Hellfest, Clisson 21 de junio
Me acerqué a ver Of Mice and Men, una banda con la que pesar de lo temprano de la mañana alguna gente respondía y hasta algunos cuerpos volaban. Muy buena actuación a plenas 11.40 de la mañana.
Lez Zeppelin es una banda femenina dedicada a versionar a Led Zeppelin. Comenzaron con “Inmigrant Song”, continuando con “The Crunge” y una versión de “Dazed and Confused” que no fue tanto larga como aburrida. Como curiosidad la banda vale, se defienden. La guitarrista se quiere dar cierto aire a Jimmy Page y la vocalista viste al estilo Robert Plant 1971. Tocaron el riff inicial de “Bring it on Home” enlazándolo con “Black Dog”. Nada que ver con bandas muy superiores que también tocan canciones de los Zepp como Heart o Tesis de Menta, pero dan una idea que como podría sonar Led Zeppelin en sus mejores momentos, multiplicando esta actuación por cien.
Miss May I suenan muy bien, abrieron con “Refuse to Believe”, en un corto set de ocho canciones que cerraron con “Hey Mister”. Ya a estas horas el calor comenzaba a levantar y había bastante audiencia.
A catorce años del regreso a la vida de Skid Row con Johnny Solinger al micrófono, aun hay quien echa de menos a Sebastian Bach. La banda comenzó con “Let’s Go” del CD United World Rebellion, pero de las diez canciones, ocho son de la época de Seb: “Big Guns”, “Piece of Me”, “Eighteen and Life” y otras. Es lógico. Solinger canta muy bien pero al mismo tiempo es muy difícil llenar el espacio del vocalista original. Muy buena actuación y una banda muy alegre.
Buckcherry también salieron a divertirse, por un momento comenzaron los primeros compases de “Miss You” de los Rolling Stones para enlazarla con una de sus canciones. Entre las que tocaron estuvieron “Gluttony”, “All Night Long”. “Sorry” y “Crazy Bitch”.
Llegaba el momento de Extreme, que anunciaban presentar el Pornograffity al completo. Bueno, creo que ni lo tocaron completo ni en su orden original, pero no faltaron canciones como “Decadence Dance” e” It’s a Monster”, y se salieron del disco para tocar “Kid Ego” y “Play with me” donde Gary Cherone fue desafinando a extremos realmente desagradables. Por fortuna, rescatan “More Than Words”, y quien no se siente tocado con esa canción perfecta. Llegó un momento que todos los músicos pararon y dejaron al público cantandola, un momento mágico. “Crazy Little Thing Called Love de Queen y otras clásicas como “Get the Funk Out” cerraron su actuación, sin olvidar el veloz solo de Nuno Bettencourt de la melodía clásica “El vuelo del moscardón”.
Para caldear los ánimos, Dagoba, la banda de Marsella que venía defendiendo su disco Postmorten Nihil Est, abriendo con mucho apoyo y “Reptile” para continuar con “The Man You’re Not”. En 50 minutos dejaron el foso ardiendo, terminando con “The White Guy (and the Black Ceremony).
Por alguna razón desconocida, Status Quo nunca fue una banda excesivamente popular del lado de allá del Atlántico, sin embargo todos aquí la pasaron muy bien y se divirtieron de lo lindo. Incluso al regreso lo mencionaban como uno de los mejores conciertos, aunque todas las canciones lleven ese ritmo de boogie o de caballito al trote que es demasiado repetitivo. Comenzaron con “Caroline” e interpretaron quince canciones, cerrando con el exitoso “Whatever You Want” y dando el toque final con la versión original de John Fogerty de “Rockin’ All Over the World”.
Otros que repetían en el Hellfest son Hatebreed. El tema de Rocky anunció su entrada. Geniales como siempre, con momentos puntuales como “Everyone Bleeds Now”, la versión de “Ghost of War” de Slayer, y dejando para el final dos trallazos de cuidado: “I will be Heard” y “Destry Everything”.
Hubo cambios una vez más en los horarios, y para dejar una noche más calmada, adelantaron la hora de Soulfly atrasando la actuación de Deep Purple, algo muy lógico pues enlazaría con Aerosmith. Soulfy tocó tres versiones de Sepultura, pero también se basaron en su repertorio con canciones de estilo tribal como “Back to the Primitive” y otras más apegadas al hardcore- thrash americano como “Cannibal Holocaust” y “Revengeance”. Para cerrar se marcaron un par de canciones ligadas: “Jumpdafuckup – Eye for an Eye” despidiendose con unos acordes del “The Trooper” de Iron Maiden.
Todos los ingleses habidos y por haber cerca de Clisson estaban en el Mainstage 2 para ver a Deep Purple. Con un set list bastante criticado entre el público (tal vez por no estar asentado en sus ganchos de siempre) abrieron con “Apres Vous”, continuando con “Into the Fire” y “Hard Loving Man”, dos canciones que la mayoría de la audiencia joven no supo disfrutar. Llegó el momento de “Strange Kind of Woman”, terminando con un solo de Steve Morse de estilo romántico, que dio paso a “Uncommon Man”.
Don Airey comenzó a tocar su solo, que enlazaría con “Lazy”. Para “Speed Trucking” ya Gillan tenía la voz algo tocada, si bien había comenzado con muy buen timbre. Los años no pasan en vano y aun así se disfruta mucho la actuación de la banda. “Smoke on the Water” iba marcando el final de la actuación, pero aun así tuvieron tiempo para un solo de bajo de Roger Glover arropando una versión de “Green Onions”, “Hush” y “Black Night” donde curiosamente Steve Morse como parte del solo de guitarra tocó unas notas del “How Many More Times” de Led Zeppelin, parece que compró la nueva reedición del Zeppelin I y la mente lo traicionó, o a lo mejor fue a propósito.
Aerosmith llevan 44 años como banda, aun mantienen la formación original. El escenario tenía una plataforma saliente que estaba armada desde las nueve de la mañana y que fueron completando hasta las 10 de la noche, agregándole detalles. Por esta razón, los fotógrafos se vieron muy limitados para hacer fotos en el Mainstage 1, pero nosotros hicimos lo que pudimos.
Cuando esperamos algo bueno, si no es lo suficientemente bueno, nos decepcionamos. Yo esperaba a una banda decadente, pero desde que Aerosmith comenzó con “Back in the Saddle”, y Steven Tyler dando los gritos correspondientes en su “I´m back…” comencé a animarme. El resultado final fue un concierto espectacular, pero no lo voy a dejar así, les comentaré algunos detalles.
Continuaron con “Train Kept a Rolling”, una canción que han hecho propia, para seguir con momentos más modernos y “Eat the Rich”. Luego de unos saludos vino la pegadiza “Love in an Elevator”, ya coreada por miles de gargantas. “Oh Yeah”, del Song for Another Dimension fue la siguiente, para ir renovando repertorio, continuando con “Crying”, que también fue muy coreada. Y es que aunque habían veteranos cincuentones entre las filas del público, también asistían muchos treintañeros que crecieron con estas melodías.
Después de “Living on the Edge” que me recordó mi primer trabajo, y donde Steven Tyler se acercó a un lateral del escenario para invitar a Nuno Bettencourt de Extreme, a que cantara el estribillo junto a dos chicas que lo acompañaban, comenzó “Last Child”, canción para los conocedores. Joe Perry se hizo con el micrófono para cantar una canción, “Freedom Fighter”, de su disco solista. Unas pantallas gigantes nos mostraban a un Steven Tyler con la mejilla marcada por un beso femenino y unos dibujos en el brazo izquierdo, un lunar de canas que debe estar ahí a propósito, y un hombre que posiblemente haya pasado por cirugía estética, sin llegar a ser una máscara de sí mismo. Eso sí, toda la banda tiene brillantes sonrisas de miles de dólares.
Era el cumpleaños del baterista Joey Kramer, y hubo tarta incluida y coro de felicitación por parte de toda la audiencia, continuando con un par de clásicos de esos que suenan mejor en directo que en disco, “Same Old Song and Dance” y “Rats in the Cellar”, la canción que inspiró a Ratt, la banda de California. Un momento que unió a todas las almas presentes ocurrió a continuación con “I Don´t Want to Miss a Thing”. Coreada por miles de personas, y alargada por Tyler con mucho sentimiento. Cantada a la perfección.
“No More no More” fue la siguiente. Con unos versos iniciales que nada tienen que ver con la original, comenzó “Come Together”, versión que los Beatlemaniacos odian, dando paso a otros tres clásicos, “Dude (Looks Like a Lady)”, “Walk This Way” y “Mama Kin”. Llegaba el momento de terminar y tras unos instantes de silencio vimos al final de la pasarela, mucho más cerca del público, un piano blanco al que se acercó Steven Tyler para tocar “Dream On” después de comenzar con el mundialmente clásico “Los Patitos”.
“Dream On” sonó con un volumen, una calidad de sonido y una definición que jamás se hubiera podido lograr en los setenta. Posiblemente en todo Clisson se escuchaba la melodía. Joe Perry también se acercó subiendo al piano para hacer su solo y con los gritos finales Tyler demuestra que dos horas después aun tiene voz. Las notas concluyentes vienen envueltas en humo que sale del piano. Al finalizar, más que aplauso, esto fue una ovación cerrada y amplia, con lagrimas en los ojos de más de un@. Tyler presenta a la banda dejando al bajista Tom Hamilton para el final, el cual enlaza su solo de bajo con los primeros acordes de “Sweet Emotion”. Con esta canción terminó el concierto, aunque aun a Tyler le queda fuelle para retirarse poco a poco cantando un blues que se va en fade out. Impresionantes. Y yo que pensaba que no.
Falta por tocar Avenged Sevenfold. Lo siento por ellos, la retirada fue en estampida y solo se quedaron los más acérrimos seguidores de la banda. Yo no. Lo siento, quise retirarme con la inmaculada visión del concierto de Aerosmith. Por si fuera poco la competencia era muy dura, pues en el Altar, Carcass tocaría durante una hora sin que entre el público quedara espacio ni para respirar.