A 01. Runaway Dancer
A 02. 10 Miles
A 03. Love In The World
A 04. Amanda’s Disguise
A 05. Between The Lines
B 06. Look Away
B 07. All That I Want
B 08. Restless Love
B 09. Price Of Love
B 10. Sometimes You Win
Pensamos que es el segundo disco de este trío de ases y primero que me encuentro pero resulta que no. Resulta muy difícil en estos momentos seguirles la pista a las bandas nuevas y al mismo tiempo a los clásicos que nos gustan. Y no porque Champlin Williams Friestedt sean unos clásicos per se, sino por lo que entraña que se hayan reunido tres músicos geniales.
Si bien es cierto que el vocalista de TOTO, Joseph Williams no es uno de los más afamados cantantes de esa banda, pocos son los que conocen que trabajó en la película de Disney “El Rey leon” cantando con la voz de Simba de adulto (“Hakuna Matata” y “Can You Feel The Love Tonight” cuando no la canta Elton John). O sea, que aunque no lo conocías, lo has cantado alguna vez.
El vocalista de
Chicago, Bill Champlin, quien grabó con la banda durante tres discos, hizo que el
Chicago 17 pusiera de nuevo al grupo en el cenit de su carrera una vez más, continuando con el 18 y el 19. Durante 25 años ha estado girando con la banda. También ha escrito canciones para Earth Wind & Fire y
George Benson y ha trabajado para innumerable artistas como
Elton John, The Doobie Brothers y
Steve Lukather. En Madrid lo vimos formando parte del Legends
Voices of Rocks en el 2013.
Se suma el guitarrista y productor sueco Peter Friestedt, quien ha entregado otro disco de AOR para continuar el éxito del primero disco de este trío y el DVD “Live In Concert” que llegó a la cima de las listas de venta en Suecia. ¡Y yo sin saber nada! Peter Friestedt tiene antecedentes con los espectaculares discos “LA Project” (2002) y “LA Project II” (2008) y también ha sido músico de sesión para David Foster y Fergie Frederiksen y ha girado por Europa y Japón con Joseph Williams con quien grabó el disco "Williams/Friestedt" antes de sumar a Champlin, que llegó al Top 40 en Escandinavia.
Con estos musicazos, es evidente que lo que vas a encontrar es un disco de AOR. Simplemente esto, música agradable y suave, de esa de la que se te pega al cerebro. Las dos voces son maravillosas y acariciantes, pero no contentos con esto suman alguna otra, como la de Michael McDonald en el single “Love In The World”, y aun hay más sorpresas.
La canción que abre es “Runaway Dancer” y ya te da la pista que este disco va a sonar a Chicago y a TOTO, y a veces a ambas bandas juntas. “10 Miles” suena como siempre has recordado a la banda de Steve Lukhater. Una oda a la nostalgia y a aquellos momentos en los que pensabas que la vida era solo felicidad. Esto es para adultos mayormente. La sorpresa de escuchar a Michael McDonald aportando su voz cargada de sentimientos a “Love in the World” junto a Champlin lo hace una pieza de soul con guitarra jazzeada y cierto groove.
Una vez más con “Amanda’s Disguise” la banda cambia el tono agregando algo de energía y repitiendo el toque jazzeado en la guitarra inicial mientras que la forma de cantar el estribillo es puro Chicago XVII al igual que en “Between the Lines” y continúan con el éxito del Chicago XIX, “Look Away”, una canción escrita por Dianne Warren que siempre acredité a Champlin por error y que ahora está arreglada para que suene algo más dulce si es posible.
Hemos pasado la mitad del disco y quizás no haya más sorpresas, y es que al escuchar “All That I Want” te das cuenta que estas pieza están todas tan bien escritas y mejor arregladas, que si eres un aprendiz de compositor con deseos de poner una canción en las listas de éxitos repitiendo esta fórmula no vas a llegar a ninguna parte, ya has sido superado en todos los aspectos. “Restless Love” es un ejemplo de la aparente simpleza hasta que escuchas las armonías y entonces te das cuenta que llegar aquí ha costado años de aprendizaje.
Se hace un poco más rockera la version de “Price Of Love” quien fuera grabada originalmente por Baton Rouge. Sin embargo el cambio no la he sentado bien. La canta Tamara Champlin quien co-escribió la canción. Aparte de esto, lo único malo que tuene el disco es que se acaba. Y lo hace con “Sometimes You Win” que tiene esos aires de canción de jazz para amantes en una noche a media luz.
Este no es un disco de metal, ni siquiera de hard rock. Es puro AOR con una colección de canciones que nos pone los pelos de punta y nos hace pensar que la vida sin pareja no es igual de feliz.