Viernes 23 de noviembre
Sala Indara, Pamplona.
Cita ineludible para cualquier amante de la guitarra fue este evento albergado en la Sala Indara de Iruña, en la que Greg Howe sería el cabeza de cartel, al que le abrirían paso Jeff Aug y, seguidamente, los ganadores del 1er. Certamen de Guitarra Nova Era.
En esta céntrica sala más que acogedora que visitamos por primera vez, ambientada con estética asiática, una larga barra y cómodos asientos para los que no aguantan mucho tiempo de pie, lo primero que encontramos fue el típico stand de merchandishing pero con algo que nos llamó la atención, un bote de propinas, luego supimos por qué.
Comenzó el concierto con la actuación de Jeff Aug. Este fantástico guitarrista realizó un record hace unos años tras tocar 9 conciertos en 9 países diferentes en menos de 24 horas. Su hazaña se puede ver en YouTube, no tiene desperdicio. El set de Auf se plasma sobre una simple guitarra acústica en la que da rienda suelta a su virtuosismo, no falto de sentimiento y delicadeza.
En varios momentos pidió la ayuda de Iker (ganador sub 18 en el certamen Nova Era), para que tradujera sus palabras hacia el público. De esa manera todos se dieron cuenta de su sentido del humor al presentar canciones muy suaves y lentas haciendo referencia a los cafés que tomó en Amsterdam, o una canción dedicada a sus vecinos que tituló “Fuck the neighbours”.
Solo se valió de sus dedos (con su técnica de finger picking), su humor y algún que otro efecto de delay para hacer llegar sus canciones a espectadores profanos en sus andanzas. Uno de los temas que nos llegó especialmente fue “Lightness”.
Antes de terminar su breve concierto de poco más de media hora, nos aclaró el misterio del bote de propinas. Nos relató que durante su estancia en Barcelona, el batería de Greg Howe, Gianluca Palmeri, había sido víctima de un robo en el hall del hotel en el que se alojaban. Perdió su mochila en la que llevaba un ordenador y otras cosas de valor, así que decidieron pedir una pequeña ayuda a los asistentes.
Tras él, subieron al escenario Iker y Marcos. Iker, antes de comenzar, aclaró que las traducciones habían sido improvisadas. Sintió que se habían reído de sus traducciones pero la verdad es que la gente simplemente se rio de lo que contaba Jeff a través de él que, por cierto, tradujo muy bien.
Iker comenzó con el canon de Pechelbel para después adentrarse en un estilo neoclásico, jazzístico y metal, tocando siempre sobre una base rítmica pregrabada, que asistió su compañero Marcos (ganador en la categoría Senior del Certamen Nova Era). Éste cogió el testigo en el escenario y, utilizando sus backing tracks, también tocó de manera excelente atreviéndose con composiciones de lo más barrocas técnicamente. No se olvidó de dedicar un tema, a la altura de Guthrie Govan, para un amigo fallecido.
La intervención de estos jóvenes fue un suculento aperitivo para los hambrientos oídos de unosasistentes muy familiarizados con la escena guitarrística, que aplaudieron la iniciativa de incorporarlos al cartel.
Era el momento de que Greg Howe, acompañado de Ernest Tibbs al bajo y Gianluca Palmeri a la batería, tomara el escenario después de la presentación por parte de Jeff Aug que pidió a los asistentes no grabar ningún vídeo. Dicho lo cual, el espectáculo sonoro comenzaría con un Greg Howe pletórico, siempre concentrado en su instrumento y con una compenetración impresionante con el resto de músicos.
No faltarían temas entretenidos, y a la vez sincopados, como "Tempest Pulse"; canciones con apenas distorsión como "Jump Start"; cortes llenos de Groove y melodía como "Kick it all over" o tributos a una de las grandes influencias de Howe, Stevie Wonder, a través del funk de Wonder.
El set de Howe está cargado de un virtuosismo que se mueve alrededor del rock, del funk y de otros estilos con un envoltorio de metal neoclásico y sobre todo jazz. No le faltan guiños a frases tradicionales de blues pero siempre impera un barroquismo desinhibido.
Se mantuvo en todo el concierto un ambiente muy entretenido, a pesar de los eternos fraseos instrumentales pues la conexión con el público y la positividad en la mayoría de sus temas, invitaban a mantener la atención hacia el escenario. Imposible mover los pies con canciones como "Tease", si además puedes ver como realiza la ejecución en directo. La destreza de sus dedos da la impresión que es innata y que apenas le es necesario realizar ningún esfuerzo.
Hubo un interludio en el que Palmeri ejecutó un solo de batería magistral mientras el resto de la banda se tomaba un descanso. Tampoco faltó una pequeña parte acústica con "Key to Open" y un homenaje al gran Allan Holdsworth a través de su versión de “Proto-Cosmos” de The New Tony Williams Lifetime.
Greg Howe, que destaca por su increíble ejecución inspirada en los sonidos jazzísticos de antaño, aportando nuevas técnicas y sonoridades del siglo XXI, no se alejó demasiado de su pedalera en la que no faltan el whammy, el wha wha o el delay.
Después de semejante concierto los asistentes con un mínimo conocimiento de guitarra, es más que seguro que saciaron su sed de inspiración, y los más profanos de la sala, al tener semejante deidad guitarrística a escasos metros, aprenderían a apreciar algo más lo que comúnmente se conoce como shred, un estilo o etiqueta de la que no se puede escapar Howe. Un guitarrista que ha sido solicitado por Michael Jackson, Enrique Iglesias, 'N Sync o Justin Timberlake para dar una base consistente en sus directos. Alguien que no puede fallar, lo que pudimos comprobar esa noche en Indara, arropado con un sonido y unas luces más que idóneas.
Por nuestra parte, aplaudimos la iniciativa de acoger a músicos de la talla de Greg Howe, que nos permite ver de cerca el olimpo musical del momento y, sobre todo, por no olvidarse de la cantera y las nuevas promesas que vienen pisando con fuerza. Un gesto a tener en cuenta.