Ariday - El Precio del Sufrimiento (2020)

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Jueves, Noviembre 21, 2024

Ariday - El Precio del Sufrimiento (2020)

Escrito por José Arias

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Autoproducido

Tracklist:

1.- Cuernos al viento

2.- Bienvenido a mi mundo

3.- El sueño empieza hoy

4.- El precio del sufrimiento

5.- Nunca me quise marchar

6.- El mundo a mis pies

7.- Luchar

8.- Mr. Hyde

9.- Nada que ganar

Sara, la vocalista de Ariday, nos ha enviado su quinto disco. Una banda de Zaragoza de la cual escuchando 'El Precio del Sufrimiento' me hubiera gustado conocer más o desde hace más tiempo. Ellos comentan que es su disco más fuerte hasta la fecha y no puedo dar fe de ello, pero sí de que se trata de un disco de heavy metal poderoso con ganchos atractivos y una producción que lo hace sonar potente.

Ya la entrada de “Cuernos al Viento” tiene un sonido que recuerda a las bandas de thrash de San Francisco, sin embargo esto no es thrash, es puro heavy metal aunque haya alguna voz gutural aquí o allá. Magnifica carta de presentación. Una canción que gustará a muchos. A mí en lo personal a veces siento que hay cierto desfase en algunas letras de este tipo, como un sentimiento ingenuo, pero luego voy a los festivales y veo miles de cuernos al viento y me doy cuenta de que el sarcasmo me corroe.

Luego vendrán un par de canciones pegadizas, con doble bombo y riff cáusticos, “Bienvenido a mi mundo” y “El sueño empieza hoy”. En los coros hay una segunda voz algo más aguda que la de Sara que queda muy bien. Algo positivo en la producción es que el bajo de Danny Villuendas se escucha a pesar de la tromba de sonido y la batería de Luis Crespo suena magnifica y además es un placer escucharlo tocar, es de los baterías que empuja a la banda hacia adelante.

“El Precio del Sufrimiento” ha sido escogida como título por la sencilla razón de que es una pieza a la que el nombre de rock le queda muy bien, dura como una roca. Crespo se desmadra con los tambores y las guitarras de Jose Luis Supervia y Néstor Estopiñá son densas y cortantes, usando timbres más propios de estilos extremos. El solo de esta canción apuesta por la melodía lo cual le va muy bien contrastando con la fuerza del resto de los instrumentos. ¡Me he quedado enamorado de esta canción!

Que la siguiente sea una balada no nos amedrenta, “Nunca me quise marchar” muestra a Sara cantando con otro timbre y pronto nos damos cuenta de que quien se marchó se fue a las tinieblas. Para el estribillo hay dos voces que pienso que hace la propia Sara y en ambas sube a un tono más agudo que hace que prestemos mayor atención a la letra. Una canción linda, a la que sigue un momento ambiental que da inicio a “El mundo a mis pies”, una composición que al principio puede parecer más común hasta que entra la voz a la que dan espacio los instrumentos. Con los coros regresamos a varios timbres vocales, alto, medio y gutural.

Para “Luchar” regresan con la misma idea de la primera canción, una introducción poderosa y una batería con aire, o sea, que suena como si estuviera en un salón espacioso y no constreñida a una sala de estudio. El sonido de Ariday está muy bien definido y me suena como si fuera de directo, contundente. Regresamos a las guitarras que juegan con en contraste de riff heavy y solo melódico, momentos acerados alternados. Para “Mr. Hyde” la entrada es puro Judas Priest y escuchamos la voz masculina del cantante de Salduie, Diego Royo.

El cierre es igualmente brioso, “Nada que Ganar” suena rabiosa. Un grupo del cual habíamos escuchado hablar pero no su música y nos ha dejado un intenso y agradable sabor de boca. Hay momentos en los que siento que los versos no encajan perfectamente con la estructura de la música, pero son defectos míos y no de la banda, tampoco del idioma español. En el pasado estuvieron por México y esperamos que tan pronto nos sacudamos el virus de encima, puedan regresar y presentar estas canciones como se merecen, a puro decibelio.