Del 2 al 5 de Junio 2016
Ballyshannon – Ireland

Escribir una crónica de un festival como el que se celebra todos los años en el pueblo natal de Rory Gallagher en honor a su héroe local, no es nada fácil. Limitarse al aspecto musical del evento no recogería ni la mitad de la experiencia del festival en sí.

Adorado en Irlanda y respetado por todos los guitarristas del mundo pero bastante desconocido por el gran público, Rory fue uno de los músicos más influyentes de la historia del blues y el rock clave en el sonido de músicos tan dispares como Brian May, Slash, Glenn Tipton o Janick Gers.

Durante los primeros días de junio, Ballyshannon se convierte anualmente en el paraíso de los amantes del blues, rock congregando durante 4 días a fans de Rory Gallagher provenientes de más de 40 países.

El cartel del festival no varía demasiado cada año ya que parece que han encontrado la fórmula de rendir tributo a su héroe con un puñado de artistas de un nivel altísimo, que realmente sienten la música y aman lo que hacen, lo cual ayuda a crear una atmósfera de amistad y buen rollo en todo el pueblo, imposible de encontrar en cualquier otro festival del mundo.

La música se celebra tanto en bares, en la misma calle al más puro estilo irlandés, como en escenarios ubicados en dos plazas del pueblo y una carpa de circo montada al lado del río, lo cual hace que te muevas por donde te muevas durante todo el día hay alguien tocando en directo a tu alrededor.

Es festival da comienzo el jueves con la presentación por parte del organizador y Donald, hermano de Rory, la proyección de la película de Taste At The Isle of Wright y una serie de conciertos en varios bares del pueblo a modo de fiesta previa.

Como aprovechando nuestra visita a la isla decidimos turistear un poco antes del festival solo tuvimos ocasión de ver dos de los conciertos del jueves.

Peter Price, gran bluesman con potentísima voz que ya nos visitó por Bilbao el pasado otoño, nos amenizó la tarde con su blues acústico repasando clásicos de Robert Johnson, Rory y temas propios. Un rato muy agradable en uno de los bares más pequeños del pueblo llamado Melly’s Bar.

Tony Dowler and Hellhounds ofrecieron un concierto bastante más eléctrico que el bueno de Peter en el Sean Og’s, otro de los bares del pueblo que estaba a reventar para cuando llegamos. Algunos temas propios, ineludibles versiones de Rory, clásicos del rock hicieron las delicias de todos los allí presentes. Siempre se las ingenian para poner patas arriba el local en el que tocan.

Con una sonrisa de oreja a oreja y ya metidos de lleno en el ambiente de Ballyshannon nos volvimos a casa a continuar la fiesta.

El viernes da comienzo la mañana en el hospital en el que Rory Gallagher nació hace ya 68 años, que hoy en día es una residencia de ancianos. Un curioso escenario para un evento único en el que Barry Barnes de Sinnerboy y Dave McHugh se van turnando para repasar en formato acústico, enchufados a un pequeño amplificador de batería, la discografía del maestro. Personalmente Barry me parece un artista con un feeling único que eclipsa por completo a Dave cuyo amontonado estilo no logro entender. Supongo que será cosa mía ya que el público en general parece adorarle. Durante este concierto sonaron Daughter of the Everglades, The Cuckoo y A Million Miles Away entre otras muchas. No hay mejor forma de empezar el día.

Barry Barnes

De ahí nos fuimos directamente al improvisado escenario en el que se convierte la acera de detrás de la estatua de Rory en el que actuaba uno de los portentos del festival: Johnny Gallagher. Este fornido barbudo demostró una vez más sus dotes vocales y su dominio de las 6 cuerdas grabándose las bases e improvisando solos por encima. Su repertorio se basa generalmente en clásicos del blues que toca con un estilo muy personal. De todo su repertorio brilló especialmente la versión de House Of The Rising Sun cuyo vídeo podéis ver a continuación.

Sinnerboy

Era la hora de los conciertos en el Big Top, el escenario principal y única parte de pago del festival, ya que al resto de conciertos se puede asistir totalmente gratis. Laundromat, una banda holandesa de versiones de Rory estaba en el escenario al llegar, pero además de ser muy buenos músicos no ofrecen demasiado. Hay que tener más feeling que técnica para hacer esas versiones.

A continuación era el turno de Bernie Tormé, quien fuera guitarrista de Ozzy, Atomic Rooster e Ian Gillan entre otros. Toda una leyenda que repasó principalmente temas de su carrera en solitario así como algún tema de Gillan, Trouble de Elvis Presley y varios temas de su etapa con John McCoy. Un concierto muy entretenido.

El encargado de cerrar la noche de viernes no era otro que El Profesor, Pat McManus, conocido por su carrera con la banda Mama’s Boys. A pesar de no ser famoso fuera de su isla, en Irlanda goza de un merecido estatus de leyenda y nunca defrauda en sus conciertos. Repasó tanto su carrera en solitario centrándose en su nuevo disco, Blues Train to Irish Town, que suena de lujo en directo. También cayeron clásicos como Needle on the Groove y Runaway Dreams en la que su violín no lució tanto como de costumbre al tener que utilizar uno nuevo desde que su equipo de toda la vida les fuera sustraído hace unos meses. Return of the G Man en honor al homenajeado, What’s Going On de Taste, Messing With The Kid the Junior Wells, Parisine Walkaways de otro de sus héroes Gary Moore. En resumen un gran concierto de un gran artista injustamente relegado a un segundo (o décimo) plano.

El sábado daba comienzo con el gran Barry Barnes,  esta vez en acústico en el Owen Roe’s, otro de los pubs míticos del pueblo. Lo bueno este hombre es que a pesar de tocar exclusivamente temas de Rory es que va cambiando de set list dependiendo del concierto con lo que siempre se hace ameno de ver.

Barry Barnes

De ahí solo tuvimos que salir por la puerta de atrás del bar para ver a una de las sorpresas del festival en el Rory’s Place: Mama Martin, una rockera irlandesa con un estilo pin up que maneja el escenario como si hubiera nacido en él. La verdad es que no sé decir si tocó temas propios o versiones ya que estaba más anonadado mirándola a ella moverse por el escenario y disfrutando de su voz que prestando atención al repertorio.

Tony Dowler’s Hellhounds fueron los siguientes en salir al escenario, esta vez con un set list distinto al que habíamos visto el jueves en el Sean Og’s. Muchos temas de Rory y una versión del Rockin’ In A Free World de Neil Young con la que todos disfrutamos de lo lindo. Grande Tony una vez más.

Después de este concierto y como lo que había en el Big Top no nos atraía demasiado, nos acercamos al The Limit, un enorme bar a las afueras del pueblo en el que estaban tocando Deuce. Una jovencísima banda de versiones de Rory Gallagher  que clavan todos los temas. Muy muy agradables de ver.

Algunos de los que se quedaron a ver al mítico Wilco Johnson dijeron que fue un gran concierto pero después de varios intentos de ver un concierto suyo, no puedo con su música así que esta vez aguanté 2 canciones y me fui a otra parte.

Volvimos al Big Top para ver por última vez al bueno de Barry esta vez con Sinnerboy dar uno de los mejores conciertos de todo el festival. Es increíble lo versátil que es este hombre. Ya sea en un bar, en medio de la calle o en un gran escenario es capaz de entretener y dar lo mejor. Supongo que será cosa del talento natural de un gran músico. Esta vez volvió a cambiar el set list tocando temas menos conocidos de Rory además de los clásicos básicos que hicieron saltar y bailar a todo el mundo. Espero que alguna vez podamos traerle a tocar por estas tierras.

Barry Barnes-Sinnerboy

El domingo suele ser el día fuerte del festival en el que cierran Gerry McAvoy y Ted McKenna, antiguos miembros de la banda de Rory y el gran (en todos los sentidos) Johnny Gallagher haciendo un concierto muy especial. Pero eso vendrá más tarde.

El día dio comienzo a las 12 en un escenario móvil montado en otra plaza del pueblo que resulta ser un anfiteatro natural perfecto ya que está en una leve pendiente.  Para abrir salieron Fresh Evidence otra banda de versiones que no me entusiasmó pero había que esperar por la zona ya que después venía el concierto matinal de Pat McManus que el año pasado fue mejor aún que el del viernes. En esta ocasión ocurrió lo mismo. El set list fue similar pero da gusto verle en un ambiente distendido a plena luz del día con la gente bailando en la plaza a la que van yendo y viniendo los nuevos  y viejos amigos con los que uno se ha ido topando a lo largo del festival. No hay forma mejor de comenzar un domingo de conciertos.

Después de este buen rato que se alargó hasta bien entrada la tarde hicimos un breve receso para comer algo y acercarnos a la estatua donde estaban tocando Francie Lenehan, Seamie O’Dowd, Georgie Gorman. Otros tres genios del blues que no necesitan nada para montarse un concierto del que todos disfrutamos bajo las crecientes sombras de los edificios circundantes. Aquí un par de muestras de lo que ofrecieron:

Esta banda está formada por el fiel escudero de Rory durante toda su carrera, Gerry McAvoy y el polivalente batería Ted McKenna que acompañó al maestro entre el 78 y el 81 que van acompañados de Marcel Scherpenzeel, un guitarrista holandés al que reclutaron de una banda de versiones. Este siempre es un concierto realmente especial ya que nadie como Gerry sabe transmitir la energía de los temas de Rory Gallagher en directo. Este señor a su edad sigue siendo pura dinamita y que mete al público en el bolsillo desde el minuto 0.

Le dieron un buen repaso a la discografía sonando potentísimos y muy compactos siempre comandados por el señor McAvoy. He de decir que en cuestión de feeling, Barry Barnes tiene más sentimiento que Marcel en muchos temas, pero no hay duda de que estos tres hachas lo clavan.

Para terminar la fiesta y después de una espera más larga de lo deseado salió al escenario el gran Johnny Gallagher para sorprendernos una vez más con sus clásicos, clásicos del rock como Rock n Roll Hoochie Koo, Hey Joe, Whish You Where Here… Un final de festival perfecto que nos deja aún mejor sabor de boca que la edición del año pasado.

Ahora solo queda esperar un año para volver a Ballyshannon a disfrutar de nuevo de la mejor fiesta del rock en compañía de la mejor gente.

www.rorygallagherfestival.com

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