1. Gates of Fire
2. Wings Of Destiny
3. Shout
4. Mirror
5. Hunter's oath
6. Where the river flows
7. Dragons Dance
8. Empire of sins
9. Leave a light on
Silent Winter se formó a mediados de los años noventa en la ciudad de Volos en el centro de Grecia, grabado dos demos. En 2018 el grupo se reformó con nuevos miembros grabando un EP de cinco canciones. Una de ellas fue “Far Away” de la cual sacaron video producido por Progressive Vision Group (Bob Katsionis). Las buenas críticas los entusiasmaron y sacaron su primer álbum 'The Circles of Hell'. Poco a poco han ido escalando y ahora sacan su segundo disco, 'Empire of Sin'.
La banda práctica un power metal de corte básico. Los amantes del estilo disfrutarán de lo lindo, sobretodo con la primera canción, “Gates of Fire” que es un power clásico de los que hemos escuchado centenares de veces y aún pega duro en nuestros corazones. A partir de aquí bajan un poco la velocidad con dos canciones alegres, “Wings Of Destiny” y “Shout” antes de llegar a “Mirror” con un inicio orquestal algo pomposo volviendo al alegre ritmo power y la frase que hemos escuchado miles de veces de “mirror, mirror, on the wall”.
Todos los músicos están afilados en sus instrumentos, pero destaco el abuso vocal de Mike Livas, garganta de fuego donde las haya. En cada canción deja una parte de sí, pero quisiera recomendarte prestes especial atención a “Hunter's oath” donde muestra todo lo que es capaz de alcanzar, desde registros graves hasta agudos imposibles. Nos recuerda aquí a Eric Adams de Manowar y en la parte lenta a Bruce Dickinson. Una canción que él hace preciosa.
Aunque poco dados a apreciar las baladas, “Where the river flows” indudablemente es una canción muy bien hecha y he regresado a los créditos a ver si hay dos vocalistas, porque resulta casi imposible pensar que todo lo hace una sola persona. Con “Dragons Dance” regresan a lo básico en cuanto a velocidad y estructura de la canción. “Empire of sins” comienza lentamente, pero sabemos que no puede haber dos baladas tan pegadas y esperamos que la banda se desmadre, lo cual llega antes de acabar el primer minuto, pero no es una aceleración repetitiva sino un medio tiempo con buenas melodías marciales de guitarra que nos recuerdan a las bandas de heavy metal americano que florecieron en los ochenta, la cara opuesta del glam y el sleazy rock. Es de las canciones más trabajadas del disco con un momento coral místico previo al solo. Terminan con “Leave a light on” que es una pieza algo diferente al resto, más cercana al heavy metal y con unas líneas vocales realmente lindas.
Aunque John Antonopoulos tras los tambores tiene poco margen de creatividad, se siente como un río de Red Bull cuando toca, ¡magnífico! Kiriakos Balanos y Vangelis Papadimitriou en las seis cuerdas se saben todos los trucos habidos y por haber, y lo mismo destacan en la melodía que en la velocidad. Como ya es habitual, Vangelis Tsekouras al bajo es quien menos se escucha. Posiblemente esté haciendo unas intensas acrobacias, pero la mezcla no ayuda.
El disco fue grabado en los Kalovidouris Sound Studios, en Volos, Grecia con mezcla y masterización de Dionysis Christodoulatos en los CFN recording studio de Atenas. Kiriakos Balanos diseñó la carátula. Un grupo de power metal europeo que cuando se desmarca un poco del encorsetamiento hace las canciones más creativas.