El domingo a las tres de la tarde estaba listo para ver con mucha curiosidad a una banda cuyo nombre, dicho en español, tiene una buena sonoridad: Danko Jones. Su estilo alternativo tuvo una aceptación media en cuanto a público. Algunas de sus canciones levantaron la alegría de los presentes.
Por primera vez me dirigí al escenario Valley para ver a Spiritual Beggars, que presentaban su disco, Earth Blues. Todos los instrumentos sonaban muy bien y desde el primer día los asistentes decían que el Valley era de todos los escenarios pequeños el que más duros sonaba. Efectivamente, con “Wonderful World”, “Wise as a Serpent” y otras canciones quedaba demostrado la compacta banda que son en el escenario. Un peso especial han tenido los teclados que sonaron potentísimos durante todo el concierto. Black Sabbath acaba de sacar un disco 13, pero los amantes de estos sonidos no tenían que esperar tanto pues sus hijos, Spiritual Beggars, siguen la huella de los maestros con creatividad.
Volvimos al Main Stage 1 para ver por segunda vez en varios días a Newsted, después de su actuación en el Sonisphere Madrid. Fue la primera banda en tener un problema de sonido cuando el bajo dejó de escucharse tanto en el escenario como para el público nada más comenzar, aunque la banda resolvió con todo el profesionalismo del mundo, continuando la canción mientras los técnicos resolvían el problema.
“Soldierhead” no podía faltar, y mientras agradecía al público, iba desgranado tema tras tema como “Skyscrapper” y el resto de los temas de su disco Metal más alguno de los que estarán en su próximo álbum Heavy Metal Music que saldrá el 6 de agosto. Newsted ha caído muy bien como banda en toda esta gira, y aunque cierra con “Whiplash”, un tema de Metallica que ni compuso ni grabó y que realmente sobra en este repertorio, son sus temas nuevos los que debe representar y no vivir de la sombra de su anterior grupo.
Voivod tuvieron la delicadeza de expresarse en francés. Presentando canciones de Target Earth y también de su amplia carrera pues ya son treinta años sobre la escena. Cierran con “Astronomy Domine” original de Pink Floyd. Phil Anselmo, hiperactivo en estos últimos dos días, se subió una vez más al escenario para cantarla con ellos, y la banda enardecida decide hacer un tema extra, pasándose del tiempo establecido.
Gojira venía con todos los ases al descubierto y jugando en su propio terreno, pues son de la casa. La gente empieza a volar y Joe Duplantier nos pregunta: “¿Quienes son franceses?” creando una ensordecedora algarabía. Además de tener a la audiencia ganada por su nacionalidad, L'Enfant Sauvage es un disco magnifico. El baterista Mario Duplantier (son hermanos) está realmente violento con el doble bombo y Joe pide también otro Wall of Death, al que cataloga como “Le Mure de L´Amour”. Los hermanos Duplantier intercambian instrumentos por un momento y al final se despiden en múltiples idiomas.
Aquí tengo que dedicarle unas líneas al equipo de seguridad del Hell Fest. Por lo general cuando en alguna reseña de conciertos se habla de ellos se les cataloga ofensivamente, pero aquí quiero reconocerles su trabajo. Fuerza y delicadeza, intentando rescatar a los que vienen volando, tomándolos por detrás de la nuca para evitar que se golpeen la cabeza, poniendo en riesgo su propia columna vertebral para evitar un accidente, y al mismo tiempo sin soportar ninguna tontería. Cortesía y fuerza, algunos de ellos me hicieron recordar a “The Gaul”, ese personaje de la serie Espartaco. Este domingo ha sido el día de mayor violencia en el mosh pit y allí están todos, aguantando el chaparrón de cuerpos lo mejor posible. A los extremos del escenario han tenido que crear un pasillo extra para que los que son rescatados puedan regresar de nuevo a las filas de donde salieron despedidos junto al escenario. ¡Momentos gloriosos! Dan deseos de entrar en el tumulto.
¿Qué hace aquí Symphony X?, me pregunté. Por poco me voy a comer algo, pero decidí darme una oportunidad pues sería la primera vez que vería a un guitarrista tan técnico y veloz como el propio Yngwie Malmsteen. Su primera canción fue “Stand Up and Fight” y Michael Romeo, que en persona se ve menos descuidado en su físico, despliega todo su virtuosismo. Luego de “Sins and Shadows” me encaminé a comer algo, pero la voz de Russell Allen me detuvo y quedé disfrutando del concierto. Magnifico cantante en directo, aun mejor que en estudio. Muy buena banda.
Stone Sour y Moonspell tocaban a la misma hora, pero la curiosidad por ver a Corey Taylor me ganó. El junto a James Root comparten aquí banda con Slipknot. Ofrecieron muchas canciones de sus nuevos discos House of Gold and Bones 1 & 2, más una versión de “Children of the Grave” de Black Sabbath. La actuación fue buena pero la selección de canciones me pareció floja y tendiente al romanticismo con un pequeño set “unplugged” que apagó el entusiasmo de más de uno. Afortunadamente el cantante tiene carisma y experiencia y cuando volvió a las canciones fuertes logró de nuevo motivar a la audiencia. Se oyeron canciones como “Say You´ll Haunt Me”, “30/30 – 150”, “Hell and Consequences”, “Get Inside” y otras.
Tampoco había estado nunca en un concierto de algún artista ganador de Eurovisión, así que me fui a ver a Lordi, quienes también tienen nuevo disco, To Beast of Not to Beast. Invitaron a Jay Jay French de Twisted Sister para un tema, tal vez por aquello de la relación que puede existir entre dos bandas que utilizan maquillaje, aunque Jay Jay ya no lo use. Lordi es un grupo que intenta ser algo así como unos grotescos Kiss. La nueva tecladista tiene la delicadeza de hablar en francés mientras suenan algunas canciones que también pudieran estar en Eurovisión por su estructura. No se olvidan de “Hard Rock Hallelujah” su éxito más conocido, “Mosnter Monster”, y canciones nuevas como “Sincerely With Love”. El show cierra con un par de chicas escupefuegos.
Volbeat ha logrado triunfar con un amplio espectro musical, ya que lo mismo hacen rock and roll que rockabilly que hard rock que heavy metal, y aquí están como cabezas de cartel del Hell fest 2013. Barney Greenway de Napalm Death se subió con ellos a cantar, muestra de la versatilidad de una banda que nos pudiera parecer mucho más suave en sus discos que en directo. Rob Caggiano, quien se había ido de Anthrax diciendo que no quería estar más en el negocio musical, aparece aquí. Caen “Sad Man´s Tongue”, “Fallen” y “16 Dollars” antes de que Michael Poulsen pregunte si nos gusta Judas Priest y arrancan con “Breaking the Law” hasta el primer estribillo. También hace una mención de recordación por Jeff Hanneman de Slayer e interpretan “Reign in Blood” para que la audiencia haga mosh pit una vez más, hasta la parte de la letra. Continúan con “My Only One” y cierran con “Heartbeat Slowing Down”.
Poca gente quedaba para disfrutar de Ghost. Debía cerrar Danzig pero este mismo día anuncian el cambio y cerraran los suecos mientras el americano pasa al Valley permitiendo que solo seis revistas especializadas puedan fotografiarle.
Ghost me habían dejado indiferente tirando a frio en el pasado Sonisphere Madrid, y había quien decía que el problema fue que tocaron sin las luces. También tuvieron problemas con los samplers que salieron fuera de tiempo. No me explico como una banda con un estilo tan simple necesite samplers, pero parece que sí. El caso es que me quedé para darles otra oportunidad y ver si son tan planos como en Madrid. Tengo que decir que la banda mejora muchísimo con un espectáculo apoyado por luces y buen audio. Aun así, y si no están de acuerdo pueden dejar sus opiniones al final, pienso que Papa Emeritus tiene una voz normalita y sobre el escenario está muy tieso, posiblemente para que no se le caiga toda la parafernalia que lleva arriba, y los Nameless Ghoul son músicos de rendimiento medio bajo, también el baterista que todo el tiempo lleva un ritmo simple. “Elizabeth”, “A Bloody Contest”, y básicamente el mismo show de Madrid con mejor audio, con "Infestissumam", "Per Aspera ad Inferi", "Con Clavi Con Dio" y demás. Espero equivocarme y Ghost sea la banda más popular del mundo en unos años. Como curiosidad, sus camisetas costaban 30 euros, siendo las más caras de todo el Hell Fest. Ojala nadie las haya comprado por careros.
Solo me quedaba llegarme a mi tienda, recogerla, e intentar encontrar el autobús de regreso a Bilbao. Todo esto ocurrió rápido y cargado de recuerdos y con deseos de volver el próximo año, emprendimos el camino de regreso.
Como siempre, aquí les dejamos una muestra de flora y fauna. También si quieres saber lo que ocurrió el viernes picha aquí, y si es del sábado, picha aquí.