Escrito por Tony González
01. XYZ
02. Metal Injection
03. Blood Shooga
04. Dead Stick
05. Omega
06. Liquid
07. Low and Disorder
08. Iron Moon
Desde que un buen día el bajista italiano
Alberto Rigoni se comunicó con
Made in Metal para ofrecernos la posibilidad de reseñar su tercer disco en aquel entonces,
Three Wise Monkeys, nos hemos hecho fanáticos de su música. Ha pasado el tiempo y entre medias Rigoni ha grabado cinco discos más, incluyendo este que saldrá en junio de este año.
“Prog Injection” es un disco de música instrumental heavy progresiva. Para esa ocasión se ha unido a dos músicos, el batería Thomas Lang (Peter Gabriel, Paul Gilbert, Glenn Hughes etc.) y Alessandro Bertoni a los teclados (Ric Fierabracci, Craig Blundell, Brett Garsed etc.). Además de hacer discos en solitario de vez en cuando, Rigoni es miembro de Bad As y además coproductor del Vivaldi Metal Project y fundador del Bassists Alliance Project.
Con el paso de los años, Alberto ha ido variando ligeramente su estilo de composición, lo que muchos llamarían evolución. De algunos discos algo más complacientes con la audiencia como el propio
Three Wise Monkeys o incluso
Overloaded, ha ido pasando a grabaciones algo más intimistas, y cuando digo intimistas no me refiero a que sean románticas o exploren el interior del alma humana, sino que explorar el deseo del propio Rigoni de avanzar en el estudio del bajo y empujar sus fronteras un poco más allá.
“Prog Injection” es algo más “comercial” que su anterior obra,
EvoRevolution. Ahora hay alguna que otra canción como “Omega”, que muy bien pudiera definirse como un instrumental de corte cinemático, con progresiones de acordes más fáciles de seguir o una pieza de corte hard rock setentero como "Low and Disorder". En el otro extremo el bajista continúa fusionando estilos, y aquí conviven fraternalmente el Rock, el Funk y el Metal, o lanza una pieza tan hermética como "Iron Moon".
Otras de las piezas curiosas es Death Stick, donde está invitado Jeff Hughell de Six Feet Under al bajo. Sin embargo, Jeff ha salido de su zona de confort para participar en una pieza llena de contratiempos rítmicos y más apegada al smooth jazz que al metal extremo con el que se gana la vida.
Si no conoces a Rigoni, tienes ahora otra oportunidad. Un bajista excepcional.