01. Laser Guided
02. The Badlands
03. 3 Put All Fear Aside
04. More Machine Than Man
05. Dreamin’ of 1986
06. Beyond the Outer Limits
07. The Two Sirens
08. AVTD
09. The Countdown is On
10. Rhythm Reprise (I Pray the Lord)
11. 21st Century Beck
12. Charlie Went to Chicago
13. No Backup Plan
Cuando conocí la música de Michael Angelo Batio, allá por los años ochenta con la banda Nitro, pensé que era una injusticia el que no se le reconociera como el mejor guitarrista de este mundo. Sus maniobras con la guitarra de doble brazo en ángulo de noventa grados aparte de su velocidad innata y el hecho de ser ambidiestro me parecieron maravillas, y pensé incluso que el modelo de guitarra se produciría en serie y cientos de guitarristas tratarían de emularlo. ¡Sueños de juventud! ¡Nada de eso ocurrió! Incluso ahora pienso que MAB tiene que trabajar muy duro para ganarse el pan de cada día.
Quizás algo que influyó fue que saliera algo atrasado. Quiero decir, que la década de los ochenta fue la de los “Guitar Gods” y Batio salía algo tarde. No porque fuera un joven que nació en otra década, porque no lo era, sino porque no aprovecho el movimiento de Mike Varney buscando guitar héroes por todos los Estados Unidos. De nada vale especular, el caso es que Batio no ha tenido nunca el reconocimiento debido.
Este es su disco en solitario número doce. Un disco que nos ha llegado sin información de alguna alineación, lo que nos hace pensar algo que nos refuerza el sonido de los instrumentos, que ha hecho igual que Joe Satriani, grabando las cuerdas y programando el resto. Todo en un ambiente de metal, puro metal. La programación de la batería es sencilla de manera general, demasiado sencilla para mi gusto, demasiado plana y recordando al sonido de batería del “St Anger” de Metallica. Una de las piezas más trabajadas en esto del drums es “The Countdown is On”, pero no será la norma sino la excepción.
Otro detalle es que el guitarrista no se anda con rodeos ni cultiva la belleza de estilo clásico. Aquí desde la primera nota el músico te salta a la yugular con acelerados riffs y secuencias de notas imposibles. Son casi cincuenta minutos apresurados, y esto causará divisiones entre los que al fin descubren que esto está casi despojado de tierna inocencia y los que no pueden resistir tanto aguijonazo al cerebro acomodado. Solo hay dos momentos de descanso, y breves. La primera es el preludio de corte clásico, “Dreaming of 1986”, y la otra pieza es incluso mejor, con un toque Prog sesentero se titula “Rhythm Reprise (I Pray the Lord)” y nos recordará los primeros discos de Rush.
El resto es pura adrenalina, pero no todo es thrash o heavy metal. Desde la primera canción, “Laser Guided”, ya hay algunos detalles de power progresivo y a partir de aquí te darás cuenta que si bien en todas las guitarras corre sin descanso en cuando a los solos, los ambientes de fondo son diferentes, como ocurre con ese aire Groove con cierta oscuridad de “The Two Sirens” y la complejidad de “More Machine Than Man”.
La sorpresa más agradable me la dio “Charlie Went To Chicago” una graciosa reinterpretación del clásico del southern rock escrita por el inmortal Charlie Daniels, “The Devil Went Down To Georgia”, pieza que se ha llevado a varios estilos incluyendo la salsa. Terminan con una pista de titulo premonitorio, “No Backup Plan” lo que me hace pensar que Batio tocará y compondrá hasta el último aliento.
Te podría decir simplemente que este es un disco para amantes de los dioses de la guitarra, pero hay más. Este disco es un puente entre Joe Satriani y Jeff Loomis, es como si Yngwie Malmsteen no tuviera educación musical clásica. Tampoco es un disco más de Michael Angelo Batio. No será el más reconocido, no será el mejor, pero ha trabajado estas canciones muy duro que ni de lejos suenan a piezas del montón. Y el resultado habla por si solo.