01. Don’t Say You Love Me
02. Shelter Of The Night
03. Freedom Road
04. A Little Drop Of Poison (For Amy W.)
05. What A Fool I’ve Been
06. Overload
07. Heart Of Stone
08. The Night
09. New Orleans
10. All The Right Moves
11. Livin' In A Dream World (Live)
Los hermanos
Richard y
Mick Fortune han reactivado la banda en este 2019 al publicar su segundo larga duración. Su debut fue por el 1985 y a día de hoy su primer disco se valora o se le considera como una auténtica obra de culto melódico y del AOR. No ha sido hasta en el 2016, en la edición del célebre Fireworks Festival de Nottginham (Inglaterra), que no se habían vuelto a reunir oficialmente desde sus prometedores inicios. Y es precisamente ese evento el que les marcó tanto que se han animado a seguir en la banda para regresar y componer nuevas canciones, que de alguna manera que otra son la continuación de su debut pero con cierto aroma actual. Tras escuchar su segundo asalto musical la verdad es que no parece que hayan pasado tantos años entre un álbum y otro.
Puntualizar que la banda actual de
Fortune se compone de
Richard Fortune en la guitarra,
Mick Fortune en la batería, y
Larry Greene en la voz tal como lo hicieron en su debut de 1985. Y les acompañan
Ricky Rat en el bajo y
Mark Nilan en los teclados, ambos músicos sustituyen a Bobby Birch y Roger Scott Craig, quiénes fueron los que acompañaron en su primera puesta de largo.
La historia que hay detrás de
Fortune, es de esos casos raros dentro de la música, debido a que su primer disco una vez publicado, y su sello Camel / MCA Records, el mismo que tenían Night Ranger o Giuffria, se declaró en bancarrota al poco tiempo y es ahí donde se esfumaron todas las opciones de estrellato que disponía la propia banda en la década de los maravillosos ochenta. Ahora es su segunda gran oportunidad y hay que resaltar que la han sabido aprovechar al máximo al facturar otro emblemático disco de rock melódico clásico. Han sabido repetir la fórmula del éxito que tuvo su primer lanzamiento que a través de un estudiado diseño gráfico han sabido continuar con el mismo arte gráfico que en su debut. Simplemente hay que observar ambas portadas para darse cuenta de los detalles y eso que han pasado más de 34 años entre una y otra.
En lo musical nos ofrecen diez nuevos cortes cargados de rock melódico de altos quilates bajo una producción y una ejecución muy cuidada y mimada. Basta con escuchar los primeros compases del primer y espléndido tema ‘
Don’t Say You Love Me’. Un ejercicio de una maestría única de unos músicos que saben denominar el rock melódico a la perfección. Un tema que contiene melodía, gancho, ritmo a partes iguales. En ‘
Shelter Of The Night’ los teclados y las melodías vocales son los principales argumentos sonoros que contiene la canción que comienza bajo un leve ritmo que va creciendo según transcurren los segundos. Con ‘
Freedom Road’ da la sensación que hemos retrocedido unos cuantos años atrás para colocarnos en un segundo en la década de los ochenta bajo un trepidante ritmo guitarrero impartido por
Richard que es acompañado a la perfección por toda la banda y en especial por la voz de
Larry que ejerce otra gran labor a nivel vocal. Vamos, una delicatesen para nuestros oídos.
Tras la tempestad suele llegar la calma y es ese momento donde florecen los sentimientos bajo la canción ‘
A Little Drop Of Poison’. Un medio corte de AOR que rezuma dulzura musical y una gran maestría en los teclados por parte de
Mark que junto a
Larry ejercen como los grandes anfitriones del tema. Proseguimos con el disco y es el momento de afrontar el fantástico corte ‘
What A Fool I’ve Been’. Nuevamente otro ejercicio de sabiduría musical con un
Richard en estado de gracia a la guitarra y lo mismo ocurre con los demás músicos, haciendo hincapié nuevamente en las notas que salen de los teclados de
Mark. Con ‘
Overload’ el patrón musical del anterior corte sigue ofreciendo lo mismo y quizás cabe resaltar en esta ocasión el incisivo ritmo que ejerce la sección rítmica bajo una precisas dosis melódicas tanto vocales como en los teclados junto a una guitarra algo más contundente creando si eso sensaciones mucho más rockeras.
En cambio con ‘
Heart Of Stone’ llega el momento de arroparse bajo una manta y mirar a través de la ventana, por poner un ejemplo y una situación, para poder disfrutar de ese momento único e íntimo que una buena balada proclama, y si es en compañía pues mucho mejor. La guitarra aparece en el comienzo de ‘
The Night’ para dar rienda suelta a otro enérgico tema de carácter Foreigner, por citar a una de las grandes bandas del AOR internacional. Siendo éste un clásico tema que reúne todos los elementos para seguir creyendo en la música, en los músicos y en este caso en el rock melódico de corte clásico. El comienzo tranquilo de ‘
New Orleans’ puede llegar a confundir pero la verdad es que se trata de otra animada y enérgica canción compuesta por varios cambios de ritmo, muy acertados por cierto. En un abrir y cerrar de ojos nos encontramos con el último tema del disco. Se trata de ‘
All The Right Moves’ y recuerda de algún modo a los Deep Purple en una animada canción con corte clásico de los ochenta que te anima a bailar y a saltar gracias a su hipnótico ritmo que destilan estos experimentados músicos. Siendo éste un gran final para un magnífico álbum de puro y clásico AOR. En esta versión que hemos escuchado hay un tema extra en directo que corresponde a ‘
Livin' In A Dream World’ y que recuerda o mejor dicho, me recuerda a los famosos Cheap Trick.
Por último, deseamos que
Fortune se queden por unos cuantos años más e indicar que a través de éste segundo asalto sonoro nos han noqueado de tal forma que no nos importa que ellos hayan quedado como los verdaderos ganadores. Eso sí, ¿Les esperamos para el tercer asalto, no?.