Tracklist:
01. I’ll Be There
02. No Messiah
03. Learn to Walk Again
04. Killing Me Slowly
05. Better Off This Way
06. Foe or Friend
07. Sober
08. Back In the Days
09. The Consumerist
10. Heaven So Heartless
11. Crying Game
12. L.A. Song
Este es otro de los ejemplos en los que pecamos de ignorancia. Cuando salió el primer disco de Bad Wolves, no le prestamos el menor interés. Teniendo en cuenta que el antecedente era una versión que habían hecho de “Zombie”, la canción de The Cranberries, pensamos que era el típico grupo que se subía al carro sin nada más que aportar. Con el paso de los meses, cuando escuchamos “Disobey”, encontramos que era tremendo disco y tremenda banda.
En este caso no hemos perdido oportunidad de atrapar “N.A.T.I.O.N.” donde ratifican que son una de las bandas más interesantes del metal contemporáneo. Hay que quitarse los prejuicios, incluso cuando un disco como “Disobey” alcanza buenas posiciones en los charts, (puesto #22 en el Billboard Top 200, el #2 en el Hard Rock Chart, el #4 en el Rock, y el #8 en el Top Chart general). Luego, cuando supe que en junio de 2018, Bad Wolves habían donado un cheque de 250.000 dólares por los royalties de “Zombie” a los cuatro hijos de O’Riordan, me di cuenta que no todo era correr tras la pasta para esta banda.
Y ahora este nuevo disco los muestra igualmente potentes y creativos. No han perdido tiempo y es porque no quieren ser olvidados. Un trabajo sólido los respalda y el nuevo disco no defraudará a nadie. Incluso es algo más pesado, así que si esperabas alguna muestra de blandura, olvídalo. Y qué decir de sus directos. Puedes leer la reseña de uno de los tres conciertos que dieron en La Florida para que sepas lo que puedes esperar.
La banda se muestra cómoda mezclando estilos siempre dentro del metal moderno. Ya han adelantado un par de canciones y el resto está a la par aunque no dejo de pensar que el inicio del disco con “I’ll be There” está hecha para entrar directamente en tu cerebro. Ya desde aquí tu cuerpo comienza a sentir el golpe de la batería y realmente John Boecklin debe estar orgullosísimo de cómo suena su instrumento.
La banda habla de este disco como la dirección correcta en lo que quieren hacer y confiesan que las canciones suenan como si a la banda le hubieran puesto esteroides. Y todo esto no hubiera sido posible si Tommy Vext no cantara como si se le fuera el alma por la garganta. Es capaz de lograr melodía y fuerza extrema en según qué momento. Es el típico músico que sabe balancear sus cualidades para mostrarlas todas sin que suene como un alarde personal.
Intenso el uso del piano en “No Messiah”, que al contraponerse con la muralla de guitarras, provoca mayor contraste. Hay canciones más directas, como “Learn to Walk Again” que son solo dos minutos y cuarenta y dos segundos más parece una inyección de adrenalina que una canción. Un ligero respiro lo da “Better off this Way” pero la entrada de “Foe or Friend” te vuelve a poner los pelos de punta, una salvajada musical con Tommy Vext en sus momentos más agresivos, con influencias que van desde Pantera y Fear Factory hasta Disturbed e incluso FFDP, evidentes hasta aquí incluyendo “Sober”, el “Zombie” de este disco.
En la segunda parte del CD, también hay piezas algo más calmadas como “Back in the Days” y animaladas de corte Machine Head como “The Consumerist” o “L.A. Song”. Entre medias, canciones donde mezclan razón y locura como “Heaven So Heartless” y “Crying Game”.
Cuando vamos al gimnasio, habitualmente ponen música de una emisora de radio. Si pusieran este disco de Bad Wolves, los clientes harían ejercicio con más rapidez y energía, la energía que la música trasmite.
Line Up: Tommy Vext (ex-Divine Heresy), vocal John Boecklin (ex-DevilDriver), drums Doc Coyle (Vagus Nerve, ex-God Forbid), guitars Chris Cain (Bury Your Dead), guitars Kyle Konkiel, bass |
Más Info: www.facebook.com/badwolvesofficial www.instagram.com/badwolvesofficial https://badwolvesnation.com |