Sábado 14 de mayo de 2022
Sala Azkena - Bilbao.
Fotos: Juan Raúl
En ocasiones te tienes que decantar por un evento o por otro evento, y el sábado 14 de mayo en Bilbao, había tres conciertos muy interesantes y para públicos muy afines a ellos. Y como es lógico ante tanta oferta musical en el botxo te tienes que decidir por uno de ellos, ya que los tres comenzaban a la misma hora, y a día de hoy la ‘tele transportación humana’ no sigue estando vigente.
El primero, y en otra sala, había un concierto, donde las entradas estaban agotadas desde hace semanas atrás, y donde se celebraba el cuarenta aniversario de una famosa banda navarra ya disuelta, comando por uno de los mejores artistas que tenemos en el país. Y conocido bajo un apodo muy peculiar.
El otro concierto también iba a ser en una céntrica sala de Bilbao, y quizás por casualidad, también se celebraba otro evento donde también había otro aniversario. Esta vez de una clásica formación de heavy metal donde se celebraban su treinta aniversario. Y que precisamente rozó también el lleno.
Y el tercero, y gran protagonista de esta breve crónica, era el que se celebraba en la sala Azkena de Bilbao con dos bandas vascas como protagonistas y con bastante menos tirón que las dos anteriores, también hay que admitirlo. Una de ellas era la que estaba formada por cuatro músicos muy curtidos en los escenarios, Alma Culter. Y otra, era una banda joven que intenta hacerse un hueco en el panorama bajo su interesante propuesta musical y que se presentaban para ofrecer en directo su disco debut, Delenda Est.
Un evento donde primaba el heavy metal como principal reclamo pero presentándose con dos versiones diferentes. Medio centenar de personas fueron los testigos privilegiados de las dos actuaciones, quienes dieron lo mejor de ellos mismos. Y que de alguna manera agradaron a los allí presentes, obsequiándolos con dos soberbios conciertos.
Los primeros en salir fueron los locales Alma Culter que presentaban en vivo su debut ‘Caos’, recién salido del horno. Una sólida formación liderada por la vocalista Marilu (Neurosis, Halley86, Bang!, War), el bajista Iñaki Susunaga (As de Espadas, Talión, Lion Heart), el guitarrista Arbi (Éxodo, Anarko, LionHeart) y el batería Pako Martínez de Musitu (Halley86, Airless, Robert Rodrigo Band).
En su repertorio hubo hueco para ofrecer todo el arsenal de heavy metal clásico de los ochenta que llevan en sus venas y que se ve reflejado en su más que logrado debut. Un concierto que sirvió para ejecutar en vivo los doce temas que componen ‘Caos’ junto con el corte “Error en el sistema” que se ha quedado fuera del álbum. Y que sigue siendo un fijo en sus conciertos.
Ofrecieron un intenso show donde la vocalista Marilu ejerció de líder, cuajando ella misma una buena actuación. Al igual que el resto de la banda que se mostró muy engrasada. Son viejos conocidos y a la vez amigos, erigiéndose como el segundo líder, por decirlo de alguna manera, el enorme guitarrista qué es y que sigue siendo, Arbi. Un músico con una calidad desorbitada a las seis cuerdas y que nos volvió a demostrar toda la destreza que posee a base de latigazos guitarreros y penetrantes solos.
Los segundos en subirse a la tarima de la sala Azkena fueron Delenda Fest. Los vitorianos eran unos desconocidos por la mayoría del público presente y qué, junto a su reducida legión de fans y amigos, nos deleitaron con su extraña propuesta de metal. Ya que en sus canciones se palpan influencias de heavy metal con leves dosis de metal alternativo y contemporáneo. Con claras influencias a Evanescence o Linkin Park por poner dos claros ejemplos del amplio abanico en que se maneja esta banda. Todo ello acompañado por leves pasajes prog transmitiendo oscuros pasajes sonoros y por el metal sinfónico, y quizás dramático, que desprendía la voz de su vocalista Irenka Pastor. Quién se encontraba acompañada por la guitarrista Sara Mauleon, el guitarrista Javi Martinez, el bajista Sergio Ocio y el baterista Víctor Ruiz.
Una joven formación que tienen en el mercado su debut ‘The Odd One’. Y como era lógico fue el eje principal de su actuación. Ofreciéndolo al completo donde alternaron el orden de las canciones que aparecen el álbum para mezclarlas de tal manera, consiguiendo facturar un show bastante pesado pero intenso cargado por diferentes y continuos cambios de ritmo. Los cuales pueden llegar a descolocar pero que una vez inmerso y metido en su diferente propuesta musical queda simplemente disfrutar de ella y de sus más que complejas y enrevesadas composiciones.
Tal como dijeron, tanto la vocalista Irenka como la guitarrista Sara, que la música, en este caso el metal, es y sigue siendo una gran terapia para seguir afrontando nuestros particulares retos en la vida. Unos jóvenes músicos que también ofrecieron su mejor cara y que se les notó muy alegres y bastante compenetrados, todo ello a pesar de su corta trayectoria. Sorprendiendo a más de uno por su enorme desparpajo.
Hay que afirmar que entre todos ellos cuajaron otra soberbia actuación. Desgranándonos magistralmente los diez cortes que componen su primer disco ‘The Odd One’. Y que en su concierto hubo momentos para que Irenka se sentara en las pequeñas escaleras del escenario animando al público para encender los flashes de los móviles. Y también hubo momento para que Sergio, y fuera del escenario, animara al personal a agacharse para después levantarse al ritmo de su galopante ritmo y penetrantes melodías que desprendía tanto él como el resto de su compañeros. Protagonizando entre todos su momento más estelar y cercano hacía el sorprendido público.
En definitiva, y alejados de las multitudes, fueron dos shows bastantes diferentes entre sí pero con un denominador en común: la pasión y que el heavy metal sigue estando vigente pese a que a algunos lo quieran seguir enterrando. Y así da gusto asistir a eventos con mucho menos tirón. Ya que en ellos percibes esa enriquecedora pasión que llevan los músicos implicados por la música y en esta ocasión, por el metal. Que a fin de cuentas, es lo que nos sigue animando a ir a conciertos para seguir descubriendo nuevas propuestas como la de Delenda Est, y otras con rigor mucho más clásico y atemporal como la de Alma Culter.