1. Odd Times 06:16
2. Countdown 07:07
3. Crazy Horse 05:22
4. V 06:54
5. Different Worlds 11:19
Seguimos la carrera de
Alberto Rigoni desde hace unos ocho años cuando sacó el sensacional
'Three Wise Monkeys' y a partir de ahí siempre hemos estado al tanto de sus trabajos. El músico también se ha ocupado de mantenernos al tanto de lo que va haciendo, ya sea en su carrera en solitario o como miembro de las bandas
Bad As, The Italians y
Natural Born Machine con
David Readman a la voz, que sacará disco en pocos meses. ¡Muchas gracias Alberto!
Sabiendo que este era otro de los discos con el batería Marco Minneman, esperábamos un CD de corte jazz rock con mucho bajo y batería, pero lo que nos sorprendió fue la invitada Alexandra Zerner quien aporta guitarra y teclados y tiene el mayor protagonismo en las canciones, como era de esperar.
Y como era de esperar, este es un disco instrumental de rock, hard rock y algunos toques de jazz. Ya desde la entrada de la magnífica “Odd Times” pensamos que se tratará de un disco de guitarra instrumental donde Alexandra maneja un amplio espectro que nos hace recordar al maestro Joe Satriani mientras Marco y Alberto juega a aportar todas sus dotes de una manera relajada que nos hace sentir que se divierten mientras van acompañando a la talentosa Zerner.
“Countdown” es una pieza algo más hermética en sus ritmos, aunque es Alexandra quien se encarga de dar el cambio con una agradable melodía de guitarra, aportando además los teclados que suenan como en los tiempos en que el Prog era lo más importante. Marco hace algo muy parecido a un solo de batería mientras el bajo y los teclados mantienen la compostura y la pieza cierra a mitad para cambiar de aires por completo, cuando le llega el turno a Alberto de dar con su bajo lo mismo cariño que cera y complejizar la canción a límites insospechados.
“Crazy Horse” pudiera haber sido una versión de algunas de las canciones rockeras del mismo título, pero resulta que no. Ahora es la Zerner quien se torna compleja mientras Marco castiga los platos y Alberto modestamente se mantiene en segundo plano. Una canción algo difícil para los que amen la belleza per se, con un toque algo espacial. En la segunda mitad Alexandra decide hacer algo shredder con un peculiar timbre que termina la pieza. La entrada de “V” le hará pensar a cualquiera que el trio tendrá un momento romántico, pero el romance dura menos de un minuto antes que el riff sencillo sobre el que Minneman cambia los tiempos, se torne interesante.
Terminan con una pieza de once minutos, “Different Worlds” que por la manera de abrir nos hace pensar que será una canción en toda regla de Prog rock de corte sesentero, pero pronto se moderniza con esas líneas de guitarra modernas mientras que Marco y Alberto vuelven a jugar entre ellos a ver quién lo hace más y mejor.
Es todo un deleite escuchar a músicos que dominan sus instrumentos al nivel maestro, jugando con los compases y las notas más complejas como si se tratará de lo más simple de este mundo. Alberto Rigoni otra vez ha hecho un disco que no venderá muchas copias pero que hará sentir a sus músicos un orgullo inmenso.