Bad MoFo Records / Cargo Records / Rock‘N‘Growl Promotion © 2018

Track listing:
01. Bad Mother Fucker
02. Waking Up Dead
03. When We Were Young
04. Burning At Both Wicks
05. Fires
06. Fuck You Song
07. Murder Me Baby
08. Rolling Stone
09. Hostage
10. Heart Attack

En nuestra web Made in Metal el compañero Manuel Santín en más de una ocasión ha dicho que si algo le gusta de este oficio es que puede conocer a bandas nuevas, aunque no lo sean, pero para él sí lo son. Y ahora es el caso que me ocurre con Bullets and Octane, una banda de Saint Louis, Missouri, que tiene cuatro discos y dos EP’s, pero que es ahora cuando llega a nuestras manos.

Ya anuncian que lo que queda de año va a ser de muchas giras, pero de ahí a que pasen por un lugar como España yo como que no me lo creo. Son una banda que lo mismo ha abierto para Avenged Sevenfold y Stone Sour que para Social Distortion y Bad Religion. Ellos se dicen ser una banda de rock and roll, otros los definen como hard rock, pero indudablemente cuando escuchas este disco sabes que aquí hay rock and roll con punk.

Basta escuchar la letra de “Bad Mother Fucker”; mejor dicho, basta con leer el título de esta canción  para darte cuenta del toque punky y hasta algo hardcoreta. También escuchar las primeras notas de estas piezas para darte cuenta que es de esas bandas que porta la alegría como estandarte. Ni siquiera una letra como la de “Murder me Baby” te dará preocupación. Todo está definido con buen carácter y jolgorio y tanto la letra como la música te darán una dosis de adrenalina más saludable que la de cualquier bebida energética.

Este disco está compuesto por algunas piezas que salieron solos como singles y/o video en el año anterior. No se trata de un recopilatorio sino que la banda se ha inspirado en la idea de sacar solo un single y ver cómo funcionaba.  Algunas piezas como “Rolling Stone” no nos recordaran para nada a sus Satánicas Majestades, sino por su alegría y desenfado a Danko Jones.

El estilo vocal de Gene Louis es para prestarle atención. Tal parece que aquí no hay técnica ni escuela, solo un borracho alegre cantando, sin embargo no desafina ni una croma, eso si acaso e lo permiten sus colegas Felipe Rodrigo y Zachary Kibbee, quienes hacen unos coros que tampoco respetan su posición. Vamos, que nada de segunda o tercera voz, esto es a grito pelado. Y la sensación es de entusiasmo total. Te hace pensar que los tíos cantan como les sale del corazón y entonces entra “Hostage” y se marcan unas armonías interesantes y te das cuenta que incluso para hacer buenas canciones de dos acordes es necesario tanto corazón como cerebro.

El disco fue producido, grabado, mezclado y masterizado por Brent Clawson (Wednesday 13, Hell or Highwater, The Knives) en los Joy Street Sound en Garden Grove, CA. Producción adicional hecha por Travis Pavur (The Used, Anders Osborne) en los Golden Beat Recording. Esto es energía hecha música, muy recomendables.

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