Listado de temas:
1. Ashes
2. Return Of The Thought Police
3. Staring At The Sun
4. Liberty Complacency Dependency
5. Colophon
6. The Hours
7. That's Why We Came
8. Don't Look Down
9. Coda
10. Rubicon
11. Divinity – Bonus Track(Digipak and US CD only)
Han pasado cinco largos años desde la salida a la palestra musical internacional del excelente álbum “Dead Reckoning” (primero de la banda a través del sello Nuclear Blast) y finalmente Threshold está de vuelta. Con la salida de la banda de Andrew McDermott (Mac), el excelente vocalista que se incorporase a las filas de los británicos en el excelente “Clone”, y cuya voz y particular estilo mucho tuvo que ver con el hecho de que me enamorase de Threshold, yo personalmente quedé muy preocupado por el futuro de la banda. La noticia del fallecimiento de Mac hace poco más de un año sepultó completamente mis esperanzas de poder escucharlo nuevamente en un álbum de Threshold, y poco tiempo después leí que tanto Damian Wilson como Glynn Morgan, ambos vocalistas anteriores a Mac, se ofrecieron para tocar en vivo con los chicos. Nunca me gustó mucho Glynn, y no soy un fan a Wilson tampoco, aunque es un excelente cantante, muestra de lo cual puede constatarse en el fantástico disco de Headspace titulado “I Am Anonymous” salido al mercado hace unos escasos meses atrás. Finalmente resultó Damian el que se llevara el gato al agua y ocupara el puesto de Mac, y comenzó el juego de la espera para poder saborear un nuevo esfuerzo discográfico. Ayer 24 de agosto “March Of Progress” fue lanzado oficialmente en Europa y pasó a ser el álbum número 9 del catálogo de Threshold.
"March of Progress" es, por encima de todos los adjetivos, un trabajo abarcador, combinando la atmósfera y el sonido de los álbumes anteriores de la banda; y muy particularmente el masivo y bien calculado uso de arreglos y melodías con un matiz que bebe de las mejores raíces del sonido AOR y que pudiera considerarse el sello de la banda durante la era de Mac. "March Of Progress" es un disco colosal de más de una hora de duración (70 minutos para ser exactos), pero la banda muestra claramente que sabe como escribir canciones y melodías reales, y si bien algunas de las pistas son bastante largas, para nada se tornan aburridas, todo lo contrario: el uso de variadas texturas y dinámicas mantienen la atención del oyente de una manera fluida. "March Of Progress" es un disco que requiere tu atención, es más, yo diría que exige tu atención y les puedo asegurar, cuanto más tiempo inviertes en su escucha, mayores y más deliciosos son los frutos de tal ejercicio.
Como he indicado el sonido general, a todo lo largo de los 10 temas que componen el CD, es una amalgama de todo los que Threshold ha hecho anteriormente, sin que puedas encontrar que ninguna de las melodías se repite o te asalte la sensación de que están auto plagiándose. El disco es un esfuerzo majestuoso, grandioso diría yo, que brota de tus speakers, inundando tus oídos, gracias a una mezcla vibrante y cristalina. El sello de la banda, que alguien alguna vez definiera como una mezcla inteligente y melódica de Testament con Genesis, nunca ha resonado con tanta fuerza, y esta es una afirmación de alguien que es un absoluto y declarado fan de álbumes como “Critical Mass” y “Subsurface”. Damian Wilson suena de manera perfecta, la edad no ha hecho otra cosa que favorecer a Damian, lo he visto saltar de escalón a escalón en últimos años y creo que ya es hora de que reciba elogios unánimes dentro del género. Pero no solo Damian Wilson hace un gran trabajo, sino que Threshold ha crecido y madurado en la forma en que escriben sus melodías vocales (perfeccionadas durante los días de Mac). Esto significa que además del hecho de que Damian esté cantando algunas de las mejores líneas vocales que he escuchado durante todo el año, los temas son adornados por un muy profesional y agradable estilo de coros (que yo diría son únicos entro de este género de metal progresivo) y que demuestran que Threshold ha trabajado y pulido este aspecto de una manera definitiva. Una fehaciente muestra es la sublime pista de inicio "Ashes" o la majestuosa "Colophon”.
Dejando a un lado el capítulo vocal, del cual ya hemos hablado lo suficiente, concentrémonos ahora en la esfera musical. Si los lectores son capaces de recordar el magnífico tema del “Dead Reckoning” llamado “Pilot In The Sky Of Dreams”, pudiéramos decir que todo el álbum trasuda un aire y una dinámica muy similar a la de ese tema, con incesantes variaciones dinámicas. Desde atmosféricos casi Pink Floydianos momentos de calma y melodía con fluidos y excelentes solos, a pasajes de pesados y heavy riffs al más auténtico estilo thrash metal, “March Of Progress” barre todo un espectro musical, y a pesar de que tiendo a abstenerme de describir la música con el adjetivo ÉPICO a menos de que sea totalmente necesario, no puedo decir otra cosa que no sea que este disco es tremendamente épico. Particularmente destacables como pilares del sonido Threshold están Karl Groom y Richard West, el primero de los cuales nos regala algunos de los mejores riffs que jamás haya escrito además de impresionantes y extremadamente melódicos solos de guitarra, mientras el segundo muestra su calidad como tecladista en todos los niveles, con excelentes momentos de piano, impecables telones de electrónicos e incluso algunos muy bien colocados solos. No sería justo dejar fuera de estos comentarios al resto de la banda, y es justo consignar que la adición de Pete Morton (ex Power Quest) en las guitarras rítmicas realmente ayuda a redondear el sonido de la agrupación y le añade una buena dosis de potencia. La sección base compuesta por Johanne James y Steve Anderson es poderosa y perfecta, y el trabajo de Johanne tras los bombos demuestra un inmejorable gusto y un estilo de tocar muy habilidoso y enérgico a la vez. Ambas pistas están mezcladas de manera muy profesional, encontrando su lugar perfecto en el sonido general del grupo y anclando justo donde deben.
Voy a hablar de manera somera de algunos de los temas que componen el CD, pero insisto en decir que el disco funciona mejor siendo escuchado de un solo golpe, y que realmente no hay ninguna pista mala en este álbum. La apertura comienza con “Ashes” la cual es un tema perfecto para comenzar, con un riff pegadizo y que te prepara para lo que vas a escuchar a continuación, dándote al mismo tiempo la sensación de que no han pasado los cinco años y que esta es sencillamente la pista que viene a continuación de la última del “Dead Reckoning”, un gran trabajo de guitarra melódica que por esas paradojas de la vida me recuerda a Queen y un solo de teclado precioso. Si para ese momento la sangre se ha agolpado en tus venas con el recuerdo de los grandes días de antaño, de súbito aparece “Return of the Thought Police” que arranca con la palanca puesta directamente en modo progresivo con grandes riffs, armonías vocales y una vez más un inestimable trabajo de teclados. Sin descanso, y de manera natural aparece “Staring at the Sun” que es casi electrónica en su sentir, con un trabajo polirítmico que precede a la entrada a una parte solista con otro aire. Me trae a la mente una especie de colisión frontal entre Dream Theater y Marillion, con el toque particular de Karl Groom.
“Liberty Complacency Dependency” nos ofrece el primer track monstruoso del álbum y me encuentro de repente como escuchando a Queensryche durante sus días de gloria, pero con un sesgo ligeramente más pesado, adornado con un imponderable trabajo de Wilson, que brilla de manera particular. La canción se eleva positivamente a lo largo de lado un trabajo conmovedor de guitarra por parte del dueto de Karl Groom y Pete Morten los cuales aderezan la canción con magníficos momentos de oscuridad y claridad. “Colophon” y “The Hours” comparten un esquema de construcción similar, con una atmósfera etérea y ambos respaldados por grandes riffs. “The Hours” es puro metal progresivo en su esencial más natural y celestial, con el bajo llevando un toque electrónica y fresco que se introduce por encima de los hermosos solos de guitarra y teclado. La pista raya en lo teatral y en una comparación extra temporal me recuerda a la puesta en escena de Los Miserables en su estructura, la melodía y el contenido. Es un tema excelente de 8 minutos de duración.
Especial atención merece "Don’t Look Down", que es en mi opinión una de las mejores canciones de la banda ha escrito (comparada con la increíble “Critical Mass” del disco homónimo), y creo que bien podría presentarse como la canción insignia de Threshold en los conciertos de ahora en adelante. El tema tiene unas voces magníficas, la musicalidad es estupenda, heavy, pero nunca abiertamente indulgente, con sutiles cambios dinámicos, excelentes coros y solos preciosos - sí, ya sé que eso es como describir el sonido de Threshold! Es como Megadeth haciendo prog-metal, con un toque pulcro y una sección central de coros antes de que se produzca el retroceso a una buena dosis de riffs heavy melódico.
Después de un tema muy bueno llamado “Coda” (que no sé si tiene alguna relación con el álbum homónimo de Zeppelin) el disco concluye con "The Rubicon", que es la pista más larga aquí, y cierra el álbum con sus 10 minutos de duración, siendo otra excelente muestra de la originalidad y variedad de los británicos. La canción tiene un ambiente muy oscuro, es épica, es grandiosa, con órganos en la sección intermedia y un final apropiado para una pieza verdaderamente brillante de metal progresivo.
A pesar de lo mucho que he escrito, no creo que le haya hecho justicia al disco. Para ser honesto, creo que muy posiblemente este es el álbum más completo que Threshold nos haya ofrecido, y a pesar de que no puedo ni imaginarme cuan fantástico hubiera sido si Mac hubiese cantando en él, tengo que reconocer que Damian ha hecho un trabajo vocal encomiable. Si el metal progresivo, o el rock bien elaborado y ejecutado es algo que te acaricia los oídos, no deberías dejar de comprar este disco. Es inteligente, estimulante, y ha sido creado magistralmente. “March Of Progress” es un esfuerzo que enriquece la discografía de Threshold y espero que catapulte a la banda a los primeros lugares del género y que obtengan todo el éxito que merecen por su consistencia e inmejorable forma. ¿Qué más pudiera decir? ¿Candidato a mejor disco de metal progresivo del año? ¡Por supuesto!!
Discography: Wounded Land (1993) Psychedelicatessen (1994) Livedelica (1995) Extinct Instinct (1997) Clone (1998) Hypothetical (2001) Critical Mass (2002) Concert in Paris (2002) Subsurface (2004) Critical Energy (2004) Surface to Stage (2006) The Ravages of Time - The Best Of Threshold (2007) Dead Reckoning (2007) March Of Progress (2012) |
Line Up:
Threshold Online: www.thresh.net
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