Sábado 14 de enero
Groove, Portugalete
Fotos: Juan Raúl
Puntuales como siempre, y ante una Groove bastante poblada, Dormanth se subieron a las tablas a rendir cuentas en directo de su último trabajo, el single 'State of Mind/Lobotomy'.
El sonido fue potente, pero me pareció que en algunos momentos se hacía un poco pelota y las líneas melódicas no terminaban de sonar del todo nítidas, pero a ellos no les importó. Le echaron ganas, como siempre, y su concierto fue un dechado de fuerza y actitud. Cayeron, entre otras, “Black Moon”, “The Origin”, "Tragicomic Day, Fire" y una versión del "Keep On Rotting In The Free World" de Carcass.
Jugaban en casa y eso se notó, pero no se acomodaron y lo dieron todo dejándonos más que satisfechos. Destacar que ahora el bajista Isma hace coros, lo que refuerza algunas partes y a Óscar le permite ir cambiándose de puesto para cantar, mejorando aún si cabe la puesta en escena.
Tras el consabido rato de espera, los músicos de Imperia tomaron el escenario y empezó a sonar la intro, momento en que la vocalista Helena Iren Michaelsen hizo su aparición.
Pese al importante cambio de estilo entre las bandas (Imperia tocan un metal sinfónico alejado del death melódico de Dormanth), el público estuvo volcado con la banda desde el primer minuto.
Con un mito de la escena metalera como Jan Yrlund a la guitarra (me acuerdo de él de sus tiempos en Ancient Rites), el show de Imperia fue, principalmente, el show de Helena Michaelsen. Así como los músicos se mantuvieron bastante quietos durante el concierto, ella no paró quieta, gesticulando y animando continuamente. Además, a nivel vocal se cascó un señor concierto, pasando del registro melódico al operístico y de ahí al gutural, prácticamente sin esforzarse.
Algunos de los títulos que interpretaron fueron: “Touch Your Hand”, “Broken”, “Dream Away”, “Let Down”, “Flower and the Sea” y cerraron con “The Calling”. Su concierto estuvo entretenido y sorprendieron gratamente a aquellos que menos les conocíamos.
Así terminó la noche, contentos y satisfechos después de haber gozado de dos buenas bandas con un potente directo.