A veces la buena música llega desde los rincones menos esperados, y les confieso que últimamente he estado “metiendo mis narices” en los avatares de un sinnúmero de bandas europeas cuyos nombres no les resultarían familiares a la mayoría de los lectores de estas reseñas. Hoy traigo al tapete uno de los discos que más me ha gustado del año, de una banda nada más y nada menos que de Hungría. Nunca he visitado Hungría, pero puedo asegurarles que allí se está fomentando toda una nueva hornada de excelentes bandas, pues en los últimos meses he tropezado con más de un trabajo de calidad excepcional (Carpathia Project y Mindflowers por solo citar dos). Y el que hoy les presento, traído de la mano de Special Providence y titulado “Soul Alert” es uno de mis favoritos para disco de rock progresivo del año 2012.
Special Providence es un cuarteto compuesto por el tecladista Cséry Zoltán y el baterista Markó Ádám como miembros fundadores, a los cuales se añaden el bajista Fehérvári Attila y el guitarrista Kertész Márton. La banda se formó en Budapest en el 2004 y ya cuenta con 3 álbumes en su haber (“Space Café” y Labyrinth” son los títulos de las dos ofertas anteriores) además de un excelente (y difícil de obtener en los Estados Unidos) DVD titulado “Something Special”. La receta de esta novel banda es un exquisito jazz-prog con sabor contemporáneo y con solvente riqueza melódica, un intermedio entre Tribal Tech, Planet X, Liquid Tension Experiment y los discos de los 80 de Alan Holdsworth, logrando así afinidades con otras bandas jóvenes como Relocator y From.Uz. El elemento más notable del sonido de Special Providence es que casi todos los ejes principales de sus temas, especialmente las melodías, están fuertemente orientados a un trabajo de teclados, sin que para nada eso se convierta en un lado flaco en el proceso creativo de la banda, ni que se traduzca en una preponderancia masturbatoria por parte de Cséry Zoltán. Todo el tiempo su música tiene un tono natural y pegajoso, algo que es extraordinariamente difícil de lograr cuando la música es instrumental y mucho más en el terreno jazz-prog. La música que este promisorio cuarteto ofrece se balancea barriendo un espectro que va desde timbres de fusión hasta los riffs de guitarra más abrumadores, que podrían salir de las guitarras de Dave Mustaine o James Hetfield. Se les nota divirtiéndose y tocando de manera grácil, y en un mismo tema pueden incluir melodías simples, con tonos de teclado y bajo propios de un club de música dance, mezclado con riffs extremos de heavy metal, todo con un sabor espontáneo y una fluidez fantástica. Los excelentes solos de guitarra se entretejen fácilmente dentro de la madeja musical ofreciendo toneladas de imaginativa creación en el proceso compositivo salpicadas con una habilidosa manera de tocar.
El primer tema “Babel Confusion”, que se extiende por casi 7 minutos y medio, ofrece una mirada a lo anteriormente expuesto de manera directa, sin miramientos ni timideces: jazz-prog puro y duro, sostenido por un riff limpiamente cimentado, claros delineamientos melódicos en los solos alternados de sintetizadores y guitarras, elementos de rock sinfónico, prog-metal y space-rock que se mezclan en en ciertos momentos con el fin de generar una sana diversidad en medio de la evidente arquitectura sónica de una canción que no te ofrece respiro. Los siguientes 14 minutos del CD están ocupados por la secuencia de dos temas excelentes: “Lazy Boy” y “Asparagus”, los cuales comparten una profunda inclinación por exploraciones líricas: el primero se desarrolla a través de un compás contagioso y la llamativa presencia de algunos interludios pesados con adornos de ritmos beats y líneas de bajo; el segundo ofrece un espíritu más calmado, al modo de un híbrido entre los estándares de Jan Hammer y de Tony Macalpine, exponiendo una vibración un tanto intimista pero para nada carente de suntuosidad. Acto seguido entra “K2”, que vuelve a la tipología colorida del tema de entrada en combinación con la agilidad más medida de “Lazy Boy”, mientras que “Untold Chapter” explora concienzudamente los parajes más plácidos del ideario musical del grupo, esta vez con un aire a lo Mahavishnu Orchestra remodelados a través de una sucesión de matices cuasi-Canterburyanos y sazones de jazz en una cuerda que se asemeja a CAB. Tal vez se trate de la pieza que muestra de forma más desnuda la esencia elegante de la creatividad musical que se fomenta en las extrañas de Special Providence. Después aparece “Incredible Flower”, un tema bastante relajante donde el cuarteto se focaliza crucialmente en trabajar con sutilezas a fin de motivar un ambiente de serena melancolía. “Standing Still”, por el contrario, es un ejercicio de pura extroversión, una sana muestra de exhibicionismo técnico hecho con buen gusto y basado en el buen criterio de alternar con meticulosa coherencia los rotundos pasajes recargados de electricidad rockanrolera con otros más tirados a la pomposidad del sinfonismo: o sea, prog-metal bien cuidado. Cuando llega el turno de la pieza que titula el CD, el grupo se anima a hacer una magnética síntesis entre la rotundidad poderosa de la pieza anterior y las estilizaciones más usuales que antes hemos encontrado en “K2” y “Lazy Boy”. Ya para ese entonces estás completamente enganchado con el disco. Llega “Return To Childhood” , el cual no es más que un ejercicio de fusión de vieja escuela, un poco al estilo de Return to Forever de la etapa de “Where Have I Seen You Before?”, y para cerrar con broche de oro nos regalan el único tema cantado incluido de álbum, “Fences Of Reality”, cuyo misterio se reduce a ser una versión vocalizada de “Lazy Boy” (A pesar de que la letra no trata sobre ningún muchacho holgazán), con un mucho mayor feeling rockero y menos tintes de jazz. La voz del invitado Tanka Balazs se ajusta bastante muy bien a la ocasión, con un estribillo en extremo pegajoso y al ser más corto que la versión original te deja el sabor de boca de que es demasiado rápido para que disco se haya acabado.
Básicamente si eres un seguidor de bandas de jazz fusion como Dixie Dregs, projectos de metal-fusion como Liquid Tension Experiment y Animations o bandas técnicas instrumentales como Canvas Solaris, disfrutarás de este album al máximo. Pero aún si no sigues esas líneas y quieres escuchar algo diferente, fresco y condenadamente bien ejecutado y concebido, deberías darle una escucha a este CD. Uno de los detalles especiales que Special Providence aporta al escenario actual del jazz-prog es su tremendo instinto melódico, lo cual repercute vitalmente en la estructura de las canciones que componen, que para nada son ejercicios de técnica personal mezclados de manera insípida. Aquí encontrarás una explosiva y energética mezcla de prop rock, metal y jazz rock, tocado de la más habilidosa manera y servido caliente, listo para ser digerido. Para mí estos chicos húngaros tienen 10 de 10 con esta entrega. ¡Muy recomendado!
Integrantes:
- Cséry Zoltán: teclados
- Markó Ádám: batería
- Fehérvári Attila: bajo
- Kertész Márton: guitarras
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Discografía:
- Space Café (2007)
- Labyrinth (2008)
- Something Special [DVD] (2010)
- Soul Alert (2012)
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