Fotos: Unai Endemaño
30 de Junio de 2017
CuBEC, Barakaldo
Al fin llegaba el esperado día de reencontrarme con uno de los grandes dinosaurios del rock, los Deep Purple pisaban de nuevo tierras vascas, la primera vez que les vi fue el 26 de octubre de 2003 en el Velódromo de Anoeta de San Sebastián. Un concierto del que guardo un gratísimo recuerdo. Han pasado muchos años de aquel primer encuentro y estaba preparado para lo que me iba a encontrar, está claro el tiempo no perdona y las grandes estrellas que nos encandilaron se van haciendo cada vez más mayores. Por lo que parece, esta será la gira final de la banda y no me quería perder esta "despedida" de una banda tan querida.
Como banda soporte estarían los Alter Brige que habían tocado en Bilbao en noviembre de 2016 y cuyo bolo consiguió excelentes críticas. Veremos más adelante mi opinión sobre sobre Tremonti y compañía.
Bueno una vez visitamos la amplísima sala cuBEC del Bilbao Exhibition Center de Barakaldo, la última vez fue con Dream Theater, pero la asistencia fue mucho menor. Al salir del metro vi que ya la fila de personas que esperaba la apertura de puertas era considerable. Esperamos a un par de amigos y luego nos pusimos en la fila, mientras esperábamos unos fuertes chubascos nos empaparon. Al entrar al recinto ya casi comenzaban su show los teloneros de lujo Alter Bridge, apenas nos dio tiempo para situarnos a la izquierda del escenario, bastante adelante.
Abrieron con "Come to Life" uno de sus temas más conocidos, del aclamado disco 'Blackbird'. Los americanos desprendían un sonido demasiado grueso, donde el bajo tenía un excesivo protagonismo para mi gusto. Esto no vario en todo el concierto, quizás se atenuó un punto pero esa fue la tónica de su sonido. Prosiguieron con "Farther Than the Sun" del álbum 'Fortress', en un inicio la mayoría de la audiencia que tenía una media de edad bastante elevada, permaneció un tanto expectante, aunque en el centro en las primeras filas había un puñado de entregados fans que estuvieron todo el concierto gozando de su banda, no faltaron féminas desperdigadas por el recinto que se contonearon con los intensos ritmos que se marcaban los Alter Bridge.
Cambio de guitarras y bajo y llegaba "Addicted To Pain" otra del 'Fortress', que de seguro sirvió para conseguir algún nuevo fan esa noche, sobre todo con los solos de guitarras de Tremonti y Miles, este último siempre con esa media sonrisa en la cara. Este pidió las palmas del respetable para arrancarse con "Cry of Achilles" y ese logrado estribillo que muchos esperaban para cantar. Una de las que más disfrute fue "Ties That Bind", contundencia y efectividad.
Tardo bastante en caer uno del ultimo LP 'The Last Hero', la escogida fue "Crows On A Wire", una que no me dice demasiado, un poco más de lo mismo, Myles Kennedy hacía las veces de maestro de ceremonias, repartiendo agradecimientos y púas de guitarra. Me pareció muy raro que no dedicasen ni una mísera mención al hecho de tocar esa noche antes que una banda tan grande como Deep Purple, ¿cuestión de egos?, ¿algún mal rollo? no lo es y no quiero especular, pero no todos los días se comparte escenario con unas leyendas como los Purple, por muy Alter Bridge que te creas.
Tras otro cambio de guitarras siguen con la "Isolation", que removió un poco al público, los primeros acordes anunciaban la llegada del medio tiempo donde la voz de Myles Kennedy toma el protagonismo le quedo muy bien, porque últimamente suele tirar mucho de ese tono nasal que me desespera. Para “Metalingus” el vocalista se despojo de su guitarra y cogió el micro para presentar la base rítmica del combo, un par de baquetazos, un rasgado del bajo y despacharon la ya mencionada y estupenda “Metalingus”. Se acercaba el final, “Show Me A Leader” que arrancaron con una introducción un poco más alargada y el broche final con la estelar "Rise Today" ante la que no me pude resistir y lance algún que otro rebuzno. Fue un show muy correcto, de una hora de duración.
Con la garganta seca corrimos a buscar alivio en las barras, pero había una cola considerable que apenas se movía, creo que era insuficiente para una audiencia tan amplia. El caso fue que hasta que no arranco Deep Purple no salimos de la jodida fila. Ya apertrechados con un buen katxis de birra buscamos sitio para ver a los Purple que abrían su show con "Time For Bedlam" una de las buenas del nuevo CD 'Infinite'. Sonido casi perfecto, aunque me sigo quedando con el del Velódromo de Anoeta en 2003, que era súper cristalino. No tardo en caer el primer tridente de clásicos básicos "Fireball" que emociono a la mayoría de los presentes, siguiendo con la groovera, "Bloodsucker", que les quedo muy bien, enseguida nos pudimos dar cuenta del protagonismo que tendría toda la noche Don Airey en los teclados y no lo digo por la camisa que lucía, jeje. Le vimos mucho en las pantallas laterales. La primera gran ovación de la nueva se la llevo la maravillosa “Strange Kind Of Woman”, una elegante interpretación que la mayoría de piezas que tocaron esta inyectada de solos de Don y Steve Morse, en su mayoría acertados, que sirven de descanso a Gillan, aunque personalmente por momentos me canso un poco la verdad.
Justo antes de arrancar con otra de las nuevas, “Johnny´s Band”, Gillan y Morse se marcaron un duelo que desemboco en esta gran composición, simple pero efectiva. A algunos maduritos a mi alrededor se les notaba un poco perdidos con esta canción y las que vinieron luego, hablo de "Uncommon Man" del ‘Now What?!’ de 2013, está la alargaron más allá de sus 7 minutos, volvimos a ver las manos de Don corretear sobre las teclas. Cada vez que Gillan, regresaba de detrás del escenario volvía con la voz un poco “revitalizada” siempre ataviado con su cami de Popeye. Por lo tanto, los descansos le venían bien. Otra de las nuevas "The Suprising" que no me disgusta, pero tampoco me dice mucho.
Los fans de los clásicos volvían a ilusionarse con “Lazy” del magistral 'Made In Japan', introducida por las teclas de Don, como no, pero Ian cogió una armónica y se sumó a la fiesta instrumental de sus compis, les quedo muy bien. Otra pasada al material más reciente, "Birds of Prey", un bello tema con empaque y clase, que en directo molo y al que el tándem formado por Don y Steve le saco mucho jugo. Para a continuación despacharse con la hard rockera “Hell To Pay” del ‘Now What?!’, para la que Steve y el bajista Roger Glover se juntaron a Gillan en el micro central y le ayudaron con los coros, Me gustó mucho como les quedo en directo. La banda salió del escenario dejando solo al bueno de Don Airey que a esas horas ya se había echado al público al bolsillo, pero para terminar de encandilarnos en su solo incluyo un trozo del "Agate Deuna" y el himno del Athletic Club, para el que un roadie le colgó al cuello la bufanda del Athletic Club, de mas esta decir que el 98% de los presentes canto el himno con fervor, imposible no emocionarse, ya sé que esto es un recurso muy socorrido y que la banda lo acostumbra hacer en las ciudades que visita, pero no deja de ser un detalle de agradecer. Vaya aplauso final.
El grupo volvía a escena a rescatar a Don que marcaba los primeros acordes del infalible “Perfect Strangers”, otra de las coreadas a todo pulmón, incluido un servidor, como no, jeje. Seguian dos temazos de mucha enjundia, como todos los del 'Made In Japan', palabras mayores, si “Space Truckin´” que revoluciono al personal mientras la pantalla central encandilaba con animaciones espaciales. Una pasada, que decir de "Smoke On The Water", en el telón de fondo se sucedían las imágenes y recortes de prensa de cuando el incendio del Casino Montreux en 1971. Mientras disfrutaba pensaba en lo mágico que debe ser que una composición tuya llegue a ser tan importante en la música mundial, que felicidad se debe sentir. Ahí canto todo el mundo uf.
Se despedían pero volvían muy rápidamente para los bises, comenzando con “Hush” de Joe South, pero que los Purple hicieron suya, imposible resistirse, temón, los pelos como escarpias uniéndome al coro masivo que se organizó. Incluyeron otro duelo teclado/guitarra que dio paso al infaltable solo de bajo de Roger Glover, muy animado como siempre. Este desemboco en el cierre por todo lo alto con la grandiosa “Black Night”, perfecto final para un bolo más que digno de una banda que se ha ido adaptando al evidente paso del tiempo. Consiguiendo emocionar a golpe de clásicos y temas de nueva hornada, interpretados de forma magistral y sincera. Me quede móvil en mano esperando la foto final de la despedida, cada uno por su lado, el último en abandonar el escenario Roger.
No sé si este será el final, no sé cuándo llegara, pero siempre tendrán mi agradecimiento y respeto por su mágica música que ha marcado buena parte de mi vida. Gracias.