Sábado 2 de noviembre de 2019
Urban Rock Concept, Gasteiz.
En cuanto se anunció el tour de Cloven Hoof no dudé en apuntarme, porque tenía muy buenas referencias de amigos que les habían visto en su anterior visita a la Urban Rock Concept de Vitoria y hablaban maravillas de ellos. La banda liderada por Lee Payne regresaba a estas tierras para ofrecer otra velada de puro heavy ochentero.
Yo no les conocí hasta hace muy pocos años, se formaron en Wolverhampton, Reino Unido en 1979, metido en la NWOBHM estuvieron activo hasta 1990, una década de silencio hasta que en el 2000 regresaron. Han tenido muchos cambios de alineación, y si bien no consiguieron el reconocimiento de los grandes de esa corriente, tienen el mérito de persistir y mirar hacia delante, componiendo nuevo material, que destila ese regusto clásico de inicio de los 80's. Comandados por el incombustible Lee Payne, el bajista, fundador y único miembro original en esta renovada formación.
Tengo que decir que me encantan los conciertos en la Urban Rock Concept, siempre hay muy buen ambiente y el trato del personal encabezado por Maribel y Txema, es cercano y muy amable, así da gusto. Este día celebraban el cumple de Maribel, así que hubo una extensa mesa con ágapes varios para picar. Así que tras dar buena cuenta de ellos, libar algún líquido y saludar a un puñado de amigos, nos acercamos al escenario para ver a la banda soporte.
En este viaje le acompañan Injector, unos thrashers de Cartagena, Murcia, a los que apenas conocía por un par de videos. Comenzaron su andadura en 2012 y tienen un par de lanzamientos en su haber.
Su thrash metal está cargado de energía, descargaron temas muy potentes en cerca de 50 intensos minutos. En los que intentaron animar al personal que estuvo un poco frio al principio, pero que terminó agradeciendo la entrega de estos chicos.
Tienen un buen directo y se les ve con hambre. Algunas de las piezas que tocaron esa noche fueron: "Oppressive Force", "Behind The Curtains", “Deceived By God" y una digna versión de "Silen Screm" de los jefes Slayer.
Thrash Metal ortodoxo, pero con ese punto bruto que te engancha, técnicamente buenos y que le dan unas cuantas vueltas a algunos con más nombre en este estilo a nivel estatal y mejor que muchas de esas bandas italianas de thrash que nos invaden cada dos por tres.
Pues todo estaba listo para ver a los Cloven Hoof, unos que repetían por la grata experiencia anterior y otros que buscábamos conseguir lo que finalmente recibimos, una buena dosis de puro heavy metal. Desde la primera nota la comunión entre el público y la banda fue total. Energética descarga que no decayó ni un instante. Buena culpa tiene el frontman George Call que en la mayoría de ocasiones se dirigió al respetable en castellano, cosa que facilitó bastante la interacción.
Tocaron temas de toda su carrera, comenzando con “Inquisitor”, “Song Of Oprheus” está de su más reciente LP 'Who Mourns For The Morning Star?' de 2017 y luego "Highlander" para completar el triplete inicial. Ver a Lee Payne en directo es una experiencia inolvidable, tal vez pienses que exagero, pero ese hombre no para encima del escenario, se deja todo en cada tema. Yo pensé que tras 3 o 4 canciones el tipo se tranquilizaría un poco, pero que va, era como si estuviese grabando un DVD. No paró de poner poses e impulsar a su banda. Admirable actitud para estos tiempos.
Más piezas viejunas, “Fugitive” de 1988, con solos y guitarras dobladas del tándem guitarrero formado por Chris Coss y el joven Ash Baker, ambos se reparten los solos del setlist que continuaba con "Astral Rider", “Kiss Of Evil” esta última dedicada a Dio y que la peña coreó a petición de George. Además de la también añeja "The Gates of Gehenna", No falto el Happy Birthday para Maribel, cantado por George y los presentes. Un momentazo que seguro no olvidará.
El voceras se apareció en el escenario con la edición alavesa del periódico El Correo, en cuya páginas venía un reportaje de Cloven Hoof, con motivo de su visita a Gasteiz. Aunque la broma comenzó bien, no terminó de forma muy afortunada, el vocalista fingió leer que todas las mujeres pasarían por el cuarto del bajista esta noche. Tras ello presentó una de las "nuevas" “Time To Burn”, que fue muy bien recibida y continuaron con "Cloven Hoof" la pieza que da nombre al combo y que también daba título a su LP homónimo de 1984, que centelló en la noche gasteiztarra.
Fue una fiesta de principio a fin, en un ambiente inmejorable. Volvían a 1988 con "Nova Battlestar", con más solos punzantes del sonriente Ash Baker y galopadas de Lee y el joven batería Mark Bristow. Una pieza curiosa es "Crack The Whip" que suena totalmente a AC/DC. El momento más intenso posiblemente fuese con “Reach For The Sky”, con toda la sala cantando el estribillo junto a George que ponía el micro a las primeras filas, para luego bajarse del escenario y terminar cantando entre sus fans. Amagaron con marcharse pero tras unos insistentes reclamos tocaron “Laying Down The Law”, un último hachazo heavy para cerrar una brillante actuación en la que salí totalmente complacido. Me dieron más de lo que esperaba y venía buscando.
Otra gran noche de metal en la Urban Rock Concept, un garito que se ha ganado el respeto y admiración de muchos rockeros y metaleros de Euskadi, a fuerza de trabajo bien hecho y sobre todo cercanía. Algo que se echa mucho de menos. Larga Vida.