Producción independiente © 2011
Si fuera a citar ejemplos de agrupaciones cubanas pertenecientes a la escena rock + metal que más hayan estado convencidas de la importancia de registrar cada etapa de su quehacer, no solo pensando en su público sino en ir aportando para la historia (la suya, y por qué no, también la del devenir de estas modalidades musicales entre nosotros) diversas muestras de su existencia, no dudaría un instante en pensar en Chlover, y eso lo he dicho ya en no pocas ocasiones anteriores. Con un catálogo de producciones independientes editadas (cuatro demos, un disco, un home-video y dos DVDs, además de varios vídeo-clips) que haría llorar de envidia a muchos de sus semejantes, me sorprendieron en los días finales del pasado 2011 cuando me hicieron llegar La Maldición, un nuevo… DVD!, que a diferencia de los anteriores y de lo que tradicionalmente se espera de estos formatos, contiene menor cantidad de material audiovisual… lo cual no hace sino ratificar una verdad de la cual estoy plenamente convencido: También es posible editar material sistemáticamente o ponerlo a disposición de todos como un adelanto de lo que viene (como se hace en medio mundo…), y eso es bueno para todos, incluso, es una eficaz estrategia promocional para mantener el espíritu de las bandas entre sus seguidores.
Pues La Maldición es un DVD con tres temas nuevos disponibles tanto en audio como con sus correspondientes vídeos, grabados en Artemisa en un entorno realmente diferente en comparación con las habituales locaciones utilizadas en los metal concerts: No son precisamente clips ni cuentan con un set de luces y efectos propios de una sala de conciertos. Son grabaciones hechas en un parque de Artemisa, su ciudad natal, temprano en la mañana y ante un heterogéneo público que asiste como sorprendido espectador, al mero hecho de ver un grupo de rock tocando en un espacio urbano que pudiera resultar inesperado para muchos (por lo del horario inusual, por la no presencia mayoritaria de público rockero). Un parque, donde lo verde natural se funde con lo grisáceo del concreto, entre pioneros, gente común y personajes de barrio, que me hace evocar las tantas veces que usé Artemisa como tránsito entre la capital cubana y la capital de Vueltabajo durante mis años de universitario en los´80, cuando los batidos de plátano locales eran la máxima delicia a la cual podía aspirar un viajero durante aquellas travesías inolvidables a diferentes horas del día, noche o madrugada.
Y eso me ha parecido bien. El hecho de acercarse a ese entorno suyo de cada día, rutinario y representativo de una inercia ciudadana, y hacerlo además mostrando en un tema de estos tres (creo que por vez primera en la música de Chlover) elementos de nuestra cultura musical autóctona, tiene además un trasfondo bien interesante: Un hilo conductor, una conexión, un viaje a las raíces, tanto musicales como personales o de conjunto, pero si dejar de ser como son, estableciendo con ello otra diferencia con sus congéneres. ¿Ha nacido una nueva manera para enfatizar su identidad, un nuevo paso en intentar mezclar los habituales códigos foráneos con parte de nuestra tradición más ancestral?
En fin, son solo tres temas, pletóricos de una energía arrolladora que puede aplastarte si no estás inmerso dentro de estas corrientes que matizan el metal contemporáneo. El inicial, que da título al disco, comienza a tope, pura muralla sónica, moderno metalcore basado en una vertiginosa sección rítmica con tres guitarras y una voz rugiente, para entrar en un coro melódico (“En cada ciudad, en cada rincón, alguien se enfrenta a lo peor…”) muy a tono con la estética ya mostrada en Primer Encuentro con el Lado Oscuro, disco debut de la banda y que ya les comentara anteriormente, aunque la sorpresa para mí aparece pasados poco más de tres minutos (una vez que las guitarras hayan protagonizado una breve incursión melódica a dúo, muy a tono con el coro): ¡La mismísima clave cubana en distorsionados riffs y palmadas!, y para colmo, soportadas por la potencia del drums + bass con un referente cercano a lo que se ha dado en llamar heavy timba, pensando en la potente polirritmia que ella genera. Y me han recordado a los Tendencia, únicos en Cuba que han apostado por un sonido mestizo totalmente metalero, aunque no de la misma forma y eso creo que lo sepan quienes estén leyendo esta reseña… ¡Y me ha encantado esto, lo confieso! Varias decenas de escuchas de “La Maldición” en pocos días ya me han convertido en un admirador de ella, pues siempre le he dado luz verde a todo intento de marcar la diferencia, de aportar lo suyo en aras de esa búsqueda incesante que todo creador nunca debiera abandonar, y que creo, marcará un camino a seguir por el grupo en un futuro muy cercano.
“La Fiera” regresa al Chlover más conocido, directo y hardcorero, potente e ideal para metal fans, donde para el final la voz clama “Cada persona es libre, al menos en su mente para realizar todos sus sueños, solo sobreviven a su tiempo aquellos que hacen sus sueños realidad y con ello devuelven la esperanza a otros que ya la perdieron…”, en tanto los coros gritan al unísono sobre una especie de coda guitarrera y de constante drums´ double bass de poco más de un minuto que sospecho será muy bien recibida en conciertos. “Solo por siempre” es la última pieza (“Soñaste con un gran señor que iba siempre al frente, su voz seca se incendió, quemando a la gente. Total desorden, ya no puede regresar, pensar que un día esa fue la mano que te guió”), regresando al metalcore con coros melódicos (“Solo, por siempre solo”), con cambios de estructura y de nuevo un final desacelerado con guitarras melódicas en una tonalidad que junto a las backing vocals y al texto, me trasmiten algo cercano a la desesperanza...
El disco contiene además como material extra, una entrevista con los integrantes del actual sexteto donde ellos nos comentan acerca de la génesis de este nuevo DVD, además de ofrecer información actual sobre la grabación del próximo álbum, entre otros detalles; y una galería de fotos, hechas por el siempre eficaz Nacho Vázquez, quien compartió la dirección de fotografía con Pedro Rodríguez. El artwork estuvo a cargo de Trio y la producción musical fue responsabilidad de la banda y Alberto Rodríguez, en tanto la dirección general del audiovisual estuvo a cargo de Anne Vázquez (permanente colaboradora del grupo y tras la cámara en varios de sus audiovisuales) + Alain Echeverría, responsable éstos además del montaje y diseño interior del DVD, respectivamente.
La autoría de los temas corrió igualmente a cargo de Orlando (idea original del DVD) y Milton, y en ellos se reitera esa poética de resistencia ya habitual en la música de Chlover, totalmente representativa de las preocupaciones, esperanzas y agonías del “cubano de a pie”, tópicos pertenecientes a los tiempos que corren agitadamente entre nosotros y donde se hace habitual ya un discurso que cuestiona ciertos valores, posturas y actitudes consideradas indiscutibles en épocas anteriores.
Manteniendo la misma alineación anterior (los guitarristas Alain Echeverría y Milton Núñez, el bajista Noel Camerota, el baterista y director Orlando Acosta, y el vocalista Michel Hernández), los músicos han incorporado recientemente otra guitarra (Jorge Luis Camerota), lo que intuyo enriquecerá las posibilidades musicales del grupo en el nuevo disco que ya preparan, y evidentemente engrosará aún más el sonido en directo. Material que como dije, sirve de adelanto para lo que será noticia en unos meses, y del cual podrás tener más información si visitas el sitio www.chlover.co.nr; y que se me antoja como referencia adecuada para recomendarles un ejemplo notable del rock + metal cubano de finales de 2011 e inicios de 2012. Tienen un concierto a inicios de Febrero en la sala Maxim Rock, así que no pierdas la oportunidad de comprobar lo que te digo en vivo. ¡Seguro!