Uno de los momentos más notables relacionados con el devenir del rock en la provincia de Pinar del Río dentro del presente año lo fue para mí, la presencia de la banda ecuatoriana Aztra, de visita en Cuba a inicios del pasado Agosto como parte de una mini-gira por el occidente cubano que incluyó conciertos en el festival Verano en Jibacoa (conocido anteriormente como Rotilla), la ciudad de Pinar del Río y el poblado de San Juan y Martínez junto a los locales Médula, periplo reportado por la prensa local y nacional, e incluso por programas como “Todo Música”, “Meridiano 12” de Tele Pinar y la revista nacional “Buenos Días” de la televisión nacional. Y si lo considero así se debe a la oportunidad de ver en directo a una agrupación de nivel, más cercana a nuestro entorno (aunque sean unos desconocidos en Cuba) y fiel representativa de esa tradición de lucha que siempre ha mostrado buena parte del heavy metal latino (¡hay tantos ejemplos!), cantando en nuestro idioma y con una coherente proyección musical y escénica, donde entran a jugar además elementos autóctonos propios de una tradición antiquísima.
Pues Revoluciones viene a ser el sexto disco en la trayectoria de esta banda procedente de Quito, con una década de vida y cinco discos anteriores, además de otros sencillos editados y la participación en álbumes tributos a bandas como DEMOLICIÓN, KRAKEN y MALÓN. Es un CD compilatorio que recoge grabaciones de sus discos Raíces (2007), Memoria (2008) y Acústico (2010), aunque debemos decir que algunos de los temas presentes en ellos fueron creados anteriormente y grabados en los dos primeros discos con otra voz líder (en aquel entonces una chica), decisión acertada totalmente pues uno de los puntos fuertes de esta agrupación es la voz potente y de amplio rango que muestra Pablo Enríquez, a no dudar heredero de esa tradición de grandes vocalistas que ha tenido siempre el hard rock y el heavy metal, y que en Cuba (desgraciadamente) ha tenido una mínima expresión, ejemplificada en nombres como Nelson Comas e Iván Leyva, por citar solo dos ejemplos.
Y de hecho me atrevo a decir que entre estos temas re-grabados e incluidos aquí, está buena parte de la esencia de Aztra, rescatada y adecuada al formato actual para no perderla y además mostrársela a los que, como nosotros, no conocen de su propuesta: Heavy metal de guitarras, a la usanza clásica, con una voz líder del alto registro, buena interrelación con teclados, y textos comprometidos con una ideología latinoamericana, anti-imperialista y revolucionaria. Piezas como “Tierra Libre” (con ese ímpetu desenfrenado y esas cabalgatas al unísono entre guitarras y teclados), “Sin opción” (con un breve comienzo en plan balada heavy para desembocar en un mid tempo marchoso que continuará acelerándose ambientando una historia de emigrantes), “Carula” (una de mis favoritas, fuerza heavy recreando una niñez desamparada y cruel, con dinámicas guitarras que derivan en un evocador arreglo de teclados, para arremeter con saña hasta el final); y la instrumental “Alturas” (versión sobre un clásico de los chilenos Inti IllimmaniI), incorporando la sonoridad heavy al folclor andino con flautas típicas y charango, en una suerte de etno prog/heavy, que se me antoja ideal para demostrar que éstos otros caminos son también muy válidos.
El disco comienza con “Gritos del Sur”, pieza que pudiera definir también de un tirón la esencia de la música de Aztra, a tono con esa identidad propia del Sur tercermundista y su sentimiento de lucha eterna, presente de igual forma en otras piezas como “Dinastía entre las nubes”, “Lago de sangre”, “Forjando libertad” (con una bella intro a voz y piano), y “Gritos de guerra” (mostrando una dualidad vocal en tonalidades diferentes), todas pletóricas de energía heavy a raudales. La deliciosa “Amor bajo el Sol” muestra ingredientes cercanos al heavy AOR y un estribillo melódico y adictivo, en tanto la seminal “Lamento”, eleva a un listón bien alto la mixtura con la tradición musical autóctona, del mismo modo que su versión del clásico “Manifiesto” de Víctor Jara (bella, bellísima...), ambas imprescindibles (para mí…) dentro del catálogo de esta banda, como también las inspiradoras “Un largo andar” y “El mañana”, una y otra a la usanza de las heavy rock ballads, y destilando talento a borbotones en uno de los momentos cumbres del CD, siempre con la voz de Enríquez en tonos bien altos (¡muy bien!).., ¡Me ha encantado esta banda, señores!
En resumen, Aztra nos mostró en unos días (además de lo que ya citara anteriormente), la reafirmación de una identidad latinoamericana asociada al rock y al metal que nunca deberíamos olvidar (de hecho, muchos la han obviado siempre…), aunque continuemos amando la música hecha en otras latitudes y muchos de nuestros ídolos provengan del Norte, no siempre revuelto y brutal como pregonan otros. Durante su visita a Cuba vinieron como sexteto aunque no se si ahora mismo mantengan el mismo line-up, pues supe que poco después el baterista Omar Saavedra había salido del grupo. Igualmente, en estas grabaciones varios músicos diferentes han pasado por la banda, siempre alrededor de Luis García (teclados, coros, instrumentos andinos, director y principal ideólogo y compositor) y Pablo Enríquez en la voz líder, como cité previamente. Revoluciones es, entonces, una oportunidad ideal para que conozcas de una sola escucha el devenir de una agrupación de nuestra América Latina, capaz de sonar a la altura de nuestras eternas referencias procedentes del Primer Mundo, fiel representante de la importancia de considerar siempre el rock como vehículo para exponer… ¡tantas cosas!.
Para información y contactos, favor de chequear en la web las siguientes páginas, www.aztra-ecuador.hi5.com y www.myspace.com/aztraecuador, y consultar además la reseña de su concierto en Pinar del Río (www.cuba-metal.com), y una entrevista que les hice por aquellos días publicada aquí en www.rockencuba.com.
Manuel Santín Valdés
Producciones MSV.