Los que no temieron a la gota fría se fueron a la Sala Independance a disfrutar de otro año más de premios y música.
Gracias a Juan Destroyer y Ana Laballo quienes nos invitaron al Rockferendum. Esperábamos ver a la We Rock Band que forman Tete Novoa y Niko del Hierro de Saratoga, y Alberto Marín y Matt de Vallejo de Ankhara. Finalmente Alberto tuvo que cumplir con su trabajo en Def Con Dos y fue toda una sorpresa encontrarnos que el sustituto era nada menos que el maestro Juan Saurín.
La noche comenzó con Mariano Muniesa agradeciendo la asistencia “con la que está cayendo”, lo cual me recordó a su tocayo Mariano Rajoy con esa misma frase, aunque el nuestro se refería a la gota fría. El día entero se lo pasó lloviendo y aun así la asistencia fue destacada. Y es que el metal no se oxida fácilmente con la lluvia.
El primer premio entregado fue el de mejor CD, que fue para Trece Rosas (Medina Azahara), recogiendo el premio los dos Manuel, Martínez e Ibáñez, cantante y tecladista respectivamente, quienes se fueron de inmediato a cumplir su compromiso de tocar en Cienpozuelos.
El cómico heavy David César salió a hacer un monólogo. No sé si es por falta de costumbre o ese exceso de exigencia que tenemos siempre los rockeros que te cuento que fue bastante bien aunque hubo algunos detalles que siempre César supo sortear. Mucho más atractivo fue el monólogo de Oscar Lujuria, hecho a base de carisma y lenguaje coloquial. Creo que ambos mejoraran con el tiempo.
Finalmente Judith Mateo tuvo su trofeo, al crearse la categoría de instrumentista femenina, y es que aun tenemos que avanzar en esto de la igualdad. Llegará el momento en que también habrá premios para guitarrista, bajista y batería femenina.
Esperaba a la We Rock Band. Son una banda de versión donde lo más importante es la conjunción de músicos que se han unido y se unirían esa noche. Algo difícil de ver en Madrid, casi imposible de ver en el resto de España y un sueño más allá de sus fronteras.
La selección de canciones es al gusto de la banda y hay canciones tan dispares como “Wasted Years” de Iron Maiden o “Separate Ways” de Journey. Tete Novoa da la talla a todos los niveles, manteniendo siempre un sello personal, y esa noche Juan Saurín soltó un arsenal de solos apabullantes, manteniendo en la mayoría de los casos la idea del solo inicial de cada pieza y a partir de ahí con los dedos corriendo locamente arriba y abajo del mástil.
Barbara Black, quien acaba de comenzar una campaña de crowfunding para grabar su nuevo disco, subió para cantar “All We Are” y luego de “I Want Out” la banda paró para continuar con los premiados, subiendo al escenario Marcos Molina de Gritando en Silencio para recoger su premio como mejor letrista y aprovechando para lanzarse con el clásico “Paranoid”.
Después de otra andanada de éxitos de la We Rock Band, que acabó con “Perro Traidor” de los propios Saratoga, se retomó la premiación recibida por los miembros de la propia banda, Tete y Niko, como mejor bajista y vocalista. También recibió premio Carlos Sanz de la We Rock, cerrada en estos momentos.
Sorpresiva la entrada de Hermes Calabria y Sherpa para tocar una canción que por el titulo creo que está de moda pro estos días en Cuba, “Resistire”. No fue la mejor interpretación de la banda, pero ver a Sherpa junto a Juan Saurin fue toda una gloria. En la presentación de Los Barones en Madrid lo bordaran como ya lo hicieron en el Leyendas del Rock 2019.
Tras este momento fue el veterano Carlos Tarque quien subió al escenario para recibir su curioso premio como ¡Banda Revelación! y regalarnos “Fool for your Loving” de Whitesnake y “Living After Midnight” de Judas Priest.
Se acercaba el cierre y Tete fue nombrando e invitando a todos los premiados esta noche para cantar “We Rock” de Dio. En el público se encontraba José Carlos Molina quien fue invitado a subir y se marcó un solo de armónica de corte blues que fue difícil de seguir por los otros músicos nacidos bajo la sombra del metal. Y es que no hay nada mejor que convivir con varias generaciones y disfrutar de lo que sienten todas ellas.
La despedida no fue abrupta, sino que Jason Cenador pinchó algo de música para el que quisiera quedarse un rato más. El Rockferendum es una fiesta que sabemos que cuesta Dios y ayuda, pero creo que no hay otro momento como este para que todos los trabajadores de La Heavy sientan que el esfuerzo tiene recompensa. Se sintió la ausencia de Mariskal Romero quien seguro nos hubiera alegrado con sus ocurrencias. ¡Hermano…..! ¡A quien se le ocurre perderse su propia fiesta! Esperamos verte pronto junto a tu equipo de siempre.