Conocimos a Rabia Pérez en aquellos días de refundación de Revi Radio por allá por Vicálvaro. Una mujer intensa, intranquila y creadora. Y sabemos que ella no se llama Rabia sino Fátima, pero para mí siempre será la representación de su propio grupo. Ya llevan diez años de formados y después de un primer disco en 2015, la banda ha decidido seguir el formato de Ep’s, sacando uno el pasado año bajo el título de “Venganza” y ahora “Un Nuevo Mundo”.

Al igual que en su trabajo anterior, "Venganza", han vuelto a contar con Alex Cappa y Pablo Rousselon, en la parte técnica, y Julen Arbiol  como batería de estudio. El sonido Cappa está presente en todo el disco aportando energía a las seis piezas nuevas. Las canciones me suenan algo diferentes.

Ya se aprecia en “Rabia” con ese alarido gutural que repetirán de idéntica manera en “Los Pajaros” ¡pudieron haber cambiado aunque fuera un poco la entonación!, pero por lo demás es una magnifica canción con una letra de Fátima que pone el dedo en la llaga. Ese es otro de los detalles del Ep, las letras no dan respiro, no hay un momento de alegría evidente, hay tanta rabia en las letras como el nombre de la banda indica.

La banda se ha despojado casi por completo de sus influencias Maidenescas para atacar con timbres más modernos y riffs cortantes. Hay momentos como en “Inmortal” donde la fuerza de las guitarras servirá de contraste a la melodía vocal. “Un Nuevo Mundo” es la pieza que mezcla lo que les queda de Iron Maiden con su dirección más agresiva y donde Fátima canta usando varias entonaciones que le dan a la pieza un aire atemorizante. Luego vienen “Los Pajaros” y siempre que decimos esta frase recordamos la inmortal película de Alfred Hitchkock y en los versos de la pieza también está presente con las referencias al miedo.

De las más modernas es “Nada es Igual” con un riff cortante que a partir de la entrada de la voz se torna entrecortado y sobre el corre una melodía de guitarra. “Nada será igual” es algo que tenemos claro, nada será igual para ti, pero todo seguirá siendo igual en líneas generales. Una pieza que desconsuela y que da paso al cierre con “Sueño Virtual” donde mezclan la velocidad del power metal con las guitarras metalizadas al máximo, mientras la voz femenina tiene una contraparte masculina breve pero efectiva.

Rabia Pérez es de las bandas que lucha por su pequeño espacio. No paseará su música por el mundo, pero tiene mucho que decir tanto lirica como musicalmente. Un deleite de disco.