Newman es de esas bandas que he conocido gracias a trabajar en Made in Metal. Un grupo que hace magnifica música y que si no es más afamado es por razones extra musicales. Quizás porque no tiene una buena presencia en redes sociales, quizás porque no hay escándalos ni provocativas opiniones, quizás porque no son músicos guapos, quizás porque no organizan giras intensas por todo el mundo, quizás porque no hay videos caros y quizás porque trabajan en otros puestos y con otros músicos. El caso es que después de veinte años de carrera siguen siendo uno de los secretos mejor guardados de Londres.
El cantante y compositor Steve Newman ha decidido desde hace años ser su propio administrador, para decirlo de alguna manera. El hombre graba casi en solitario y tiene una banda de directo. Y aun le da tiempo a sacar consistentes discos de AOR y hasta para componer para otros músicos como Cry Of Dawn (Goran Edman) y Toby Hitchcock que grabó tres de sus canciones en el disco "Reckoning".
En el 2018
Newman fue invitado a tocar en el HRH Festival para celebrar el veinte aniversario de su primer disco. Luego paso el resto del año y 2019 escribiendo y grabando para otros artistas y también para hacer este disco. Este disco es una continuación de
Aerial del 2017. Un grupo de buenas canciones con gancho, melodía y estribillos pegadizos. Pero siguiendo la carrera de
Newman, siento que aquí el músico se ha despegado ligeramente de lo que sería su “modus operandi”.
Hay piezas donde el compositor ha tomado ciertos riesgos. Una de ellas es “Woth Dying For” donde pudiéramos pensar que el manido coro inicial está hecho para enganchar fácilmente al oyente, pero resulta que no, que se hace difícil para el oyente, mientras que el estribillo real si refleja el carácter intenso de la canción. Otro momento diferente lo muestra “To Go On Loving You” que comienza con unos versos a coro donde todas las voces las hace Steve en una pieza igualmente arriesgada donde el paso lo tiene el trabajo vocal bajo el cual hay un riff sumamente sencillo y falto de identidad. Es como si quisiera demostrar que no siempre la guitarra es quien te lleva a sentir la fuerza de una canción. Esto sin abusar, que los teclados y el solo de guitarra que suma va muy bien.
No son las únicas, para “Moving Target” entra con unas líneas de voz arriesgadas y nos da que pensar que se ha tomado las melodías vocales muy en serio, experimentando a ver hasta dónde puede llegar. Ha hecho todas las voces del disco, y pensaras que es lo lógico siendo el cantante, si, pero ha cantado todos los coros y armonías posibles dentro del fonograma. Un trabajo meticuloso que también varia, donde lo mismo hace unas voces cuidadas que el coro asalvajado de "Wild Child".
Al mismo tiempo Steve Newman toca las guitarras y teclados y demuestra que más que un guitarrista o teclista es un compositor que trata de equilibrar cada instrumento. Aunque meta un solo más que interesante en el cierre con "Welcome to the Rush". Y también el mayor grupo de canciones son las que habitualmente hace, con su pegada y sus deliciosas melodías. La foto promocional no juega con los créditos del disco, pero es lo que hay.
El disco fue grabado en los Chrome Dome Studios en Londres entre mayo y octubre 2019 y por supuesto, todas las canciones las escribió y arregló Steve Newman.