verla como músicos invitados a la banda (así pienso yo, incluso he leído que Jones ya había pasado antes por el line-up…), pero indudablemente le reporta una mayor gama de posibilidades musicales al colectivo, palpable en piezas como “Yesterday” y “Washington” donde el aliento soul + rhythm & blues que le pone Fowler las coloca en una perspectiva muy personal. Pero en general, mucho rock´n´roll directo compatible con estéticas hard, AOR, y ese sonido 70s & 80s classic rock (aderezado incluso con incursiones en el funk, el southern rock y el blues), se dejó escuchar en el tan mencionado “templo de la música popular bailable cubana”. Miles de presentes degustamos el amplio diapasón mostrado por Corabi, los vertiginosos solos de Fortus (en no pocas ocasiones siguiendo la estela de Slash), la solidez de Jones y Lowy, el swing de Fowler, la carismática presencia y el buen hacer de Reed, la explosividad de Mendoza (desdoblándose además en un perfecto interlocutor con la audiencia, alentándonos a cada instante) y la brillantez de Tichy, el que más me impactó de todos, con un solo percutivo de primer nivel, acompañado por Yaimi Karell (que estuvo junto a la banda en varios temas) y Ruy Adrián López Nussa, que lo hizo tocar rumba y poner la clave cubana con una habilidad digna de admirar, ¡impresionante!

Ciertamente, algo que descubrí en la música de los DEAD DAISIES es que me resultó muy atractiva… ¡con solo escucharla por vez primera! Incluso, varios de sus estribillos, ¡se me pegaron como un sticker!, devolviéndole a la audiencia cubana ese carácter de conexión directa y profunda, incluso festiva, que siempre ha tenido el rock pero que muchos seguidores jóvenes desconocen. Temas como “Lock 'n’ Load”, “It's gonna take Time”, “Face I love”, “Your Karma” y “Angel in your Eyes” ejemplifican lo que digo, repletos de ganchos y envueltos en una estructura donde, a la par de los solos individuales, la concepción de los arreglos enfatiza en una sonoridad que destaque el empaque colectivo. Pero la guinda de este pastel lo fueron sin dudas, las versiones, algunas más fieles que otras a los originales, pero todas tocadas con un voltaje y una pericia que elevaron la temperatura de un recinto repleto de gente, a cotas bien altas. Tracks de FREE (“All right now”, cantado junto a Roberto Perdomo, líder de TESIS DE MENTA, y presentado por Mendoza de esta forma, “¡vamos, qué se que ésta la vamos a cantar todos!”), KISS, CACTUS, DEEP PURPLE (“Hush”, con David Blanco en la armónica interactuando con los teclados de Dizzy y generando un gran slam-friki en el lado derecho, muy cerca de mí), THE BEATLES (“Helter Skelter”, ésta junto a Beatrix López, la temperamental vocalista de TESIS DE MENTA) y Rod Stewart & THE FACES (“Stay with me”, que sonaba como un cañón), dejándome casi sin voz y con una respuesta unánime de un auditorio ya rendido ante tanta calidad y entrega desde el stage.

El esperado encore pasada la medianoche (¡era unánime aquello de ¡otra, otra!) traería a toda la banda en escena para tocar un par de sorpresas (donde se hicieron acompañar por el saxofonista cubano Michel Herrera), “Knocking on Heaven´s Door” y “Sympathy for the Devil” (“Pleased to meet you, hope you guessed my name, oh yeah”, y ni decirles de aquel grito nuestro con el “Woo woo, who who”…), que son también un par de clásicos de toda la vida… y ya yo no estaba a unos tres metros del lado derecho del escenario, sino… ¡a tres metros sobre el cielo!, rodeado de gente mayoritariamente joven, completamente extasiado, casi sin voz y con los ojos humedecidos por tanta emoción…, para entonces dejarnos saltando todos con el “Jumpin´ Jack Flash” de los STONES tras dos horas y quince minutos de gloria… ¡Rock´n´roll is my life!!!

En resumen y sin apasionamientos inmediatos, soy de la opinión que éste fue el concierto más impactante de los que he visto aquí en Cuba (sin distinción de géneros musicales), y me uno al criterio de varios amigos de que esta presencia de los DEAD DAISIES en la mayor de las Antillas ha tenido (más allá de las experiencias que cada uno nosotros haya vivido) indudablemente, una connotación histórica… Y en lo que pasa el tiempo para corroborar posteriormente si nuestra opinión fue acertada, ¡estaremos felices por haber sido parte de esa fiesta!

Fotos tomadas del sitio web de la banda: www.thedeaddaisies.com

• < Anterior
• Siguiente >