Una auténtica avalancha heavy fue lo que se nos vino encima la noche del domingo 7 de octubre, en la sala Santana 27 de Bilbao, Ya veníamos preparados para disfrutar de esta celebración metálica, pero superó nuestras expectativas.
Ni el mal tiempo que se presentó ese día impidió que las huestes heavys de Bizkaia y territorios limítrofes peregrinaran hasta Bolueta para disfrutar de una intensa noche de metal con mayúsculas, si, de ese que no morirá nunca.
Los primeros en salir a escena fueron los jóvenes franceses Existance, que la mayoría no conocía de nada, pero nosotros si reseñamos en su momento su EP homónimo. Son un cuarteto con desparpajo que descargó sin piedad su material heavy a medio camino entre la NWOBHM y la vertiente americana o al menos eso me pareció a mi. Por momentos me recordaron a Dokken, Dio y también a los primeros Lizzy Borden. Buen sonido y entrega absoluta, se lo curran estos chicos.
Comandados por el vocalista y guitarra Julian Izard dieron una intensa descarga, que removió a las masas heavys con ganas de fiesta, aprovecharon al máximo su tiempo y estoy seguro que hicieron un buen puñado de nuevos fans.
Momento para ver en escena a Riot V, la corajuda banda de Nueva York, volvía a tierras vascas y no defraudo. Salieron a darlo todo ante una entregadísima legión de fans, que les llevó en volandas durante buena parte del show. El espíritu de Mark Reale estaba allí, ya sé que es mucho decir, pero Riot V han sabido respetar y llevar con dignidad por todo el mundo el legado de este gran músico.
Apetecía un montón verles defender en escena canciones del nuevo larga duración 'Armor Of Light', un discazo a la altura de su leyenda, que comenzó allá por 1977. Salieron a escena y la muchedumbre rugía para recibirles, sonaban los acordes de "Victory" la pieza que abre el nuevo LP, buen sonido y buena actitud, no hubo que esperar mucho para obtener un tema del clásico de culto 'Thundersteel', el veterano bajista Don Van Stavern alzó al cielo su botella de tequila para dedicarle un largo trago al gran Mark Reale, para descargar "Flight Of The Warrior", Todd Michael Hall es un excelente vocalista y buen frontman, junto a sus compis consiguieron echarse a la audiencia en el bolsillo. La tercera que tocaron fue "Ride Hard Live Free" del CD 'Unleash The Fire' un latigazo heavy con doble ataque guitarrero cortesía del veterano Mike Flyntz y el impetuoso Nick Lee, que no paró en toda la noche de moverse. Llegaba otro temón del 'Thundersteel', nada más y nada menos que "Johnny’s Back". Para volver a las nuevas con "Caught in the Witch's Eye" que me recuerda a otro ilustre neoyorkino, al gran Dio, ¿o soy al único que se lo parece?
No falto la hard rockera "Angel Eyes" de 1998, otro duelo guitarrero y gran trabajo de Todd en la voz. Las referencias al 'Thundersteel' fueron constantes e inevitables, "Bloodstreets" que sonó a gloria, cantada por las primeras filas. Todd sale de escena y cuando vuelve para "Take Me Back" lo hace descamisado y mostrando un torso trabajado que dejó con la boca abierta a muchas y muchos. Aunque siempre hay quien piensa que si lo exhibes es chulería, yo pienso que es mejor mostrar la mercancía, si al final se la van a comer los bichos. Tocaba disfrutar en directo de un tema que espera con ansias, "Angel's Thunder, Devil's Reign", otra de la nueva hornada que fue coreada por media sala, una pasada. Todd es dios, como canta el jodido.
En la recta final los fans más nostálgicos de los inicios del combo neoyorquino pudieron gozar con clásicos básicos como: "Swords and Tequila", la añeja "Warrior" que con más de cuatro décadas sigue sonando tan fiera como el primer día, buena parte del público coreando "Shine, shine on, through the darkness and the pain. Shine, shine on, Warrior". Los pelos como escarpias. La traca final todos sabíamos cuál sería y no por ello no disfrutamos de esta joya titulada "Thundersteel", enorme Todd y toda la banda que está en gran forma y se les ve con buena química, una hora en la que disfrutamos todos. Se marcharon dejando el escenario ardiendo para los Primal Fear.
La banda de Ralf Scheepers y Mat Sinner volvía a Bilbao con nuevo álbum de estudio bajo el brazo, el completo 'Apocalypse'. Me sorprendió que abriesen su concierto con dos temas de su primera época, "Final Embrace" del 'Jaws Of Death' de 1999 y la potente "Chainbreaker" del debut homónimo. Enorme Ralf y no solo por el físico, estuvo impecable durante toda la actuación, llegaba a todo. La primera en sonar del disco nuevo fue "Blood, Sweat & Fear", seguida de "Face The Emptiness" con teclados pregrabados.
El material más actual hizo presencia en un par de piezas seguidas, "Hounds Of Justice" que deslumbró cual relámpago en la noche bilbaina, removieron unas cuantas cervicales con riffs masivos a cargo del par de hábiles hachas Tom Naumann y Alex Beyrodt, seguida del petardazo "The Ritual" otra que me encanta. Alucinado con la voz de Ralf, da igual las veces que les vea, siempre flipo.
Volvían al 'Jaws Of Death' con el medio tiempo "Under Your Spell" también con teclados grabados, y el doble ataque guitarrero marca de la casa. A todos se les vio muy a gusto sobre el escenario, Ralf no paró de interactuar con su entregado público y Mat también hizo lo suyo. Llegaba la cabalgada heavy power "Nuclear Fire", impulsada por los tambores de Francesco Jovino, que intensidad.
Volvieron a encadenar un par de cortes nuevos, el hermoso medio tiempo "Eye of the Storm" y la crítica "King Of Madness" otra que me hechiza, ah y Ralf formidable como siempre. Prosiguieron con la robusta "The End Is Near" del 'Rulebreaker', en la que Ralf se encargó de pedir y dirigir el coro de la audiencia. Otro medio tiempo heavy, "When Death Comes Knocking", para hacer retumbar la Santana con su himno metálico por excelencia "Metal Is Forever", que gozamos. Tras esta se marcharon a camerinos.
Volvían al poco para los bises y nos deleitarnos con el baladón "Fighting The Darkness", impresionante, aunque la estiraron un poco, con coros y partes instrumentales. Para cerrar su brillante actuación escogieron "Running In The Dust", otro temazo del disco debut homónimo. Una pieza que sigue sonando tan potente y actual como en 1998. Perfecto cierre para otra gran noche de metal en la Santana 27. Fuera caía la mundial, volvíamos a casa bajo un intenso chaparrón pero con la adrenalina por las nubes, tras una efectiva dosis de heavy metal, (permíteme que insista) si, de ese que nunca morirá.