Postal Rock © 2018

Tracklist:
1. La esquina segura 06:46   
2. Manual para no hacer nada 07:07   
3. Como el Tío Gilito 09:42   
4. Pilotos de pruebas 05:24   
5. Un descenso al Maelström 02:59   
6. El Mar de los Sargazos 01:48   
7. Material escolar 05:42   
8. La calidad del sueño 03:58   
9. A la luz de los hechos 07:57   
10. Resolución 03:31   
11. Algún buen final tiene que haber 10:08

Tercer disco de Hiagen, segundo oficial. Una banda arriesgada y de espíritu poco comercial. El disco no tiene ni nombre del grupo ni del disco en su caratula al más puro estilo Led Zeppelin IV o White Album. La diferencia es que Hiagen es mucho menos conocido. Solamente en el lomo puedes encontrar de quien se trata y como se titula el fonograma. Una banda que como promedio viene sacando disco cada cuatro años, cultivando una especie de rock progresivo con algunos elementos alternativos y me suena que algunas influencias del brit prog de los 60, la escuela de Canterbury, algo de Kraut Rock y los estilos más modernos dentro del rock y el metal actual.

Ya desde la primera pista, “La Esquina Segura” comenzamos a escuchar a una banda diferente. Aquí van mezclando stoner y grunge, algo que harán también más adelante, y como buena banda de prog, van enlazando más que diversos ritmos y  tiempos musicales, estímulos sensoriales. Para “Manual Para No Hacer Nada”, continúan los efluvios stoner alternando con magníficos solos de guitarra. Es temprano aun para vaticinar, pero esta banda en Bélgica o Alemania iría de festival en festival. En España, como mucho, de garito en garito y a tocar por la birra.

Al comenzar “Como el Tío Gilito” alguien puede pensar que hay ciertas influencias de Toundra, pero pienso que pueden ser simples coincidencias. El sonido de Hiagen es menos guitarrero y juegan más con ambient y teclados. Incluso este tío, Gilito, nos lleva a recordar una etapa musical del gran genio de la guitarra que es Pat Metheny antes de entrar los fuertes guitarrazos rockeros. “Pilotos de Pruebas” también tiene algo de jazz en sus inicios mientras que Edgar Soberón modula la voz de manera diferente, acercándose al sonido Bumbury.

La locura se desata con “Un Descenso al Maleström”, que por su locura nos recuerda el cuento corto de Edgar Allan Poe, donde los adornos de la batería de Darwin desempeñan un agradable rol. “El Mar de los Sargazos” es un interludio misterioso que da paso a “Material Escolar” una pieza basada en los teclados. Rozando el pop comienza “La Calidad del Sueño”, donde la voz se trata de una manera que recordará algunos grupos de la movida madrileña, incluyendo voz femenina.

La entrada minimalista de “A la Luz de los Hechos” nos previene que cualquier cosa puede suceder. Y efectivamente, una pieza amable de apariencia sencilla que se torna la más agradable del CD, a pesar de la locura final. “Resolución” es una corta pieza ambiental y sensorial, un suave tema acústico que nos prepara poco para el cierre con “Algún Buen Final Tiene Que Haber”, una canción que sirve de compendio a la manera en que el disco se ha desarrollado.  

El disco fue grabado y mezclado por Carlos Santos en Sadman Studio y masterizado por Jens Bogren en Fascination Street Studios. Alguien dirá que es un disco difícil. Yo te digo que es un disco para disfrutar en la tranquilidad de la casa, es un disco para escuchar detenidamente, no simplemente oír.

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