Pride and Joy Music / Germusica © 2018

Track list:

1. Pandemonium
2. Faces Of Christ
3. Mr. Blakk
4. God Made Me Hate
5. Devil’s Mule
6. Break And Burn
7. The Unholy
8. Borderline
9. Deceiver
10. Gabriel
11. Worldvictim (bonus track)

Free from Sin demoró tres años en editar su segundo disco, pero ya está aquí. Una banda que no esconde sus influencias que son muy marcadas, entre Rainbow, Deep Purple y Helloween, por la voz de Per Englund más que nada y las canciones donde la batería va a piñón fijo sin llegar a ser power metal.

Pero vamos a explicar un poco más. La banda nos entrega un grupo de composiciones muy buenas que están a medio camino entre el heavy y el power metal. Llama la atención que muchos solos van por el estilo de guitarra neo clásico. Ya la primera canción, “Faces Of Christ”, toma elementos de la música clásica en el solo y partes dela melodía, mientras  “Mr. Blakk” comienza como si los Deep Purple de 1973 compusieran una canción al estilo Helloween.  Hay una intro inicial que se titula “Pandemonium” que es simplemente desechable.

Los timbres de los instrumentos y la producción son modernos, sin embargo en el 100 por ciento de las canciones el tecladista Fredrik Strömberg trabaja con el órgano Hammond.  “God Made Me Hate” comienza con unos sonidos en segundo plano que poco aportan y creo que en estos detalles la banda ha fallado. La pieza es también heredera de la etapa más neoclásica de Yngwie Malmsteen con Jeff Scott Soto. Incluso escuchándola nos entra nostalgia por aquellos años ochenta.

El vocalista Per Englund proviene de una banda que se llama Mandrake Root. ¡Adivina adivinador! Marca como su principal influencia a Ian Gillan y luego a Rob Halford. Indudable. También ha militado en 220 volts. Mientras, el disco continua con la épica “Devil’s Mule” y ya en estos momentos el disco me parece genial, aunque nada original. Y es que de la misma manera que apreciamos lo nuevo también apreciamos a las bandas con sólidas raíces, bandas como esta que nos hacen ver al heavy metal en una categoría similar a la del blues o el jazz: con historia, con temas que el tiempo no borrará.

“Break And Burn” pieza más cercana al heavy metal tradicional, con un riff que nos recordará a “Love Bites” de Judas Priest. Una pieza más calmada que sirve para mostrarnos la fuerza de la batería de Paul Ekdahl. En la misma línea, pero aún más pesada, es “The Unholy”, incluso jugando con momentos algo doom.

Retoman el heavy poderoso en “Borderline”, una pieza sencilla y enérgica que hace que “Deceiver” nos suene más melodiosa. Una pieza que si nos dicen que la compuso Ritchie Blackmore nos lo creemos.  Intercalan “Gabriel”, un momento de heavy neoclásico para terminar con otra pieza de color arcoiris, y no porque sea homosexual: “Worldvictim”.

El disco fue producido, como el anterior, por Sedenberg junto a Free From Sin en los Pama Studios, Sweden. Y es lo que les decimos, no es muy original pero está muy bueno. Lo recomendamos para todos aquellos que dicen que no hay bandas nuevas que suenen como las de antes.

• < Anterior
• Siguiente >