01. Love Will Lead The Way 03:39
02. Las Vegas 05:18
03. Word To The Wise 04:15
04. Old No. 7 04:40
05. Shade 04:24
06. The Rhythm Won't Stop 07:25
07. Edge Of A Knife 04:08
08. The Camel's Back 04:04
09. What They Say 04:17
10. The Road 06:11
11. Come A Time 04:05
12. Love (Reprise) 06:59
El guitarrista Barry Goudreau, exintegrante de la legendaria banda Boston, está de regreso amigos lectores, vivo y coleando con su banda Barry Goudreau's Engine Room lanzando su segundo álbum 'The Road' desde su debut en 2017 titulado 'Full Steam Ahead' de gran aceptación por la crítica y todos los seguidores de sus proyectos anteriores en los que ha participado como Orion The Hunter y RTZ que tanto nos deleitaron en los ochenta y noventa. Este grupo de rock clásico y blues pesado incluye a sus excompañeros de banda de RTZ Brian Maes en la voz principal y teclados, Tim Archibald en el bajo, completado con Tony Depietro en la batería y tres grandes vocalistas femeninas, que también interpretan algunos momentos protagonistas con un trabajo reluciente y meritorio.
Goudreau demuestra que casi a sus setenta años tiene gran vitalidad y energía como siempre, y todavía se siente inspirado para escribir canciones y riffs increíbles. "The Road" tiene algo para todos, desde temas hard rockeros, blues rock, baladas melódicas y pequeñas texturas del AOR de los gloriosos ochenta, confirmando que Engine Room está a nivel máximo y siguen funcionando a toda máquina. Sin dejar de ser este un gran álbum también en el que podrán disfrutar doce piezas de puro hard rock clásico, les confieso en mi gusto muy particular que me quedo con el trabajo anterior.
Te atrapan desde sus inicios con “Love Will Lead The Way” donde un magistral teclado guiado por los dedos de Brian Maes y su cautivadora voz te endulzan el paladar como entrante del pastel que te van a servir, voraz riff de Goudreau como nos tiene acostumbrados, bellos coros femeninos, un estribillo muy ganchero, en fin un abanico musical impresionante. “Las Vegas” pieza hard rockera con mucho movimiento, pegada y la voz de Maes con un tono letal, posee un ritmo contagioso de los que te hacen repetir el tema hasta aprendértelo de memoria, un solo de sintetizador que te pone los pelos de punta, seguido de un grueso riff que a medida que avanza se va haciendo filoso y penetrar en tu alma como un cuchillo, unido al trío de bellas coristas haciéndose cargo del estribillo. La bella “Word To The Wise” una pieza cautivadora y hermosa de principio a fin, las melodiosas tonalidades vocales se impregnan en tu cerebro causando un éxtasis natural indescriptible, unos pasajes acústicos que matan, Barry Goudreau haciendo alarde de sus inmensas cualidades soltando un solo magistral que parece sacado de una máquina del tiempo y recordar los gloriosos momentos de Orion The Hunter en los 80.
Una hermosa y dulce balada nos llega con “Shade” donde Maes lo canta con una autoridad muy conmovedora con unas tonalidades bellas (adoro como canta) y a menudo está rodeado por ese mechón de chicas del coro celestial que adornan y dan un color a la pieza de forma muy meritoria. “The Rhythm Won't Stop” un tema en directo o que transmite esa sensación en vivo que sobrepasa los siete minutos, una melodía con un encanto de múltiples capas para que los oídos se deleiten, el solo de Barry es matador, Tim Archibald mostrando sus habilidades con las cuatro cuerdas, unos susurros de una de sus coristas que también canta en parte en la canción le da un contraste de lujo, teclas y coros en fin con todos los ingredientes para ser disfrutada y cantada en un estadio a más no poder. Rompe con filarmónica “Edge Of A Knife” clásico tema acústico y cantado por una de sus tres talentosas féminas que bien pudieran recordarte unos Fleetwood Mac y su etapa dorada con la brillante y bella Stevie Nick.
El corte nueve “What They Say” es otra puntera, donde una vez más la voz cruda y emotiva de Brian Maes unida a los talentosos músicos que lo acompañan levantan bien alto la bandera del hard rock clásico americano con ese sonido ochentero que tanto amamos, cortantes riff, coros y un estribillo contagioso. “The Road” el tema que da título al álbum tiene esos aires al lejano oeste, blues y algo de country, con una emocionante melodía y unos juegos vocales preciosos, tomando energía a mediación y el señor Barry Goudreau regalarnos un espectacular solo que enseguida te recuerdan a su etapa con Boston por su similitud sonora unidos al canturreo conmovedor y sincero de Maes. Continúa la melodía con “Come A Time” que devuelve a Goudreau y Maes sus tonos con sabor a Orion The Hunter o RTZ, con mucho para que los oídos se deleiten en una combinación ajustada muy agradable del mejor rock clásico añejo y actual. Este álbum termina de una manera muy divertida con “Love (Reprise)” pues tiene la misma letra que su primer tema "Love Will Lead The Way" pero en una versión diferente con una introducción instrumental de lujo que te transporta a los sonidos de Boston en sus inicios, en fin un cierre genial digno para otro gran disco de Engine Room.
En resumen otro grandioso álbum de colección resultado del talento y esfuerzo de estos músicos guiados por la magia del experimentado Barry Goudreau, que continúa funcionando con la máxima eficiencia y componiendo grandes canciones para el disfrute de sus seguidores y todos los fans del buen hard drock clásico hecho con detalle y mucha sabiduría. Escucha obligatoria. Altamente Recomendado.