Polideportivo de Villena, Alicante
Luego de una jornada anterior extenuante, donde abrimos y cerramos el evento, el jueves nos fue imposible estar a primera hora. Lujuria es una banda que siempre está en el Leyendas y en los últimos años las diatribas de corte político y social sustituyen a las de alegre doble sentido y burla a la moral mojigata imperante. Teniendo en cuenta esta situación decidí saltarme el concierto.
Pero a Jinjer no había manera de perdérselos. Conocemos varias bandas de Ucrania y todas estan en una situación comprometida por causa de la invasión rusa, pero el gobierno, conocedor de la simpatía que puede traer por el país la presencia de la banda más reconocida internacionalmente en estos momentos, les dio permiso de salida para los festivales de verano europeos. La calidad de Jinjer y el impacto mediático de la guerra influyeron en la asistencia de público y también en el precio del merchan donde las camisetas de esta banda eran las más caras de todo el stand y aún así muchos compraron, algo que es comprensible, sobretodo la camiseta con la imagen del símbolo de la paz en una rueda dentada, imagen del telón de fondo. El sonido se cortó brevemente, un sonido mucho mejor que el día anterior, que nos permitió disfrutar de piezas como “Call me a Symbol” y “Teacher Teacher”. Cuando terminaron de tocar “Perennial”, la rabia de la ejecución y la perfección de los músicos me hizo comentar con el desconocido de al lado el impacto sufrido. Al final se hicieron la foto de rigor con una bandera patria ofrecida por un fan allí presente.
Cambio radical con la alegre entrada de los suizos Gotthard. Aun recuerdan a Steve Lee, por supuesto, pero el luto ha finalizado y esto se hizo sentir en la alegre interpretación de las canciones y la energía de la banda. El mejor concierto de Gotthard después de la desgracia, indudablemente. Desde “Every time I Die” pasando por la versión de “Hush” que sonó como si fuera propia. Nic Maeder salió comprometido con el trabajo y el deseo de agradar y alegrar la tarde de viernes, y lo lograron con creces hasta su versión de “The Mighty Queen”. Los músicos demostraron que hay que pasar página y ha comenzado una nueva etapa, la de “the river must flow”.
Regresaban los Blind Guardian al Leyendas y este concierto, como mismo estaba ocurriendo de manera casi absoluta, fue mejor que el ofrecido la vez anterior. A pesar de que tienen disco a las puertas de las tiendas, su recital se inspiró en el 30 aniversario del “Somewhere Far Beyond”, y tú mismo lo puedes decir: ¿Quién va a despreciar un plato fuerte como ese? Contrastaba mucho la voz de Hansi Kürsch cuando hablaba, casi susurrante, y al cantar, desplegando su torrente de voz a golpes de diafragma. Comenzaron con dos clásicos, “Into the Storm” y “Welcome to Dying” antes de tocar el disco mencionado íntegramente y en order, dejando para los bises otros clásicos como “Lords of the Ring” y “Mirror Mirror”. ¡Tremendos!
Una de las oportunidades que nos da el Leyendas del Rock es la de ver a bandas que de otra manera ya habrían pasado por escenarios menores en ciudades anodinas, caso Heavy Pettin. En los ochenta, un amigo tenía el disco “Letting Loose” y por alguna razón me enamoré de su primera cara al punto que aun recuerdo algunas de las letras. ¡No podía perdérmelos aunque su concierto fuera una basura…y no fue así. La banda hizo una actuación alegre, lleva de chistes por parte de Steve “Hamie” Hayman y los suyos. Con la voz incólume, Steve afrontó las piezas que aun guardo en mi corazón como “In and Out of Love”, “Love Times Love” y “Devil in her Eyes”, dándonos tremendo alegrón, que para eso sirve la música, para hacer que la vida se vea más bella.
Regresaba a ver a Alestorm en el “Jesús de la Rosa” y aunque la audiencia era inmensa y disfrutaban como locos, confieso que es una banda que no me acaba de entrar. Fue la primera vez que comenzaron a llover cuerpos hacía el foso, con el cabreo de algunas familias que estaban incrustadas a la reja para que sus hijos vieran el alegre show. Lo de hacer que la gente remara en el imaginario barco fue una genialidad y canciones como “Mexico”, “Zombies Ate my Pirate Ship” y otras reventaron de alegría toda la zona. Indudablemente, una banda que sabiendo reírse de sí mismos y de los demás, ha logrado el respeto de gran parte de la audiencia.
Todo lo contrario me ocurre con The Darkness. El mejor sonido y las mejores luces del Leyendas para ellos, presentando su nuevo disco “Motorhead”. Estos sí que alternaron nuevo y clásico: “Welcome Tae Glasjae”, “Barbarians”, “One Way Ticket” y muchas más. Justin estuvo especialmente efusivo y cariñoso y para los más observadores no pasó por alto sus continuas miradas de complicidad a alguien fuera del escenario en la zona izquierda. Nos dio las gracias mil veces, nos dijo que nos quería quinientas, y al final dejó una frase que me dejó preocupado: “Los queremos, no los vamos a ver más nunca en la vida, pero los queremos”. Cerraron con una versión minimalista de “Dancing in the Dark” antes de atacar el “I Believe in a Think Called Love” que no pierde alegría a pesar de los años, aunque sí el carácter paródico de sus inicios.
Comenzamos a disfrutar del concierto de Saratoga antes de caer rendidos. Tete recordó que estaban celebrando los quince años del Leyendas y los treinta de Saratoga y de verdad que la banda está como en sus mejores momentos, es lo que da mantener un núcleo compacto durante varios años. El Estepario Siberiano toca como una bestia y la banda sobre esos tambores se siente súper segura, permitiendo incluso a Niko del Hierro jugar con su bajo. Pasadas las dos de la mañana, terminó la música para mi, pero no para ellos que estuvieron cuarenta minutos más agitando a los sobrevivientes.
Una selección de videos de los conciertos los puedes ver aquí en resolución 4K