Tracklist:
1. Can’t Hold Your Gaze
2. Medicine Man
3. Monster
4. Jester Song
5. Coming Home
6. Lady Stardust
7. The Rise Of The Monkey Men
8. Strangers & Fools
Al ver la extraña portada del disco debut de Drunken Buddha, un sentimiento de desfase temporal me ha atacado. Han pasado algunos días hasta que he tomado el CD para escucharlo, y como casi siempre ocurre cuando tengo dudas, el resultado sobrepasa mis expectativas de manera abrumadora.
¡Qué clase de banda! Músicos veteranos de la escena musical de Oviedo han decidido formar un grupo y escarbar en las más profundas raíces del rock de siempre. El resultado es un grupo de canciones con un ínfimo atisbo de modernidad y corazón, alma y pulmones inmersos en el rock más clásico, incluyendo pinceladas de blues.
Incluso “Can’t Hold Your Gaze” puede hacerte pensar que la producción está mal, pero no, es que es una producción real, la de verdad, la de los instrumentos sonando sin pro tools y la voz saliendo de las entrañas de Michael Arthur Long. Cada pieza te recordará, (en caso de que seas melómano empedernido o “master of rock” –como leí ayer mismo en un meme de Facebook) a otras bandas que en su tiempo fueron más famosas y tuvieron la suerte de abrir un camino que ahora es toda una autopista.
Los teclados de Mario Herrero descansan con un pie en Jon Lord y el otro en Ray Manzarek. “Can’t Hold Your Gaze” es una pieza que te atrae y piensas que han puesto toda la carne en el asador en la primera pista para impresionar, hasta que escuchas “Medicine Man”. Hay una mezcla de influencias en cada pieza, y esta nos recordará a los primeros discos de Deep Purple, los pre-Gillan. El solo de guitarra de Diego Riesgo nos recuerda aquí a The Man in Black cuando tenía veinticinco años.
Pero la banda no se queda aquí y aún hay más. “Monster”, toma los aires psicodélicos herederos de unos Iron Butterfly en otra pieza que te eriza el vello de la espalda y los brazos. Un bajo al más puro estilo Geezer Butler por parte de Javier Menéndez y una interpretación vocal de Michael Arthur Long que rezuma la esencia de los difuntos Jim Morrison y Peter Steele realmente asombrosa.
Finalmente toca aflojar y aquí está “Jester Song” con un riffs de teclado que es heredero directo de la canción “Come and Get it” del disco del mismo título de 1981 de Whitesnake. Que una pieza se titule “Coming Home” nos lleva de inmediato a volver a pensar en Deep Purple. Inevitable, aunque esta pieza es muy diferente. El momento más íntimo lo aporta “Lady Stardust”, donde de nuevo Diego Riesgo hace hablar a su guitarra con mucho sentimiento.
En “The Rise of The Monkey Men” The Doors vuelve a visitar espiritualmente la ciudad de Oviedo y el dueto de guitarras resulta inesperado y de la misma manera impactante. Terminan con “Strangers & Fools”, un tema muy Whitesnake, también pre-1987, aunque con la entrada de la voz el sonido se endurece, y cierra con un solo de teclados de esos que pensaste que más nunca ibas a escuchar por parte de una banda nueva.
El disco se grabó en los Magoo Studio de Oviedo, con grabación y producción de Juan Martínez. La caratula la realizó el tatuador e ilustrador de caratulas Yori Moriarty (Only Tat2) y ya entendemos mejor por qué la portada de este disco tiene un aire de tatuaje influenciado por el grabado japonés del siglo XVI.
Pura proteína para los amantes del Classic Rock de siempre.
Aun no lo has hecho. Decídete ya |
Line Up: Michael Arthur Long: Voz Mario Herrero: Teclados José Manuel Martínez: Batería Javier Menéndez: Bajo Diego Riesgo: Guitarra |
Más Info: https://drunkenbuddha.es/ www.facebook.com/pg/drunkenbuddhaofficial/ |