Tracklisting:
01. Neito 3:52
02. Korpikuusen kyynel 4:07
03. Aallon alla 4:05
04. Harmaja 5:08
05. Kotikonnut 4:23
06. Korppikalliota 5:38
07. Kallon malja 9:46
08. Sillanrakentaja 6:44
09. Henkselipoika 3:56
10. Pellervoinen 3:19
11. Riemu 5:15
12. Kuin korpi nukkuva 3:56
13. Juomamaa 3:49
14. Tuttu on tie 7:22
Después de tres años desde la salida de “Noita“, la banda finlandesa de Folk Metal Korpiklaani sacan a la luz su nuevo álbum, “Kulkija“; que cuenta la historia de un trotamundos. Cada canción representa una de las situaciones de la vida de dicho personaje. El disco puede ser transferido principalmente a la vida de la banda en el camino, lejos de casa, lo que lo convierte probablemente también en el trabajo más personal y emocional de Korpiklaani. “Kulkija” ha visto la luz el día 7 de septiembre.
Los finlandeses inician su nuevo álbum a través de Neito, cuyo significado es “doncella”. El camino es la novia de un trotamundos, una doncella a quien echa de menos y con quién viaja. Sin embargo, la verdadera doncella está esperando su regreso a casa. Después de un viaje, puedes dejar a un lado tu carruaje, pero las canciones y la música del viajero melancólico serán llevadas donde esté. Un viajero nació para vagar. Acompañando a este concepto, nos encontramos con un principio apagado en los primeros segundos que de repente rompe en un sonido enérgico en el que se empieza a vislumbrar la personalidad de la formación desprendiendo ese buen rollo que tan bien conocemos. Muy acertado.
El siguiente paso lo damos hasta Korpikuusen Kynnel, que se traduce como “una lágrima de la Picea del bosque”. Se refiere al licor duro hecho a sí mismo que secretamente se destila y se derrama como lágrimas en medio del bosque. Disfrutando de su vida despreocupada, el personaje en la canción ve el mundo de su alrededor desde su escondite. Las influencias del Folk de Korpiklaani son cada vez mayores otorgándole algunos tintes épicos en las partes más “calmadas” gracias en parte al acordeón de Sami y al violín de Rounakari. En cambio, los fragmentos fuertes cuentan con un vigor sorprendente que no dejan para nada al corte por los suelos, al contrario, sobretodo si tenemos en cuenta su punto fuerte que es el estribillo. Allon Alla, significa “debajo de la ola”; es la canción del ahogado. El lago y el mar son impredecibles. No hay alas ni riquezas que sean útiles cuando el hombre cae en las olas y se está ahogando. El remero en la historia no puede escuchar el grito de la persona que se está ahogando. Las olas también se pueden ver como seguras: te llevan silenciosamente hacia la eternidad. La banda nos deleita en esta “trágica” escena con un violín de lo más osado al que se le unen las cuerdas y la batería de manera espectacular sacando un brío y un ímpetu admirables. También hay que mencionar la potente voz de Jonne que en algunos momentos parece tornarse melancólica con un cierto regustillo de lo más amargo, eso sí, no más que en Harmaja, una pista tranquila donde la voz incluso se torna melódica e intensa bien acompañada por el Folk más profundo de Korpiklaani. Es una canción muy emocional cuyo significado es “El Gris”. Un pájaro de especia Sylvia Atricapilla (conocido también como “gorra negra”), no ha podido migrar hacia el Sur debido a un ala rota. El tema representa la ansiedad y la memoria que se desvanece… influenciado por el poeta finlandés Zachris Topelius y su poema “Sylvian Joululaulu“, escrito en 1853 sobre la nostalgia. El corte también puede significar lo “grisáceo” cuando muere uno de los cónyuges de una pareja de ancianos.
Dejando a un lado la tristeza, la contentura vuelve con Kotikonnut, (“la granja”). Durante su viaje, el trotamundos anhela su hogar, su infancia y la belleza de todo. Recuerda haber corrido en su niñez en el prado, creyendo que duraría hasta el final de los tiempos. Aunque su hogar ahora es el camino y un carro lleno de alegría, él siempre recordará la felicidad de su casa y juventud. El momento en el que la luna era dorada, brillaba por todas partes, iluminando el campo oscuro y el bosque. El vagabundo finalmente acepta que todo lo que viene, un día se desvanecerá en un lejano recuerdo. Para ello, los finlandeses derrochan todo su potencial en una ferviente ola de su mítico Folk Metal en el que el estribillo se lleva la pista de calle a causa de un instrumental al que no le falta la energía ni un segundo. Es una apuesta segura para el directo además de una de las joyas de “Kulkija” ya que arrasa por completo. En Korppikalliota, que se puede traducir como “La roca del cuervo”, nos encontramos con un cuervo negro que ha sido considerado el pájaro del Diablo, incluso portador de la muerte. Ha sido ensamblado de brasas y madera quemada. En canciones antiguas se le pidió que transmitiera las preocupaciones de un cantante y las sumergiera en un estanque sin peces. Se creía que el cuervo era capaz de vivir cientos de años. También era considerado como que era tan sabio que podía esquivar un disparo de bala. Viejo e inteligente, el cuervo del tema canta en la parte superior de una gran Picea y cuenta quién murió en las raíces del árbol. La formación finlandesa nos recibe con intenso acordeón que nos introduce de lleno en el corte, de combinación entre diversos fragmentos de ritmos ágiles y calmados muy interesantes en los que el instrumento ya mencionado se convierte en el protagonista. Además, escucharemos a unas cuerdas llenas de potencia y combatividad que le dan ese toque tan fiero que no pasa desapercibido frente a una portentosa batería a manos de Matson. En este caso, tanto el violín como la ruda voz de Jonne le dan a la pista la más pura esencia de Korpiklaani en su máximo esplendor.
Continuamos con Kallon Malja (“Cáliz de la calavera”), la historia se desarrolla en primera persona en el desierto invernal de Laponia, rodeado de páramos y con una fogata que fluye frente a él junto con su pelo ardiente y hermoso. Tiene un ojo de una criatura con cuernos y otro de un cielo ardiente. Con estos ojos, ve la nieve atravesar un árbol muerto y el cielo oscuro con las luces del norte bailando sobre él. Los animales que se reúnen a su alrededor conectan al narrador con la naturaleza invernal y lo hacen parte del ciclo. En este caso, escucharemos al principio una excelente unión entre la batería, la guitarra y el violín, éste último desplegando toda la intensidad y la belleza que pueden emanar de él. Tras estas melodías penetrantes, aparece la faceta metalera de los finlandeses capitaneada por una voz rasgada. Algo que me ha llamado la atención y que me ha gustado bastante han sido las partes pesadas en la que los ritmos no son tan acelerados pero en las que la elegancia del violín intenta hacerse un hueco. Sin duda, es una canción apasionada a la par que entusiasmada allá donde las haya, convirtiéndose de mis favoritas del álbum. No hay suficientes palabras para describirla. En Sillanrakentaja, su traducción al español sería “Constructor de puentes”; se desarrolla en el Lago Pyhäjärvi, ubicado en la zona de Eura y Säkylä (Finlandia), se encuentra el final del cabo Hiittenkari. Se dice que fue construido por un gigante que quería edificar un puente sobre el lago. Mientras estaba allí, apareció la señora de la casa ridiculizando las ropas rotas del gigante que trabaja encorvado. Dejando su obra sin terminar, el susodicho se ofendió e intentó arrojar una gran piedra a la mala mujer. La piedra voló por el aire y aterrizó en el borde de las aldeas Säkyla y Kauttua, convirtiéndose en una marca de frontera. Los finlandeses nos deleitan con un tema completamente pesado y agresivo donde la parte más arrolladora de Korpiklaani ve la luz de forma espléndida. Ponen toda la carne en el asador transmitiendo rabia, garra y solidez en el intento por meterse en el personaje de esta escena. Aún así, nos sorprenden con la intervención de un coro casi al final del corte que rompe con toda la robustez que se había creado desde el primer segundo. En el noveno lugar, podemos escuchar Henkeselipoika, que significa “Un chico en tirantes”. El narrador de la pista es un granjero que observa a las criadas mientras holgazanean durante un cálido día de Verano. Le gustaría tener a una de las doncellas como compañera, pero no puede decidir a quién. Aficionado a las fiestas y la diversión, el labrador reflexiona si las criadas han notado su presencia. La banda se introduce de lleno en las raíces del propio Folk de Finlandia llevándolo a su terreno con una enorme pasión. La atmósfera se impregna de la personalidad de la banda a marchas dobles dejando una estela de viveza.
Rompemos los esquemas con Pellervoinen, que no tiene ningún significado ni historia en especial. Se trata de una canción completamente instrumental de poco más de tres minutos en el que la naturaleza y la esencia del mejor Folk Metal es llevada a cabo con un vigor sobrecogedor dejándonos coger aire para después adentrarnos en Riemu, cuya significación es “alegría”. En un estado de ánimo alegre, un juerguista va al lugar de la fiesta. Camina a través de montículos, un bosque y un campo, a veces pensando si está usando un velo de júbilo o locura que define su vida. Para ello, los fineses se introducen plenamente en la esencia de sus trabajos anteriores. Llevado a cabo por unos instrumentos acometedores y el rugido de Jonna en primer plano, es un tema que no debe caer en saco roto por el dinamismo que escucharemos tanto en las partes más melódicas como en las fuertes. Un delicado “recuerdo” a los tiempos pasados de Korpiklaani que no se puede pasar por alto.
La intensidad continúa subiendo en Kuin Korpi Nukkuva (“Como un bosque dormido”), donde el trotamundos sueña con un viaje fácil en un camino uniforme con la chica de sus sueños a su lado. Al volver a casa, siente que no pertenece a ningún lado. El vagabundo no quiere despertar, ya que la vida está plagada de temores y preocupaciones. Al final del sueño aparece una niña que coge una flor muerta; se despierta, se da cuenta de que debe vivir para hoy y no para mañana. La cara más cruda y brusca de la banda hace su aparición en una pista donde nuevamente el gruñido de Jonna es el elemento principal, pues su garra es sorprendente en el sentido más amplio de la palabra. Asimismo, me atrevería a decir que es de las canciones más férreas de “Kulkija” (y con mucha diferencia). El final de esta aventura nos espera no sin antes pasar por Juomamaa, pudiéndose traducir como “Tierra del bebedor”; algunos nacieron como trotamundos, algunos como borrachos, algunos como ambos. Este tema representa el consumo diario de alcohol con amigos y conocidos. La tierra de un bebedor es un lugar de disfrute sin preocupaciones. Otro de los cortes que de seguro tendrá una enorme aceptación en directo porque a los finlandeses no se les olvida ni una pizca de su personalidad tan animada dentro del marco del mejor Folk Metal que nadie se haya podido imaginar. Energía y buen rollo son los términos acertados para definir una pista en la que la esencia de la banda se desborda al completo.
La historia llega a su fin con Tutto On Tie (“El camino es familiar”). La casa de un trotamundos es un camino nostálgico que debe recorrer día a día. En el camino, tienes tiempo para pensar en tu anhelo y echar de menos a tu amor perdido pero siendo feliz con lo que tienes. El vagabundo conoce el camino de adentro hacia fuera, como las palmas de sus manos. Lo acompañan sus amigos: el sol y la luna. Mientras cae la noche, él cierra los ojos, sintiendo la mano suave de anhelo en su mejilla. La banda ha optado por un cierre en el que se pueda respirar tranquilidad desde el primer segundo, para ello, contamos con unos instrumentos calmados donde el mérito se lo lleva el violín desprendiendo una exquisitez única. Pienso que no hay mejor forma de acabar un álbum como esta: con la intensidad y las emociones a flor de piel.
Sinceramente, nunca he sido muy seguidora de Korpiklaani pero por la curiosidad que sentía con este nuevo disco decidí darles una nueva oportunidad y he de decir que “Kulkija” me ha encantado por el trasfondo oculto de sus pistas y la historia que han sido capaces de transmitir los fineses. ¡Muy bueno!
Discography:
|
Line-up:
Korpiklaani online: |