Tracklist:
01. Nevermore
02. Vanishing
03. To The Grave
04. Ditch
05. Omens
06. Gomorrah
07. Ill Designs
08. Grayscale
09. Denial Mechanism
10. September Song
Tras la salida de su álbum homónimo en 2020 y el trabajo en directo 'Live In Richmond, VA' en 2021, la formación estadounidense Lamb Of God, están de vuelta con su nuevo larga duración, al que han bautizado como 'Omens', y que se convierte ya en el undécimo de su carrera musical. El plástico, fue lanzado el 7 de octubre, a través del sello discográfico Epic Records.
Comenzamos de manera directa, con uno de los Singles de adelanto de este nuevo disco, "Nevermore", que ya cuenta con una sonoridad de lo más pesada por parte de unos instrumentos repletos de combatividad y vigor a partes iguales. Por otro lado, el protagonismo recae sobretodo en la voz de Randy Blythe, que ya nos ofrece un entretenido juego de voces a lo largo de toda la canción, que van desde sus prodigiosos guturales a voces susurradas en algunos fragmentos o tonos vocales de influencias melódicas. Con este tema, Lamb Of God, llevan su sonido hacia una faceta más contemporánea que, desde el primer momento, le aporta un gran dinamismo al plástico. Mientras que en "Vanishing", la potencia va en aumento, vislumbrando de este modo a esa agrupación más salvaje y despiadada no solo a nivel instrumental o vocal, sino también por parte de las letras de los norteamericanos. En general, estamos ante esa banda enfurecida que se lo lleva todo por delante en cada segundo del corte, como bien nos tienen acostumbrados a sus seguidores. Es excelente. En "To The Grave", nos encontramos con unos instrumentos de lo más fieros, que siguen elevando al disco hacia lo más alto, en especial, la batería en manos de Arturo “Art” Cruz, que sobresale por encima del resto de integrantes. Le acompaña un gutural de lo más desgarrador, que da lugar a una robusteza exquisita en las partes más pesadas del corte, mientras que de nuevo, no es raro escuchar esas voces más apagadas y casi imperceptibles por parte del frontman, donde incluso el instrumental baja un poco los decibelios. Todo ello, culmina con un esmerado solo de guitarra, que pone la guinda al pastel a esta pista de grandes cualidades y de ejecución impecable de principio a fin. ¡Estos son los Lamb Of God que me encantan escuchar!.
"Ditch", ha sido el otro adelanto del nuevo larga duración de los estadounidenses. Si creíamos que la intensidad no podía subir aún más, estábamos totalmente equivocados. Esta canción es una bomba que estalla desde el principio, donde la banda, vuelve a enseñarnos los dientes en todo momento, dando rienda suelta a su lado más salvaje y despiadado, y para buena muestra de ello, son esas cuerdas y esa batería tan aceleradas las cuales lidera Randy con su cruda voz situada en un primer plano. Por otra parte, el vocalista, deja constancia del gran frontman en el que se ha convertido, fruto de tantos años al frente de la formación. El tema homónimo, "Omens", suena en el quinto lugar. Estamos ante una composición más llamativa y dinámica en la que la agrupación norteamericana, no escatima en recursos para darle un toque más actual. Por ello, no es difícil de apreciar una introducción más sosegada, que de manera rápida, quiebra en un sonido repleto de brío y acometividad a partes iguales, donde la faceta más metalera de la banda hace su aparición de forma audaz. Aunque, a rasgos generales, la banda se mueve por unos caminos de auténtico Groove Metal, pero sin excederse demasiado en algunas partes, como por ejemplo el estribillo, que cuenta con un buen gancho. Pero aún así, esta pista contiene todos los ingredientes para ser todo un éxito en el directo. Continuamos con "Gomorrah", una de las canciones más imponentes de este nuevo larga duración. Destaca por sus ritmos de carácter más pausado al principio, pero de un sonido poderoso y belicoso en ese momento. Una vez más, escucharemos el gutural de Randy liderando con una maestría increíble a toda la formación hasta llegar al minuto 1:17, donde los instrumentos se revelan empezando por la propia batería, que ya indica que no va a escatimar en ritmos de lo más acelerados a los que, por supuesto, le siguen las cuerdas, especialmente las guitarras, que suenan de auténtico sobresaliente hasta el final del corte.
En cambio, en "Ill Designs", la formación nos hacen disfrutar a través de sus imponentes riffs y su sonoridad cada vez más estremecedora. Esta pista, es auténtica adrenalina desde la primera hasta la última nota. Bajo mi punto de vista, es de las mejores del álbum, ya que apreciaremos a unos Lamb Of God de lo más provocadores, los cuales no se quedan cortos en potencia ni fuerza en ningún segundo. Además, su naturaleza tan belicosa sigue intacta, dando lugar a una de las canciones más férreas de este trabajo. Le sigue "Grayscale", donde la intensidad continúa subiendo pero sobretodo por parte de la voz. Randy Blythe, nos deleita con un gutural ensordecedor, mientras le siguen unas guitarras llenas vigor y un bajo y una batería de lo más monstruosas, que dan lugar a una atmósfera de lo más destructiva. En este caso, nos situamos ante uno de los temas en los que la auténtica personalidad de los norteamericanos resuena con un poder exquisito, demostrando así, que aún se encuentran en muy buena forma y les queda un gran camino por recorrer. También quería mencionar la espiral tan destructiva que posee este corte y que atrapa por completo al espectador. Es increíble. A pesar de encontrarnos ya prácticamente en el final del disco, la banda aún se sigue guardando sorpresas debajo de la manga. Y, es que "Denial Mechanism", es un “trallazo” para quitarse el sombrero. Ritmos de lo más acelerados gracias en buena parte, al enorme trabajo de Art Cruz, y unas cuerdas majestuosas en las manos de John Campbell, Mark Morton y Willie Adler, elevan por las nubes la fiereza de Lamb Of God en tan solo dos minutos de duración. Es la pista más corta del plástico, pero también la más violenta con mucha diferencia. Echan el cierre con September Song, una canción de inicio muy sosegado que nos deja coger un poco de aire. Aunque dicha tranquilidad, dura apenas unos minutos, ya que la formación, no duda en arrojar toda su furia como lo llevan haciendo a lo largo de todo este trabajo. Eso sí, añaden una amplia diversidad de elementos sonoros, como por ejemplo cánticos muy trágicos que contrastan con la voz del frontman, algunos pasajes de índole más melódica u otros que vienen cargados de la belicosidad propia de la banda; de este modo, dan lugar a que este no solo sea un final de lo más acertado, sino que además, deje un buen sabor de boca y que siga destilando la verdadera esencia de la agrupación norteamericana.
Lo cierto, es que este era uno de los discos a los que ya tenía ganas de “hincarles el diente”, aunque con cierto miedo por si me llevaba alguna que otra decepción (algo que a veces sucede cuando llevas esperando un álbum tanto tiempo). Pero nada de eso, considero que Lamb Of God se han sacado un pedazo de larga duración, en el que toda su furia y su poder aparecen en cada una de las pistas. Sin duda alguna, les queda mucha tralla aún por dar.
Line-Up:
John Campbell – Bajo
Mark Morton – Guitarra Willie Adler – Guitarra Randy Blythe – Voz Arturo “Art” Cruz – Batería |
Mas Info:
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