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Aquelarre los conocimos con la edición de su segundo disco,
Tempo. En aquel momento
entrevistamos a Icko y comentamos detalles del disco, experiencia que esperamos repetir tras hacer la reseña de esta tercera obra que nos suena algo diferente. Una vez más se trata de una obra conceptual, pero aparte de eso, la música ha dado un cambio bastante apreciable.
No solamente los timbres y sonidos, sino que las composiciones también tienen un matiz diferente. Para un amante de la percusión como yo, lo primero que defino es que la batería suena con una ecualización básica, nada de embellecimiento, y esto aporta dureza. La música también va aportando elementos novedosos, dándole mucho más protagonismo a los teclados, algo que Icko nos comentaba pasaría después de Tempo.
El hilo que hace del disco una obra conceptual son los mitos, las leyendas, e historias propias de Galicia, patria chiquita de la banda. También la presentación del disco es impecable. Vamos, que han puesto toda la carne en el asador y no se les ha quemado, así que hay para repartir.
Comienzan con “Himno Do Antergo Reino” con gaitas incluidas, y a continuación entra “Galicia 19”, una composición de más de diez minutos de duración que ocupa el riesgoso segundo puesto. Por lo general, piezas tan extensas, sobretodo si es solo una, son puestas al final del disco. Ha sido una decisión valiente ponerla aquí y si bien es una canción donde se une lo sinfónico y progresivo con toques algo más heavys, llega un momento, si escuchas en segundo plano, que sientes que algo ha pasado, y es que o el tiempo se ha ralentizado, o esto dura más de la cuenta.
Una avalancha power metalera la introduce “Suevia”, incluyendo elementos orquestales en un discreto plano. Cantan en gallego aquí. La canción mantiene el pulso y lo pasa a los primeros compases de “Aunque Duela Recordar”, una vez pasado el instante de ambiente. Aquí hay un toque más épico. Icko ha mejorado como vocalista a pasos agigantados y es capaz de subir a los agudos y hasta hacer algún gutural. Incluso se atreve con voces apagadas y casi susurrantes, o a lo mejor es que aquí la producción lo ha hecho a propósito.
La elegancia se presenta vestida de “Tu Gitana”, una pieza que leo fueron sus coterráneos Luar Na Lubre quienes popularizaron, y que ahora viene con el toque metálico. Regresamos a momentos heavy power con “Aurora” donde los teclados marcan las diferencias mientras que las guitarras siguen el ritmo, una rasgueando y la otra haciendo la melodía.
“Hijo Del Mar” aporta sensibilidad y otra dosis de elegancia en una canción que por momentos puede llegar a ponerte los pelos de punta sobretodo con la entrada coral al final de la misma. A veces la sencillez es la mejor arma. La banda ha apostado por poner una de cal y otra de arena y aquí está “Jakobsland (Sigríður)”, una pieza directa y rotunda de power metal.
“Romasanta”, por el contrario, se hace más heavy, con un detallado trabajo de las guitarras y una letra que recuerda el único caso de licantropía clínica documentado. Se acercan al final con “Heroína”. Y comienzo a ver que no solo se trata de leyendas seculares sino que hay también en el concepto un toque de actualidad o de la historia más cercana de esa tierra llamada Galicia. Musicalmente la canción también se acerca al heavy con unos toques de power y resultan ser estas piezas finales las más sorprendentes.
La grabación, producción y masterización se hizo en los Unreal Studios por Zoilo Santiago. Diseño y maquetación a cargo de Anita Alonso.