31 de Octubre 2015
Sala Stage Live, Bilbao.

Tras la avalancha metalera que había azotado Bilbao el viernes con Slayer + Anthrax + Kvelertak,, al día siguiente tocaban los Children Of Bodom en la sala Stage Live, una cita que aprovechamos los que como yo de cierta forma “desquitarnos” de no haber podido estar en el bolazo thrashero. Por supuesto que era una revancha imposible, pero sin duda una cita importante con los finlandeses, que no recuerdo cuanto hacia que no pasaban por Bilbao. Ahora que tienen nuevo disco "I Worship Chaos" se han dejado caer por el botxo y venían con ganas de patear unos cuantos culos. Otro aliciente de la noche era ver a los Sylosis. Una banda que va ganándose un nombre a golpe de buenos discos.

Desde que se anunció este concierto para la sala Stage Live, pensé que se iba a quedar pequeña y así fue. Quedo claro nada más llegar y ver la extensa cola que había fuera. Al final lleno total, en una sala que para eventos de este tipo, resulta muy incómoda. Este concierto en la Santana 27 creo que se hubiese quedado grande, pero imagino que al ser Halloween seguro que la sala estaba cogida para alguna fiesta o movida. De hecho el concierto de Children Of Bodom comenzó temprano para luego acoger una fiesta de Halloween.

Bueno vayamos a lo importante. El concierto comenzó a la hora anunciada, me quede al fondo de la sala, al lado de la puerta de entrada, era casi imposible moverse. Los británicos Sylosis salieron a escena y comenzaron su descarga. Venían presentando su más reciente trabajo "Dormant Heart", que es ya su cuarto disco de estudio.

 
Josh Middleton DE SYLOSIS

Una banda que va ganando enteros con cada LP que publica, son muy técnicos y sus composiciones muy elaboradas, siempre con esa base thrash metal a la que le añaden partes progresivas y melódicas. No les había visto nunca en directo y la verdad es que no me gustaron mucho esa noche, les vi demasiado fríos, para una sala llena y ante un público con ganas de juerga metalera.

Axle Bailey de SYLOSIS

Liderados por el guitarra y vocalista Josh Middleton, gozaron de un buen sonido y tocaron aproximadamente unos 40 minutos, en los que no faltaron canciones del nuevo álbum, como la que le da título "Dormant Heart" o "Leech", otras como la agresiva “Fear The World”, y temazos como la robusta "Servitude", "Stained Humanity" y "All Is Not Well". Fue un show impecable en cuanto a ejecución, yo eche de menos un poco más de entrega y compenetración con el público, que disfruto igual. El bajista Carl Parnell fue el que más se movió del cuarteto. No sé si todos sus conciertos serán así, repito era la primera vez que les veía, quizás sea que se centran más en la ejecución. Creo que su actuación fue de menos a más.

Tras el cambio de equipos, logre avanzar hasta más adelante (con no pocas dificultades) y situarme a un lateral para ver de bastante más cerca la descarga de Alexi Laiho y sus chicos. La audiencia de esa noche estaba formada por mucha gente joven, sobre todo en las primera filas que no pararon de cantar, hacer mosh pits y disfrutar de la gran actuación que dieron los finlandeses.

Alexi Laiho de Children Of Bodom

Con un estupendo nuevo disco bajo el brazo se plantaron en la Stage Live para dejar patente que todavía hay que contar con ellos. Comenzaron con uno de los nuevos temas "I Hurt", que tuvo muy buena acogida, sin apenas dejar tiempo para respirar soltaron, dos trallazos como "Are You Dead Yet?" y "Follow the Reaper", que revolucionaron las primeras filas. Es sabido que el guitarra Roope Latvala, ya no está en la banda, no llego ni a grabar el  nuevo disco. Como reemplazo temporal en directo está tocando Antti Wirman (Warmen, No Mans Land), el hermano menor del teclista de la banda Janne Wirman, Antti se encarga de la segunda guitarra. 

No tardo en caer "Morrigan", quizás la pieza más estelar del nuevo trabajo, o por lo menos la más conocida. Un temazo que sonó brutal en directo, Alexi muy bien con las voces y la guitarra, no paro de poner poses heavys y como siempre tampoco paro de soltar escupitajos a diestra y siniestra. La "caña" prosiguió con la intensa "Halo of Blood". Sacaron un poco el pie del acelerador con "Everytime I Die", donde se hace más evidente, si cabe, el fuerte protagonismo de los teclados en esta banda. No descubro nada nuevo, pero me sigue impresionando lo importante que son las teclas en el sonido de los Children Of Bodom, no faltaron algunos duelos con la guitarra de Alexi.

Antti Wirman - Children Of Bodom

La iluminación era muy mala, o mejor dicho es muy mala, ya lo habíamos comprobado en otros conciertos en esta sala y por desgracia se mantiene así. Tras un breve receso salieron con la sangrienta “Bodom Beach Terror”, el teclado anunciaba "Hate me!" que fue de las mejor recibidas de la noche, para luego terminar de machacarnos con "Lake Bodom" de su ya lejano disco debut "Something Wild" de 1997. Alexi solicito un mosh pit, que se dio con facilidad y amplitud.

Vuelta al presente con la canción que da título al nuevo CD, “I Worship Chaos”, sonó incluso más intensa que en el disco, vaya bombazo. En los coros tenía la ayuda del bajista Henkka Blacksmith. Llego un poco de calma con "Angels Don't Kill", esta relativa calma se volvió a romper con la espectacular, "Sixpounder", groove y energía a raudales. Sin perder ni un segundo en chapas innecesarias se lanzaron a por "Blooddrunk", que atronó la Stage Live. Locura total con "Hate Crew Deathroll" y el climax con “Downfall”, la única que tocaron del "Hatebreeder". Parecía que terminaban, se marcharon de la sala pero por la insistencia del personal volvieron con un único bis "In Your Face”, con el que clavaron el último estacazo a esa noche de brujas.

Henkka Blacksmith de Children Of Bodom

El concierto duro una hora y 20 minutos aproximadamente. Supongo que muchos se marcharon con ganas de más, creo que un par de temas más ya hubiese sido la bomba. Pero es lo que hay, últimamente casi nadie de sale de lo estándar. Nos marchamos satisfechos a celebrar en buena compañía, con unas birras bien fresquitas y más metal por los garitos de la ciudad.

*Quiero agradecer al amigo Dani Díez, que muy gentilmente me ha cedido estas estupendas fotos que ilustran la crónica. Gracias Dani.

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