Kobalt Music Recordings

Tracklisting:
01.Goin' in the Backdoor
02.Anything Goes
03.Poontang Boomerang
04.That's When You Came In
05.Wrong Side of the Tracks (Out In Beverly Hills)
06.Now the Fun Starts
07.Pussy Ain't Free"
08.Wasted Too Much Time"
09.I Got What You Want"
10.Walk of Shame"
11.She's Tight" (feat. Robin Zander)

Los excéntricos rockeros norteamericanos regresan con su cuarto álbum, manteniendo el ritmo compositivo que acumulan. A estas alturas sobran las presentaciones de unos personajes que siguen manteniendo viva, la llama que las bandas de los ochenta forjaron en el West Hollywood de Los Angeles. Sus presentaciones en directo, donde nos deleitan con extensísimos diálogos cómicos, provocaciones, versiones y su particular pleitesía al género femenino, les ha aupado a posiciones privilegiadas en los carteles, y es que no pasan desapercibidos para nadie. Aunque a algunos les repugnan, otros no pueden negar haber pasado un buen rato disfrutando de su hilarante directo. Cachondeo y descaro que siguen ofreciendo como reclamo y que de momento les funciona.

A nivel compositivo, no vamos a esperar la quinta maravilla pero es indudable que poseen cierta calidad. Ensamblan a su manera particular la esencia de los ochenta que mencionábamos, con sus letras en clave de humor o sexuales.  Volvemos a percibir esas influencias de Ratt, Aerosmith, AC/DC, o Motley Crue por citar unas cuantas. La banda atesora muchos años de rodaje a sus espaldas, concretamente desde el año 2000 aunque hasta casi una década después, no se pusieran a sacar material propio. No se puede vivir solo de los réditos ajenos. Esa competencia contrastada, queda patente en cortes tan clásicos como “I Got What I Want” donde coinciden todos los ingredientes clave, voces envolventes, mucha melodía y un estribillo cautivador. “Goin’ in the Back Door” es un corte marca de la casa y su sonido fusila al de la propia banda. Inconfundible. “Anything Goes” se acerca al sonido añejo de AC/DC y a su receta particular de éxito, con un estribillo de la vieja escuela, difícil de sacar de la cabeza. “Poontang Boomerang” despide la energía que se reproduce en sus bolos y recuerda descaradamente a Twisted Sister. Michael Starr está muy acertado en la interpretación de la mayoría de los cortes. No faltan los mensajes subliminales “Pussy Ain’t Free” marcando un tema muy resultón y se permiten reservar de cierre otro de sus singles, la versión de Cheap Trick “She’s tight” interpretada en sus términos, y que terminará por convencer a muchos de los que les cuestionan, con la incorporación del propio Robin Zander para redondearlo en condiciones.

Los californianos siguen en la pomada con lanzamientos medianamente competentes, viviendo a su rollo, ajenos del mundanal ruido.  El resultado sigue siendo el mismo al que nos tienen acostumbrados estos años, otro disparatado álbum en su línea particular.

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