Autoproducido
Tracklist:
01-Intro
02-Hablar de frente
03-Cultura del miedo
04-Éxodo
05-Mi generación
06-Respeto
07-Fin de la inocencia
08-S.H.S.
09-Médula
10-Proyección
11-Balada del kmarón
12-Éxodo (Remix) junto a M.B.S.K.
Hablar de rock y metal hecho en Cuba puede parecer una irreal utopía para personas que solo conozcan de nuestro país lo más tradicional y convencional, musicalmente hablando (no siempre lo uno tiene relación con lo otro), pero todos los que de seguro estarán leyendo esta reseña saben que la realidad es totalmente diferente, y que esta historia tiene muchos más años que los que esa gente (los que la desconocen…) imagina. Y dentro de la geografía nacional, la occidental Pinar del Río tiene una relación bastante cercana con el rock’n’roll, con más de una veintena de bandas en las últimas dos décadas, además de experiencias diversas como la realización de festivales nacionales, edición de fanzines, peñas y espacios promocionales sistemáticos, y algunos programas radiales y televisivos relacionados con este género musical de multitudes. Y si hablamos de las agrupaciones, como hecho más tangible y evidente dentro de este fenómeno, Médula es de las que más resultados y notoriedad ha logrado dentro del peculiar entorno cubano, aunque aún no tengan siete años de existencia.
Formados en la capital pinareña a inicios de 2004 por el guitarrista Reynaldo Porra, el vocalista Ernesto “Pistola” Rivera y el batería Yusel González (tres ex–integrantes de una banda anterior, Trauma), junto al bajista Jorge Rafael “Yoryi” López, e insertados inmediatamente dentro de la habitual programación local de conciertos, grabaron a fines del verano de ese año su demo debut “Proyección”, hecho que impulsó su música hasta límites que ni los propios músicos imaginaron: Radiodifusión en programas provinciales (no solo de Pinar del Río) y nacionales, y una inmediata respuesta de los fans desde diferentes lugares de Cuba, derivándose de esto su participación en varios festivales nacionales, detalle que marcó sus dos primeros años de existencia. Ya como quinteto en el 2005, Médula continuó ganando espacio en la escena rockera del patio, llegando a la televisión local y nacional y siendo incluidos en el “Caimán Rock”, arrasando con los Premios de la Crítica del programa “Sabarock”, y los del televisivo “Cuerda Viva” a inicios de 2006, detalle éste que nos hizo pensar que su posterior trayectoria iba a ser… vertiginosa, toda vez que ya habían aparecido algunos clips modestos, eran merecedores de uno de los Premios D’Arte que otorga la AHS en Vueltabajo y comenzaban a grabar algunos temas de lo que sería su disco debut en los Estudios Blen Blen de Edesio Alejandro.
Pero por disímiles razones que no vale la pena citar ahora, también relacionadas con todo lo que implica hacer rock en Cuba… el acelerado inicio de Médula tomó una velocidad más apacible y similar a la de otras agrupaciones nacionales, en tanto la banda no cesaba de hacer conciertos y enrolarse en cuanto festival apareciera. Su proyectada ópera prima continuaba dilatándose sin tener un vaticinio real de cuando pudiera estar lista, mientras temas nuevos continuaban naciendo… pero no eran grabados, limitando la circulación de su música. Por suerte, la edición del compilado Not Salsa, Just Brutal Music: Cuba’s Hardest, primera entrega discográfica del sello francés Brutal Beatdown Records (www.brutalbeatdown.com) en el 2008, incluyó un par de temas de los vueltabajeros, y posteriormente otro CD compilatorio, Cuba Metal Sampler 1: Mi Generación que se Levanta, editado por Cuba-Metal Promotions los incluía dentro de las 19 muestras de metal cubano contemporáneo, mientras finalmente Hablar De Frente era terminado (¡había que concluirlo de todas formas!), representando el primer lustro de vida de la banda, donde hay que añadir que mantenían el formato de quinteto, pero nuevos integrantes como Reinaldo Martínez (guitarra) y Marcos Alonso (drums) formaban parte del line-up junto a Porra, “Pistola” y “Yoryi”, encargado éste además de comenzar a editar diversos clips grabados en presentaciones en directo, algunos de ellos con una factura aceptable.
Pues Hablar De Frente comienza con “Intro”, poco más de un minuto de sonoridades ambientales y medio electrónicas, que poco tienen que ver con la propuesta sonora que defiende Médula (hubiera preferido esa intro con guitarras que usan para abrir sus conciertos…), seguida por la pieza que da título al CD, sostenida por una estructura acompasada de doble guitarra a riffs muy marchosos, muy buena para ese headbanging que provoca el éxtasis en la audiencia, dejando claro en el texto por donde anda el quinteto pinareño: “… y te advierto aléjate de mi, no me explico que hago hablando contigo, no te considero ni siquiera mi enemigo…, solo eres un engranaje de la maquinaria del poder…”, remarcando una estética que pudiera ejemplificar perfectamente una parte del rock/metal cubano en los tiempos más recientes, sin importar el estilo musical específico que la acompañe: El cantar en español una buena suma de verdades, criterios enfrentados, respuesta a demasiado tiempo de marginación y exclusiones, e incluso una pérdida de confianza en determinados valores, ideas y concepciones anteriormente consideradas como sagradas; todo ello soportado aquí por las tonalidades graves de las guitarras, con un breve y delicioso solo intermedio, y apareciendo al final ese efecto de “sonido espacial guitarrero” que siempre me ha gustado.
Precisamente en el tercer tema “Cultura del miedo”, esa estética hasta cierto punto contestataria se hace más evidente, sino observen: “…miedo a los padres, miedo al policía, miedo al sistema, miedo a tanta hipocresía… Demasiado tiempo sin pensar dejando que actúen los demás en tus sueños, controlan tu sueño, programan tu vida y también tu cerebro… Veneno en tu sangre, basura en tu cuerpo… consumidos por el miedo”, un tema que vaticino vencerá la prueba del tiempo y quedará dentro del repertorio de la banda, además que musicalmente se presta para que los fans lo recuerden bien… Puros riffs a dos guitarras junto a las voces de Pistola y Yoryi al unísono, un detalle que ejemplifica la propuesta de Médula en los últimos cuatro años, donde me gusta mucho esa voz (más que una voz, es un grito…) al final languideciendo, “divididos, divididos, divididos…” ¡Es una bomba en directo!
“Exodo” es uno de los caballos de batalla en los conciertos de la banda por su ritmo trepidante y el texto que refleja la problemática del éxodo ilegal de miles de cubanos (“deslumbrados por un sueño que quizás nunca podrá ser, impulsados por palabras y promesas que a cualquiera pueden convencer…”), un tema realmente perteneciente a la etapa final de Trauma, cuando Pistola y Porra pertenecían a ella. ¡Hay que ver como la corean y bailan en los conciertos! Musicalmente, la propuesta de los Médula se mueve en algunas corrientes del metal contemporáneo, aunque quizás sea el hardcore la expresión sonora que más les interese explorar y aclaro que es la relación hardcore/metal y no el hardcore/punk tan habitual también en medio mundo. Otras piezas en esta cuerda son “Respeto”, puro bloque de guitarras a tempo acompasado, con la voz de Pistola muy bien y los coros de ambos en una tonalidad diferente, un tanto más cerca de la vertiente hip-hopera relacionada con el metal; y “S.H.S. (Síndrome del Hombre Solo)”, sonido un tanto lineal muy en la onda de estos estilos, con unas backing vocals que le dan mucha fuerza indudablemente.
Un acierto es haber incluido aquí los 3 tracks de aquel demo inicial como recurso para dejarlos registrados en este primer disco: La ya comentada “Exodo”; la muy popular “Proyección”, evidentemente un tema para bailar en conciertos y aquí con un tempo un poco más lento y pesado, donde me sigue motivando esa guitarra sin distorsión en los finales que además (soy testigo no se cuantas veces…) causa frenesí entre la variopinta audiencia que sigue a Médula a lo largo y ancho de toda Cuba; y “Médula”, con una intro a la usanza de las baladas y para mí la mejor canción que escribiera la banda en sus primeros años, donde podrás escuchar un tratamiento temático explorado posteriormente en otras piezas: “Irreverencia que es la causa de esta decadencia… soy la luz que está en tu mente, soy metal que te estremece, soy el fruto de tu vientre, soy un himno underground”.
“La balada del Kmarón”, es un tema no tan conocido de los primeros tiempos. Inspirada en un hecho real, está diseñada igualmente a base de contagiosos riffs, y yéndose al slang callejero, con un final trepidante donde las voces toman un giro más gutural que en otras; en tanto el remix final de “Exodo” me suena a contagioso experimento musical con las neuronas y manos de Jorge Rafael López (protagonista del proyecto paralelo Mala Bizta Sochal Klu, M.B.S.K.), y muy relacionado con los enunciados del hip-hop más comprometido, visceral y contestatario, con samplers y frases definitivas como éstas: “Desesperados gritamos por soluciones, encontramos socialismo o muerte por tiburones… muchos preguntaron donde coño está la revolución… entre el gobierno y el pueblo aclárame quien fue el gusano”.
He dejado para el final un par de piezas que tienen similitudes formales y están además muy cerca de otras desde el punto de vista temático. Ellas son “Mi Generación” y “Fin de la inocencia”, y con ambas sentí una afinidad inusitada desde que las escuché por vez primera. “Mi Generación” da título a la compilación editada por Cuba-Metal Promotions que citaba anteriormente, y mi impresión inicial, que aún conservo intacta, estuvo basada en la muy buena concepción del arreglo y en su interacción con el texto: “… declaración de mi generación hambrienta, que se marchita, que se frustran sus ideas… Es mi generación que se levanta, sobre lo obsoleto, sobre el ignorante, sobre los que tienen varias caras, los intolerantes”, donde la voz melódica de Yoryi me parece muy bien, y le da una dimensión diferente a la propuesta del grupo, a todas luces mucho más madura cuando uno escucha piezas como ésta, donde hay espacio para un breve intermedio de guitarras limpias arremetiendo de nuevo, andamiaje sonoro mediante, hasta el final. Y “Fin de la inocencia” es para mí una joyita dentro del repertorio de la banda, otro tema que siempre me encantó desde que Porra me mostró la base grabada sin letra en la PC del Museo de Arte pinareño durante los días finales de 2006. Después tomó cuerpo, y nació el texto, muy en la cuerda de otros presentes aquí: “… Mi vida transcurre sin ilusiones, cansado de causas perdidas, sueños rotos, decepciones… No me separes por no ser fiel a tus ideas, soy ese alumno del legado de tu escuela que se dio cuenta... Abrí mis ojos vi esa luz que me faltaba, quiero ver mas allá, más allá de tus palabras, detesto tus migajas, de ti no quiero nada, es el fin, es el fin de la inocencia”. ¡Cuántas veces la he cantado a todo volumen! En esta grabación, los solos de Cristian Alejandro (guitarrista invitado, y responsable de la grabación y coproducción del disco), están diseñados muy a la usanza de los guitarristas del AOR/Melodic rock, y les juro que le quedan de maravillas, pues el tema no desentona con el resto. Solo señalar que el final cae abruptamente y no me agrada del todo y bien lo saben ellos (los integrantes de Médula), que esa siempre fue mi opinión sugiriéndoles que fuera a base de fade, como está grabado en los segundos finales…
Existen elementos que distinguen a Médula de sus colegas cubanos y le proporcionan cierta identidad a su propuesta musical: El trabajo vocal utilizando dos voces contrapuestas y en tonalidades diferentes, en ocasiones una de ellas con leves incursiones en el hip-hop como ya citaba; esa estructura de riffs muy modernos que llevan Porra y Rey en las guitarras y se ha convertido en uno de los sellos del grupo, y los textos de sus canciones, una buena parte de ellos marcados por una especie de poética rockera de resistencia, de exponer sus criterios con valentía, su punto de vista generacional, su derecho a existir dentro de todos. La voz de Pistola sigue los estándares de las voces con un registro gutural, aunque la dicción lograda en esta grabación es para mí muy superior a lo hecho anteriormente por él mismo, lo cual me alegra mucho por todo lo que hablamos en años pasados de hacerle llegar a la gente el mensaje que llevan implícitos los temas, algo muy importante (para mí) y que todavía mucha gente dentro del rock nacional no valora en su justo lugar.
Aunque esta reseña (un poco extensa, lo reconozco…) también se ha tardado un tanto como se demoró la terminación del disco (¡más vale tarde que nunca!), es válido decir que Hablar De Frente representa además la evolución de esta agrupación en una primera etapa, evidente en la propia concepción (letra y música) de las piezas grabadas aquí y concebidas en diferentes momentos. Noticias recientes en este año que termina relacionadas con Médula son la salida de Jorge Rafael de la banda (actualmente en Uruguay y con M.B.S.K. en activo desde allá), sustituido por Geddy Carlos Fernández, detalle que espero sepan superar pues Yoryi era una fuerza creativa importante dentro del grupo. Además, ya se encuentran terminando un nuevo disco, grabado de forma autoproducida, y han terminado un DVD que aunque no he visto… intuyo será un hallazgo muy interesante, sin olvidar que fueron incluidos en el nuevo film “Boleto al Paraíso” (tanto en imágenes de la banda tocando como en el original soundtrack) del reconocido realizador cubano Gerardo Chijona. Disco recomendado para seguidores + fans de todo lo que suceda en torno al rock/metal cubano, vivan o no en la mayor de las Antillas, aunque imagino que muchos en Cuba se sepan los temas… ¡de punta a cabo!