AOR Heaven / Germusica PR © 2019

Track listing:

1. No Mercy
2. Tattooed Girl
3. Midnight Lovers
4. All My Life
5. Fallen Angel
6. Now You’re Gone
7. New Day
8. Flames
9. Somehting In Your Eyes
10. Higher
11. This Is Over

El pasado Viernes salió el segundo disco de Wake the Nation con AOR Heaven. Ya los conocíamos de su debut, Sign of Heart, un buen CD cuya debilidad es que había siete vocalistas. Ahora ya se han decidido por mantener a Krister Stenbom quien es ahora uno de los músicos fijos de Wake the Nation que viene de las filas de Villa Sucka y había participado en el anterior disco.

La banda se centra y parece que ya va tomado un camino seguro. El guitarrista Risto Tuominen ha finalmente dado el paso de tener una banda sólida y no simplemente unos músicos tocando sus canciones. Canciones cargadas de belleza y armonías, todo dentro del más puro estilo AOR.  Suenan muy atrevidos y para nada retomando sonidos del pasado. Los timbres de guitarra y teclados son bastante frescos y aunque haya algún momento que nos recuerden a bandas como A-Ha, la fuerza no se pierde. Si nos ponemos muy precisos, pudiéramos decir que el timbre de teclados de “New Day” es puramente ochentero, pero son excepciones que confirman la regla.

Resulta asombroso que aun sonando las piezas muy similares como para que sepamos que se trata de la misma banda, Risto ha pedido la ayuda de varios compositores de primera línea, y este disco demuestra que si sabes escribir canciones, puedes escribir dentro del estilo que desees. El ejemplo es que entre los solicitados está Sören Kronqvist (Joe-Lynn Turner/One Desire) y Thomas Wikström (Therion) y nadie podría imaginarse que Thomas podría escribir lo que aquí se oye. Quizás el trabajo coral lo delataría, pero no puedo asegurarlos, pues las armonías de las canciones de Wake the Nation carecen de la pompa que llevan las de Therion.

La mezcla y masterización la hizo Erik Mårtensson (Eclipse/W.E.T.), con producción de Ilkka Wirtanen (Reckless Love/The Nights). El disco suena perfecto, las canciones son impecables, la afinación es milimétrica, los estribillos hechos para los estadios.., y si le puedo poner alguna pega a este disco, es su propia perfecta perfección.

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