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Tracklist:
1.    05.50 Am
2.    Tiempo
3.    Heavy Metal
4.    Son of a bitch
5.    El calor del infierno
6.    Traidor
7.    La fila de la agonía
8.    Pachamama llora
9.    Cabramacabra

Iván Álvaro, guitarrista de Cabramacabra, nos envió su disco. Ellos son una banda de Guadalajara formada a mediados de 2010.  ¿Pero serán de Guadalajara ciudad? Me lo pregunto porque el sonido me hace pensar que alguno de los músicos vive en uno de esos pueblos de escasa población que hay en la zona y donde el frio y la oscuridad te van poniendo en el cerebro este tipo de música.

¿Qué tipo de música? Pues heavy metal, claro, pero ellos le agregan un toque de thrash, una mínima pizca de progresivo y alguna oscuridad. De esas que en Finlandia llega a las cuatro de la tarde, pero que en Guadalajara llega cuando se acerca la noche y sabes que estas en una población que tiene el vecino más cercano a par de kilómetros y entre medias solo hay tierra.

¡Vamos!, que esta banda que ganó en el 2015 la I Batalla de Bandas de Guadalajara organizada por Sounds From the Deep en la Sala Oxido en Guadalajara me está poniendo la cabeza mala con su música. Es que ya desde la caratula comienzo a comprender lo que nos quieren decir.

La producción es algo sucia. ¿Ha sido así a propósito o por falta de recursos? No sabemos, pero el resultado es magnífico. El grupo suena intenso, crudo, primitivo y oscuro, sin embargo no suena básico. Hay en el trabajo de guitarra unos juegos de acción e interacción con momentos complejos y otros sencillamente aplastantes.

Las letras van por los caminos clásicos que trazaron las huestes metálicas en los años ochenta o quizás hasta antes.  Otros ramalazos líricos nos dirigen hacia el black death, mientras las guitarras aportan líneas thrasheras.

Entre las pistas más interesantes esta la canción título, con esa guitarra inicial que hace que el bloque de entrada te tome por sorpresa. Y aunque no sé bien porque la “Pachamama llora”, pero resulta otra de las piezas con más gancho junto a la canción título, con poema incluido. Igualmente, a otros oyentes les resultará pegadiza “Heavy Metal” y se sentirán marcados por ese acerado solo ochentero que rompe “Son of a bitch”.

Como ocurre en muchos casos, se trata de una banda que aún necesita pulir detalles y conceptos, pero este disco nos muestra no a un diamante en bruto sino a una piedra semi pulida que puede dar mucho más en el futuro.

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